Métodos de clarividencia sencillos para no iniciados

En ocasiones el futuro se presenta como un camino lleno de niebla en mitad de una noche sin luna. Es entonces cuando nuestras fuerzas psicológicas, emocionales e incluso físicas pueden empezar a flaquear ante el temor de lo que nos espera al otro lado, y puede que necesitemos algo más que nuestra férrea voluntad para enfrentar las sombras que nos acechan.

Es ahí donde las artes mánticas pueden jugar un papel importante; como la linterna que nos ayuda a iluminar un poco mejor el camino, y cuyo fuego, que encarna el conocimiento que obtenemos, ahuyenta las bestias que amenazan nuestro porvenir.

Aunque siempre es conveniente acudir a profesionales que nos guíen, si deseamos una primera aproximación, siempre tenemos a nuestra disposición opciones como el tarot interactivo o, si tenemos algún conocimiento al respecto, echarnos las cartas a nosotros mismos. Posteriormente, con más calma, podemos buscar a un buen vidente de confianza. La elección de este debe ser cuidadosa, sin embargo, también vale la pena investigar sobre los diferentes métodos que existen para predecir el futuro y escoger aquel con el que, tanto nuestro vidente como nosotros mismos, estemos más cómodos.

El Tarot

El tarot es una de las mancias más populares en la actualidad. En origen de estas cartas es controvertido y muy interesante.

Una de las historias sobre su origen más repetidas es que proceden del antiguo Egipto y que la búsqueda de la buena fortuna a través de ellas formaba parte de un ritual secreto sólo conocido por los sumos sacerdotes. Esta teoría se atribuye al francés Antoine Court de Gebelin, que en una fecha cercana al año 1770 asociaría por primera vez esta baraja con su uso para la adivinación.

Los detractores de la teoría de Gebelin afirman que posiblemente la baraja usada tradicionalmente para leer tarot tuviera su origen en el siglo XV, y se utilizaba tanto para contar historias, valiéndose de los arquetipos representados por los arcanos mayores, como para jugar a un juego llamado tarrochi, de donde procedería, según esta otra teoría, la palabra tarot. No en vano no son pocos los que usan la tradicional baraja española para el mismo menester.

Sea como fuere, la teoría de Gebelin popularizó el uso de esta pintoresca baraja por parte de quienes leían la buena fortuna; de tal forma que en 1785 el vidente Jean-Baptiste Alliette publicó su particular método de adivinación basado en estas cartas y que es el que en la actualidad usan la mayor parte de los tarotistas.

Sin embargo, como afirman muchos amantes de este arte, el método solo es el canal a través del cual el clarividente obtiene aquella información que busca y necesita el interesado. Existen muchos otros, ya que la adivinación ha sido una habilidad codiciada por todas las culturas a lo largo de la historia. Sin embargo hoy te daremos a conocer dos curiosas mancias muy accesibles para cualquiera que quiera experimentar en este campo sin tener que adentrarse excesivamente en las interpretaciones que requieren otras artes más complejas.

Adivinación con dados

También llamada astragalomancia o cleromancia, este método es uno de los más antiguos conocidos y fue muy popular tanto en la edad media como, esta vez sí, en el antiguo Egipto, donde algunos sitúan su origen.

Aunque existen diversas formas de leer el futuro gracias a los dados, te proponemos este sencillo método, extraído de un pequeño texto medieval, para el que solo necesitas lanzar tres dados de seis caras cada uno.

Posibles resultados y su significado:

– Tres seises: Tus deseos se harán realidad.
– Dos seises y un dos: Éxito en tus objetivos si te esfuerzas.
– Un seis y dos cuatros: Debes desistir inmediatamente de lo que estabas planeando.

Hay que tirar los dados hasta obtener uno de estos tres resultados.

Bibliomancia

Este método exige un poco más de inspiración que el anterior, pero es sencillo y puede proporcionar una primera impresión sobre nuestro porvenir en el asunto que nos preocupa.

El único material que necesitas es un libro. Tradicionalmente se ha usado algún tipo de libro sagrado como La Biblia, pero vale cualquiera con el que el interesado se sienta cómodo. Puede ser un libro que te haya inspirado de alguna forma o simplemente uno que tengas a mano, ya que puedes considerar parte del mensaje que sea ese el que el destino te haya puesto delante.

Una vez hayas escogido el libro con el que vas a realizar la consulta, formula tu pregunta y abre el libro al azar con los ojos cerrados. Sin abrirlos, pon tu dedo encima de algún lugar en la página. Abre los ojos y lee la frase o párrafo que estés señalando; esa será la respuesta a tu pregunta.

Por supuesto, estos métodos son bastante rudimentarios y deben tomarse como un simple experimento o juego; aunque nunca se sabe de qué forma puede el universo tratar de comunicarse con nosotros.

Métodos de clarividencia sencillos para no iniciados

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