El gobierno chino ha anunciado que planea aumentar drásticamente el uso de tecnología para cambiar artificialmente el clima, algo que podría traer más conflicto con naciones vecinas y tener consecuencias inesperadas.

La tecnología de siembra de nubes, o sistemas que pueden lanzar moléculas de plata al cielo para provocar la condensación y la formación de nubes, ha existido durante décadas, y China la utiliza con frecuencia.

Ahora, y según reporta CNN, el gigante asiático quiere aumentar el tamaño total de su área de prueba de modificación climática a casi 9 millones de kilómetros cuadrados para 2025, un aumento enorme y un área más grande que la India, lo que podría afectar el medio ambiente en una escala épica e incluso potencialmente estimular el conflicto con los países vecinos.

Niebla de guerra

En particular, China e India comparten una frontera muy disputada por la que se han enfrentado tan recientemente como este año. La agricultura de la India se basa en una temporada de monzones que ya se ha vuelto impredecible debido al cambio climático, lo que hace que los expertos del país se preocupen de que China pueda usar su capacidad para controlar la lluvia y la nieve como arma.

GEOINGENIERÍA — Un trabajador dispara cohetes para la siembra de nubes en un intento de hacer llover en Huangpi, China, el 10 de mayo de 2011.

«La falta de una coordinación adecuada de la actividad de modificación del clima podría llevar a cargos de “robo de lluvia” entre las regiones vecinas», concluyen los investigadores de la Universidad Nacional de Taiwán en un artículo de 2017 publicado en Geoforum.

Manipulación global

En el pasado, China ha utilizado su tecnología de modificación climática para sembrar nubes mucho antes de eventos importantes como los Juegos Olímpicos de 2008 o ciertas reuniones de índole político, para que de esta manera los eventos programados tengan lugar bajo cielos despejados, informa CNN.

Pero esta expansión planificada del sistema significa que otros países pueden estar sujetos a sus caprichos meteorológicos, sembrando conflictos internacionales además de nubes.

Fuente: Futurism. Edición: MP.