Practicar la alimentación consciente como cuando hacemos una meditación o un curso de atención plena, no es la realidad para muchos de nosotros, especialmente con las ocupaciones de nuestra familia, el trabajo y las innumerables distracciones que nos rodean. Eso sin mencionar que nuestros amigos, familiares o amigos podrían no tener paciencia para comer con nosotros, ya que nos cuesta mucho comer por decir algo. Por lo tanto, quiérete y mímate un poco y considera practicar la alimentación consciente por lo menos en ciertas ocasiones, aunque realices de normal una alimentación inconsciente en tu vida diaria.
Lo que quiero ofrecer en este artículo es lo que llamo una alimentación consciente. Durante ciertas fechas especiales como puede ser Halloween, Año Nuevo, cumpleaños, etc… los más probable es que comamos sin pensar mucho en cuando y como lo hacemos. Aquí hay seis pautas simples a tener en cuenta para diferenciar entre una alimentación sin sentido y otra mas consciente, y así dar un paso para unir nuestro cuerpo y nuestra mente.
1. Deja que tu cuerpo se comunique con tu cerebro
Comer rápidamente e ignorar las señales del cuerpo cuando esta lleno, en lugar de reducir la velocidad, comer y detenerse cuando debes.
Disminuir la velocidad es una de las mejores maneras en las que podemos lograr que nuestra mente y nuestro cuerpo se comuniquen entre ellos, para ver lo que realmente necesitamos para nuestra nutrición. Nuestro cuerpo en realidad envía su señal de saciedad unos 20 minutos después al cerebro, por lo que a menudo comemos en exceso de forma inconsciente. Pero si disminuimos la velocidad, puedes darle a tu cuerpo la oportunidad de alcanzar a tu cerebro y así escuchar las señales para comer la cantidad correcta. Una forma simple de reducir la velocidad puede ser el masticar más cada bocado, colocar el tenedor en el plato entre bocados o lo que se te ocurra.
2. Conoce los avisos del hambre en tu cuerpo
¿Estás respondiendo a un deseo emocional o respondiendo a las necesidades de tu cuerpo?
A menudo, escuchamos primero a nuestra mente, pero como en muchas prácticas de atención plena, también podríamos descubrir más sabiduría sintonizándonos con nuestro cuerpo. En lugar de solo comer cuando recibimos señales emocionales, que pueden ser diferentes para cada uno de nosotros, ya sea el estrés, la tristeza, la frustración, la soledad o incluso el aburrimiento, podemos también escuchar a nuestro cuerpo. ¿Tu estómago gruñe, tienes poca energía o te sientes un poco mareado?… Con demasiada frecuencia, comemos cuando nuestra mente nos dice que lo hagamos, en lugar de escuchar a nuestro cuerpo. La verdadera alimentación consciente, es escuchar profundamente las señales del hambre de nuestro cuerpo. Pregúntate: ¿Cuáles son las señales de hambre de nuestro cuerpo y cuáles son los desencadenantes del hambre emocional?
3. Cultiva una cocina correcta
Comer solo y en cualquier sitio, en lugar de comer en un horario concreto y lugar determinado.
Otra forma de las que comemos sin pensar, es deambulando, mirando a través de las ventanas, comiendo en momentos y lugares aleatorios, en lugar de solo pensar de una manera proactiva en nuestras comidas. Esto nos impide desarrollar señales saludables sobre qué y cuánto comer, y conecta nuestro cerebro con nuevas señales que no siempre son ideales. ¿Realmente deseas crear un hábito para comer cada vez que te subes al coche o en otras situaciones?…
Todos comemos bocadillos de vez en cuando, pero realizarlo en un horario y lugar constante, puede mejorar la salud de nuestra mente y cuerpo, sin mencionar que es de una gran ayuda para nuestro estado de ánimo. Sí, eso significa sentarse en la mesa, poner la comida en un plato y no comerla fuera del recipiente y usar utensilios que no sean nuestras manos.
Tener una alimentación consciente, significa organizar y cuidar el espacio de la cocina, fomentando así de alguna manera una alimentación saludable. Considera que llevas a tu cocina y dónde guardas las cosas. ¿Qué tipos de alimentos están a la vista?…
4. Comprende las motivaciones
Comer alimentos que nos reconfortan emocionalmente contra el comer alimentos que son nutricionalmente saludables.
Este es otro equilibrio difícil de realizar. Podemos encontrar alimentos nutritivos que también sean satisfactorios y reconfortantes. A medida que practicamos el comer alimentos más saludables y de mayor variedad, estamos menos inclinados a comer alimentos reconfortantes que satisfacen nuestras emociones y nuestro ansia, y más inclinados a disfrutar de alimentos saludables. Encontramos muchos alimentos que pueden satisfacernos mental y físicamente.
5. Conéctate más profundamente con tu comida
Considerar de dónde proviene la comida contra pensar en la comida como un producto final.
A menos que seas un cazador, recolector o agricultor, casi todos nos hemos olvidado del origen de nuestros alimentos. Muchos de nosotros ni siquiera consideramos de dónde viene la comida más allá del paquete del supermercado. Esto es una pena, porque comer ofrece una oportunidad increíble para conectarnos más profundamente con el mundo natural, los elementos y entre nosotros y practicar la alimentación consciente de una manera mas saludable.
Cuando hacemos una pausa para considerar a todas las personas involucradas en la comida que llegó a nuestro plato, desde nuestros seres queridos que la prepararon, hasta los que la almacenaron en los estantes, hasta los que plantaron y cosecharon las materias primas, y hasta quienes los apoyaron, es difícil no sentirse agradecidos e interconectados. Ten en cuenta el agua, el suelo y otros elementos que formaron parte de la creación de los alimentos mientras los comes.
Al considerar todo lo que hizo posible esa comida, te resultará mas fácil experimentar y expresar gratitud a todas las personas que dieron su tiempo y esfuerzo, los elementos del universo que contribuyeron con su parte, nuestros amigos o antepasados que compartieron recetas e incluso los seres que pueden haber dado parte de sus vidas a la creación de esta comida. Con solo un poco de esta reflexión, podemos comenzar a tomar decisiones más sabias sobre la sostenibilidad y la salud en nuestros alimentos, no solo para nosotros sino para todo el planeta.
6. Centrate a tu plato al practicar la alimentación consciente
Comer distraído vs. solo comer
La multitarea y la alimentación es una mezcla para no escuchar las necesidades y deseos de nuestro cuerpo. Todos hemos tenido la experiencia de ir al cine con nuestra bolsa llena de palomitas de maíz, y en un momento nos preguntamos quién se comió todas nuestras palomitas de maíz. Cuando estamos distraídos, se hace más difícil escuchar las señales de nuestro cuerpo sobre la comida y otras necesidades. Cuando realices tu próxima comida, intenta realizar solo una sola tarea… simplemente comer, sin pantallas ni distracciones, además de disfrutar de la compañía con la que compartes la comida y la conversación.
Si bien el practicar la alimentación consciente deberían ser mas parecidas a un ejercicio de atención plena, la realidad es que vivimos y comemos en una sociedad ocupada en múltiples tareas. Podemos tomar las ideas obtenidas de estas prácticas: reducir la velocidad, escuchar a nuestro cuerpo, hacer una cosa a la vez, hacer incluso pequeños rituales y considerar todo lo que incluimos en nuestra comida de manera regular y brindar una atención más plena a nuestras comidas diarias.
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