Bajo el imperio de la distancia social

El distanciamiento social y la cuarentena a raíz de la pandemia del covid-19 están imponiendo una nueva forma de convivencia que obliga a replantear las viejas estructuras mentales y sociales. El telón de fondo es el decorado de la «sociedad de la información», donde todo lo que sucede –incluso lo que estamos pensando– tiene que transitar por la autopista de la información y las nuevas tecnologías.

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Vector of two human heads made of gears with light bulb shape inside. Innovation technology and new idea generation concept

Tanto la economía, la educación y la vida social son “virtuales”. Tal como lo he sostenido en artículos anteriores, el desarrollo, aplicación y uso de las nuevas tecnologías está engendrando nuevas formas de esclavitud digital, que son parte del engranaje económico y generan nuevos modos de producción y mecanismos de adaptación social cada vez más refinados y sofisticados.

En el auge de la internet, muchos creen tener cierto poder desde su “smartphone”, que a la vez es la punta de lanza para ser sometido. Nada más eficaz para el sistema de trabajo que su autorreproducción en la psiquis y la mente de quienes lo sustentan con su fuerza de trabajo y “el sudor de sus frentes”, es decir, con la energía de sus propias vidas.

Actualmente, en el Perú se habla con más fuerza del “teletrabajo”, “trabajo virtual”, “trabajo remoto” y “trabajo on-line”. Si bien es cierto que la internet facilita la comunicación y permite que muchos puedan “trabajar desde casa”, hay otra cara de la moneda. Pero también es evidente que ahora la tecnología es factor decisivo para la perpetuación de un sistema basado en el sometimiento objetivo y la manipulación mental, pero con una fuerte carga de control mental. Esto ya se veía venir con la configuración de la “cultura de masas”, abonada por la radio, el cine y la televisión. La sociedad digital en todas sus formas.

En este sentido, los trabajadores-consumidores modernos, bajo los dictámenes del mercado laboral y del consumismo digital, son conducidos en la totalidad de sus vidas por una especie de “control remoto” y lejos de reconocer y romper su determinación ajena, constituyen sin duda y “ocultos a plena vista”, la nueva esclavitud del siglo XXI.

https://ssociologos.com/2020/09/09/bajo-el-imperio-de-la-distancia-social/

Un comentario en “Bajo el imperio de la distancia social

  1. Lo peor de la digitalización global no es la esclavitud laboral, eso ha existido siempre y seguirá así, es la descontextualización personal. Estamos perfectamente informados, incluso interesados, de lo que ocurre a 6000 km de distancia. En lugares a los que jamás iremos y donde a nadie conocemos. Y, sin embargo, desconocemos por completo los problemas del vecino con el que nos cruzamos todos los días.

    Nos abrumamos con la historia de un pastor del norte de Camboya al que le han robado una cabra y somos indiferentes e ignorantes del sufrimiento y la soledad del vecino del cuarto derecha.

    Ya no vivimos en el lugar donde estamos. La vida es, cada vez más, algo puramente mental en vez de físico.

    La gente protesta por estar confinados por una pandemia y no se dá cuenta de que estamos confinados dentro de nosotros mismos sin motivo. Nuestra relación con el mundo es a través de una pantalla……..y nadie nos lo ha impuesto.

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