Los cuencos tibetanos o cantores se convierten a día de hoy en una herramienta especialmente útil a la hora de practicar la relajación, la meditación o diversas técnicas de ejercicios como por ejemplo el yoga. También son conocidos con otros nombres: tazón cantador, tazón himalayo o rin gong.
Aunque su origen realmente se desconoce, como ya te comentábamos en un artículo anterior en el que repasábamos la historia de los cuencos tibetanos, lo cierto es que históricamente han sido fabricados en el Tibet, Nepal, China, Bután, Japón, China y Corea.
Consisten en un artefacto de metal con forma de cuenco o tazón, cuyos lados y bordes tienden a vibrar cuando son golpeados o frotados con un mazo, y los bordes se recorren con ayuda de un mazo o vara de madera.
Como descubríamos en el artículo dedicado a los usos del cuenco tibetano, aunque siempre han sido utilizados en la práctica del budismo y tradicionalmente han sido relacionados con prácticas religiosas (por ejemplo, eran un símbolo de ofrenda), en la actualidad aporta interesantes beneficios a la hora de practicar la meditación, la relajación y sobretodo disfrutar de un mejor bienestar natural.
Historia y origen del cuenco tibetano
En Occidente se conocen los cuencos desde hace tan solo 40 años, pero la historia comienza en la Antigüedad por lo menos desde hace unos 3.000 años.
Los cuencos tibetanos tienen un origen muy poco claro ya que se ha preservado mucho su existencia desde el principio, pero lo más probable es que proceda de la fusión de dos culturas como la Budista y la Shamanica; Pre Budista Shamanica Bon Po.
En la Antigüedad los budistas mantenían en secreto la utilización de estos sagrados cuencos, lo consideraban como tema tabú por la cantidad de propiedades beneficiosas que obtenían con los cuencos tibetanos.
Una de las historias que ronda la creación de estos cuencos tiene que ver con la caída de un meteorito en un poblado.
De los restos que encontraron del meteorito se descubrió una aleación natural de varios metales. Con dichos metales se fabricó un cuenco para las ofrendas sagradas de los budistas
A partir de ahí se dieron cuenta del sonido que proporcionaba al hacerlo sonar con una vara de madera. Comenzaron a emplearlo y obtenían numerosos beneficios y uno de ellos se reflejaba en las mujeres embarazadas que comían de los cuencos, dichos cuencos les aportaba una gran cantidad de minerales esenciales para las mujeres embarazadas.
También se dice que los cuencos tibetanos servían como recipientes para rituales de sacrificio de animales y como instrumentos musicales utilizados por campesinos en antaño aunque tradicionalmente los cuencos se utilizaban para la meditación y la sanación en los monasterios de monjes.
Según Gwalwa Karmaza que es un maestro bodhisattva tibetano los cuencos cantores del Tíbet emiten el sonido del vacío, tratan de la época del buddha histórico, Shakyamuni que es el sonido del universo manifestándose.
Al principio los cuencos se fabricaron de manera artesanal pero la tradición dice que deben estar formados por la combinación de siete metales: : plata, oro, mercurio, estaño, plomo, cobre y hierro y forjados de forma artesanal.
Después de dicha fundición de los siete metales, los lamas que eran maestros artesanos, daban forma con golpes con un martillo hasta llegar a formar una escudilla o un cuenco tal y como lo conocemos en la actualidad.
Los países que siguen creando este tipo de cuencos son los asiáticos como el Nepal o la India.
Cualidades y propiedades de los cuencos tibetanos
Los principales beneficios de los cuencos tibetanos vienen derivados sobretodo del sonido que producen al frotarlos o golpearlos y sobretodo al mantenerlo más o menos estable con ayuda de la citada vara de madera. Como ocurre –por ejemplo- con los beneficios de la música y la propia musicoterapia.
A continuación te resumimos cuáles son las principales propiedades del cuenco tibetano:
- Ayuda a aliviar el estrés y reducir la ansiedad.
- Mejora la concentración, siendo útil para estudiantes o para la práctica de la relajación y la meditación.
- Equilibra los hemisferios cerebrales, estimulando la actividad de las ondas alfa.
- Ideal para conseguir una meditación más profunda.
- Ayuda a equilibrar y limpiar tanto los chakras como el aura.
- Mediante la vibración de la pituitaria o la hipófisis ayuda a equilibrar el sistema endocrino.
- Alivia los dolores de cabeza.
- Mejora la creatividad.
Además de los beneficios indicados anteriormente, los cuencos tibetanos también son útiles a la hora de limpiar habitaciones y casas a nivel energético, limpiando el entorno.
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