Engendran ratones a partir de las células que rodean el óvulo
Puede que en unos años los humanos no necesitemos para reproducirnos la participación de óvulos ni espermatozoides, las células sexuales imprescindibles para la reproducción de los mamíferos. La ciencia lleva años dando pasos en el laboratorio en ese sentido, con la ayuda de la reprogramación celular. El último lo han dado científicos chinos al conseguir el nacimiento de una prole sana de ratones sin utilizar óvulos en el proceso reproductivo.
En realidad, sí utilizaron un óvulo, pero «fabricándolo» en el laboratorio. Lo desarrollaron a partir de la granulosa, unas células que rodean el ovocito –óvulo inmaduro– en su fase preovulatoria. El proceso es simple para quien se dedica a reprogramación celular. Basta con introducir un cóctel químico especial para que esas células de la granulosa se transformen en ovocitos funcionales y dispuestos a ser fecundados por espermatozoides. Una vez fertilizados e introducidos en el útero de una hembra de ratón, dieron lugar a una prole tan sana como otros concebidos de forma natural.
Eludir la menopausia
El logro, que se detalla en la revista «Cell Reports», está aún lejos de utilizarse en humanos, reconocen los investigadores de la Universidad de Nankai, pero abre un nuevo camino en biología reproductiva. Quizá no tanto para convertirse en un nuevo tratamiento de fecundación in vitro como para preservar la fertilidad de la mujer y retrasar la llegada de la menopausia y sus inconvenientes.
Las células de la granulosa tienen un desarrollo crucial en el desarrollo de los folículos, las estructuras que albergan los óvulos. Sin embargo, nunca se han tenido en cuenta los tratamientos de reproducción. Las clínicas de fertilidad solo utilizan los óvulos y desechan esas células que los rodean. «Eso nos hizo pensar, ¿qué pasaría si pudiésemos usar estas células? Dado que cada óvulo tiene miles de células de la granulosa que lo rodean, si podemos inducirlas en células pluripotenciales y convertirlas en óvulos, ¿no estaríamos matando dos pájaros de un tiro?», explicaron los autores del estudio en un comunicado.
Para convertir las células de la granulosa en óvulos, los científicos chinos crearon un cóctel químico con vitamina C para dar marcha atrás en su reloj biológico y devolverlas a su estado inicial. Esa nueva célula reprogramada se llama iPS y se comporta como si fuera embrionaria, capaz de convertirse en cualquier célula. Lo más sorprendente de este estudio fue descubrir la asombrosa plasticidad de las células de la granulosa, asegura Lin Liu, responsable de la investigación.