“Kubla Khan” es un poema de Samuel Taylor Coleridge terminado en 1797 y publicado en “Christabel, Kubla Khan, y Los dolores del sueño” en 1816. El poema Kubla Khan es uno de los más importantes de la Historia de la Poesía y la Literatura, inspirado en un sueño producido por el opio, y después de leer una biografía del Gran Kan del Impero Mongol Kublai Khan.
Samuel Taylor Coleridge (1772-1834), poeta, crítico y filósofo inglés, junto con su amigo el poeta William Worsworth, fue uno de los fundadores del Romanticismo en Inglaterra.
Según el prefacio de Coleridge, el poema fue concebido en un sueño, bajo la influencia del opio y después de leer una biografía del Gran Kan del Imperio mongol Kublai Khan. Al despertar, empezó a escribir los 300 versos soñados hasta que fue interrumpido por un visitante . Una hora después el visitante finalmente se marchó pero Coleridge solo llegó a escribir unos últimos versos antes de olvidar las líneas restantes. Sea o no cierto, lo más probable es que el poema, «cincuenta y tantos versos rimados e irregulares, de prosodia exquisita» como lo definió Jorge Luis Borges en su ensayo El sueño de Coleridge, fuera compuesto durante el otoño de 1797, pero permaneció inédito hasta 1816 cuando, gracias a George Gordon Byron, fue puesto a disposición del público.
Muchos poetas ingleses románticos usaron el opio como fuente de inspiración, uno de ellos fue el poeta y filósofo Samuel Taylor Coleridge (1772-1834) había ingerido láudano desde la infancia
En 1795 conoció al poeta William Wordsworth y frutó de su amistad publicarían conjuntamente Baladas líricas en 1798. Fue también la época de su descubrimiento del opio como fuente de inspiración plasmada en su poema de 1816 Kubla Khan, un poema visionario escrito tras un sueño bajo los efectos de la droga.
Coleridge consumía opio como relajante para sus ataques nerviosos, como analgésico para sus dolores reumáticos y como antidepresivo para combatir la tristeza, y aunque intentó mantenerlo en secreto se hizo público a través de De Quincey, lo que supuso un auténtico varapalo para su reputación literaria.Una de sus contribuciones más conocidas a la literatura consiste en la incorporación de elementos góticos a sus obras, algo que ayudó a inflamar la locura por lo gótico en su época. Mary Shelley, que conocía bien a Coleridge, menciona Balada del viejo marinero dos veces en Frankenstein, y algunas de las descripciones de la novela se hacen eco del poema de Coleridge.
No es del todo extraño imaginar a un escritor que sueña con un poema y un palacio; lo extraño es que veinte años después de la muerte de Samuel Coleridge, un investigador ruso descubriera un viejo manuscrito persa que cuenta la historia del palacio encantado de Kubla Khan, cuyo diseño se le reveló al emperador en un sueño.
KUBLA KHAN
En Xanadú se hizo construir
Kubla Khan un fastuoso palacio:
Allí donde el sagrado río Alfa discurría
a través de grutas inconmensurables para el hombre
hasta precipitarse en un mar sin sol.
Así pues, diez millas de terreno fértil
fueron cercadas de muros y torres:
y surgieron jardines en los que brillaban sinuosos arroyos
y donde crecían abundantes árboles del incienso;
y había bosques tan viejos como las colinas
rodeando los prados iluminados por el sol.
¡Mas, ved aquel romántico y profundo abismo abierto
en el costado de la verde colina, bajo la sombra de los cedros!
¡Qué lugar tan agreste! ¡El más sagrado y lleno de encantamientos
que jamás fue visitado bajo la luna menguante
por la mujer que clama por su demonio amante!
Y de este abismo, bullendo en incesante remolino,
como si la tierra respirara con ansioso jadeo,
brotó al instante un poderoso manantial;
y en medio de su repentino e intermitente impulso
enormes fragmentos de roca saltaban como el granizo
o como el trigo que se separa de la paja bajo los golpes del trillador;
y en medio del incesante resonar de las rocas que danzaban en el aire,
surgió a borbotones el sagrado río.
Trazando laberínticos meandros, a lo largo de cinco millas
discurría el sagrado río a través de bosques y valles,
hasta llegar a las cavernas inconmensurables para el hombre
y hundirse con estruendo en un océano sin vida:
y, en medio de este estruendo, oyó Kubla a lo lejos
las voces de sus antepasados que profetizaban la guerra.
La sombra del palacio deleitoso
se reflejaba en medio de las olas,
allí donde se oían los ritmos mezclados
del manantial y los abismos.
Era una maravilla de peculiar diseño
este palacio de deleites bañado por el sol sobre cavernas de hielo.
De una jovencilla que llevaba un dulcémele
tuve una vez una visión:
era una doncella abisinia,
y tocaba su dulcémele
mientras cantaba del monte Abora.
Si fuera capaz de revivir en mí
la música y la letra de su canción
me sentiría penetrado de tan profunda delicia,
que, con música aguda y prolongada,
sería capaz de construir en los aires el palacio,
¡ese palacio soleado! ¡esas grutas de hielo!
Y todos los que oyeran mi música los verían,
y gritarían todos: ¡Cuidado, cuidado!
¡Mirad sus ojos centelleantes, su cabello desmelenado!
Tejed tres veces en torno a él un círculo,
y cerrad los ojos con terror sagrado,
pues él se ha alimentado de ambrosía
y ha bebido la leche del Paraíso.
Samuel Taylor Coleridge (1798)
Un poema aún vigente, bellísimo y sutil, exquisito y casi mágico. Solo alucinatoriamente se alcanza Xanadu, pero con el fondo de angustia de toda alucinación o que toda alucinación dejará después.
Para finalizar este breve análisis de Kubla Khan, uno de los grandes poemas de Samuel Taylor Coleridge, citamos a Jorge Luis Borges y su ensayo, El sueño de Coleridge:
«¿Que explicación preferiremos? Quienes rechazan lo sobrenatural juzgarán que la historia de los dos sueños es una coincidencia, otros que el poeta supo de algún modo que el emperador había soñado el palacio y dijo haber soñado el poema para crear una espléndida ficción. Mas encantadoras son las hipótesis que transcienden lo racional. Por ejemplo, que el alma del emperador, destruido el palacio, penetró en el alma de Coleridge para que éste lo reconstruyera en palabras, más duraderas que los mármoles y los metales.
»El primer sueño agregó a la realidad un palacio; el segundo, un poema sugerido por el palacio; la similitud de sueños deja entrever un plan. En 1961 se comprobó que del palacio de Kublai Khan sólo quedaban ruinas; del poema nos consta que apenas se rescataron cincuenta versos. Tales hechos permiten conjeturar que la serie no ha terminado. El primero tuvo la visión del palacio y lo construyó; el segundo, que no supo del sueño del anterior, soñó un poema sobre el palacio. Si no se equivoca el esquema, algún lector de Kubla Khan soñará, en una noche de la que nos separan los siglos, un mármol o una música. Ese hombre no sabrá que otro dos soñaron, quizá la serie de sueños no tenga fin, quizá la clave esté en el último».
(El sueño de Coleridge, Jorge Luis Borges).
Xanadú, Xanadu, Zanadu o Shangdu (Shàngdū en pinyin) era la capital de verano del Imperio mongol de Kublai Kan, imperio que ocupaba gran parte de Asia. Hallazgos arqueológicos concluyen que la ciudad estaba situada en la actual provincia de Mongolia Interior, en China. La ciudad tenía tres partes: la «ciudad exterior», la «ciudad interior» y el palacio, donde Kublai Kan permanecía en verano. Se cree que el palacio de Xanadú era la mitad de grande que la Ciudad Prohibida, en Pekín. Los restos modernos más visibles son las murallas en tierra, así como la plataforma circular de ladrillo en el centro de la ciudad interior.
En 2012, la UNESCO declaró el sitio histórico de Xanadú como parte del Patrimonio de la Humanidad.
Xanadú es un nombre muy utilizado en el mundo anglosajón para evocar un lugar de lujo y misterio o exuberancia. Por ejemplo, para bautizar lugares imaginarios o establecimientos fantasiosos.
Rush – Xanadu (Official Music Video)
VERSION ORIGINAL
n Xanadu did Kubla Khan
A stately pleasure-dome decree:
Where Alph, the sacred river, ran
Through caverns measureless to man
Down to a sunless sea.
So twice five miles of fertile ground
With walls and towers were girdled round:
And there were gardens bright with sinuous rills
Where blossom’d many an incense-bearing tree;
And here were forests ancient as the hills,
Enfolding sunny spots of greenery.
But O, that deep romantic chasm which slanted
Down the green hill athwart a cedarn cover!
A savage place! as holy and enchanted
As e’er beneath a waning moon was haunted
By woman wailing for her demon-lover!
And from this chasm, with ceaseless turmoil seething,
As if this earth in fast thick pants were breathing,
A mighty fountain momently was forced;
Amid whose swift half-intermitted burst
Huge fragments vaulted like rebounding hail,
Or chaffy grain beneath the thresher’s flail:
And ‘mid these dancing rocks at once and ever
It flung up momently the sacred river.
Five miles meandering with a mazy motion
Through wood and dale the sacred river ran,
Then reach’d the caverns measureless to man,
And sank in tumult to a lifeless ocean:
And ‘mid this tumult Kubla heard from far
Ancestral voices prophesying war!
The shadow of the dome of pleasure
Floated midway on the waves;
Where was heard the mingled measure
From the fountain and the caves.
It was a miracle of rare device,
A sunny pleasure-dome with caves of ice!
A damsel with a dulcimer
In a vision once I saw:
It was an Abyssinian maid,
And on her dulcimer she play’d,
Singing of Mount Abora.
Could I revive within me,
Her symphony and song,
To such a deep delight ‘twould win me,
That with music loud and long,
I would build that dome in air,
That sunny dome! those caves of ice!
And all who heard should see them there,
And all should cry, Beware! Beware!
His flashing eyes, his floating hair!
Weave a circle round him thrice,
And close your eyes with holy dread,
For he on honey-dew hath fed,
And drunk the milk of Paradise.
Samuel Taylor Coleridge (1772-1834)
FUENTES:
- Wikipedia
- Philip Firsov (nacido el 8 de abril de 1985 en Moscú ) es un pintor y escultor británico de origen ruso.
https://santuariodelalba.wordpress.com/2019/12/03/kubla-khan-de-samuel-taylor-coleridge/