Las frases de Tácito nos proponen un viaje al mundo clásico a través de una mente brillante. Así, hoy nos proponemos conocer un poco más el legado de este curioso político a través de sus palabras…
Leer frases de Tácito es hacer un viaje al mundo clásico. No se conocen muchos datos sobre la vida de este romano, pero sí que tuvo una carrera política brillante en la que alcanzó el grado de cónsul.
Cayo Cornelio Tácito fue un político e historiador de la antigua Roma, cuya obra literaria fue abundante, aunque no toda ha llegado hasta nuestros días. Por lo que sí conocemos, sabemos que se trata de un pensador interesante con ideas muy particulares.
¿Quién fue Tácito?
Este historiador y cónsul romano nació en Roma en el año 55 d. C, según se cree. De lo que se sabe, fue un prolífico escritor, autor de obras como Agrícola, biografía dedicada a su suegro, Cneo Julio Agrícola, general romano que luchó en Britania.
Entre su legado con más impronta, también cabe destacar Anales, donde cuanta la historia de los emperadores de la dinastía de Julio-Claudio desde Tiberio. También destaca Historias, en este caso dedicado a la dinastía Flavia.
Estas obras representan una recreación de un periodo convulso de Roma. Ofrecen retratos impecables que nos han permitido conocer mejor cómo era uno de los mayores imperios del mundo clásico y de la historia de la propia civilización humana.
A través de las obras de Tácito, podemos conocer a los grandes personajes de su tiempo, en sus debilidades y en sus fortalezas. Todo ello a la mayor gloria de Roma, ya que este autor muestra en sus escritos cierta nostalgia de la grandeza del imperio y de la República.
Frases de Tácito
Ahora, nos vamos a marchar hasta la antigua Roma a través de las frases de Tácito. En cada una de sus sentencias podremos disfrutar también de pequeñas píldoras de sabiduría gracias al talento de este biógrafo y escritor del mundo clásico.
El poder
“El poder conseguido por medios culpables nunca se ejercitó en buenos propósitos”.
Como hemos comentado, Tácito era un nostálgico de la República. Frases como esta denotan dicha nostalgia, demostrando que, cuando se llega al poder a través de medios no lícitos y legales, rara vez será con una finalidad honesta en pro de los ciudadanos.
La dignidad
“Una muerte honrosa es preferible a una vida vergonzosa”.
La dignidad y el honor eran valores importantes en la antigua Roma. Hoy en día, todavía deberían serlo. En este caso, podríamos decir que Tácito valora a esas personas rectas en sus actos y en su día a día, frente a otros que basan sus actitudes y acciones en fines que justifican los medios, por poco éticos que sean estos.
La educación y las leyes
“En un Estado corrompido, se dictan muchísimas leyes”.
La educación como elemento vertebrador ha sido un tema que siempre ha estado presente como preocupación social. Sin embargo, cuando no existe, o simplemente es deficiente, el interés personal y la instrumentalización del débil comienza a ganar protagonismo.
Así pues, ante la falta de educación, tanto estado como ciudadanos representados acaban por necesitar gran número de leyes reguladoras. Se debe en parte a que falta sentido común, empatía, generosidad y solidaridad. La falta de ética y moralidad equilibradas provoca que se deba regular todo, ya sea por interés, para proteger a los más débiles, para favorecer a los más adinerados…
Lo que está por venir
“A todo lo desconocido se lo tiene como maravilloso”.
Esta frase recuerda a un dicho muy popular: «más vale malo por conocido que bueno por conocer». Tal vez sea excesivo radicalizar, pero es evidente que no todo lo que está por venir tiene por qué ser tan bueno, igual que no todo cuanto vivimos en el presente es tan malo como a veces podemos pensar.
En realidad, el sentido de esta frase de Tácito lo podríamos encontrar en el sentido común. No todo cuanto está por llegar es maravilloso, por lo que es mejor vivir el presente y no soñar constantemente con lo espera en el futuro.
Las críticas
“Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas”.
Otra frase que puede encontrar su equivalente en el refranero: «no ofende quien quiere, sino quien puede». Tal vez si una crítica nos molesta mucho, es porque ha dado en el clavo y realmente es cierto lo que se dice de nosotros.
Estas frases de Tácito están repletas de conocimiento, de respeto y de años de pensamientos y reflexiones. Siempre es bueno acercarse a los sabios de antaño, pues solo conociendo el pasado podemos vivir el presente y mejorar el futuro.
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