Botellas de agua del hotel Intercontinental
Se trata de un hecho tan común que apenas le prestamos atención, o por lo menos nadie lo había hecho hasta ahora. Asistimos a una reunión de trabajo donde se han dispuesto los clásicos botellines de agua mineral envasada en plástico, tantos como participantes. Al finalizar el encuentro algunos se han bebido la mitad, otros la han abierto y apenas le han llegado a dar un sorbo.
Muy pocos la han dejado sin tocar, se la han acabado, o se la han llevado consigo. El resultado es que hay que recoger todas esas botellas de agua, vaciarlas en el lavabo y echar los envases, en el mejor de los casos, alcontenedor amarillo.
Lo mismo ocurre con los botellines de plástico de agua mineral que consumimos en el trabajo o los vasos del mismo material que, uno tras otro, vamos usando en la fuente de agua de la oficina y que van llenando poco a poco las papeleras hasta colapsarlas.
Es posible que alguien se encargue de recogerlos al final del día y llevarlos a su correspondiente contenedor, pero esa no es la solución óptima. Como destacan todos los informes que se están elaborando al respecto, el grave problema de la contaminación por plástico requiere del compromiso individual de cada ciudadano para reducir su uso.
El diario británico The Guardian publico en junio de 2017 un trabajo de investigación propia sobre la contaminación por plástico en el que destacaba que cada minuto se venden un millón de botellas de este material en el mundo, o lo que es lo mismo: 20.000 botellas por segundo.
Una cifra que, según la empresa especializada en estudios de mercadoEuromonitor International, podría aumentar en torno a un 20% en 2021 hasta llegar a superar el medio billón de botellas al año. La conclusión final de este excelente trabajo periodístico era estremecedora: el volumen de plástico producido en un año es aproximadamente igual al peso total de la humanidad.
Por todo ello es necesario que en las reuniones de trabajo se sirva agua de grifo en jarra o en botellas de cristal reutilizables (las hay de todos los formatos y diseños) acompañada de vasos de vidrio. Respecto a su sabor, existen múltiples soluciones para mejorar la calidad organoléptica del agua de grifo.
Si en la oficina o centro de trabajo hay fuentes de agua mineral deautoservicio (una opción mucho mejor que la de los botellines) será tan fácil como rellenar la jarra cada vez que tengamos una reunión y ponerla a disposición de varias personas.
Para nuestro consumo individual, ya sea en el trabajo, el gimnasio o la escuela, actualmente existe una gran variedad de bidones y cantimploras rellenables de diferentes formas y tamaños, muy cómodas de llevar y utilizar. Algunas llevan incorporado un sistema para mejorar el sabor del agua, otras son térmicas, las hay que incluso disponen de un filtro para hacer una infusión sin necesidad de tetera.
La creciente conciencia ciudadana respecto al aumento de la contaminación por plástico está provocando que cada vez las use más gente. En cualquier caso, todas las opciones que supongan una alternativa al botellín o el vaso de plástico nos permitirán tener un acceso cómodo y seguro al agua reduciendo este grave problema ambiental.
https://www.elplural.com/opinion/adios-al-botellin-de-plastico-el-agua-mejor-en-jarra_224968102