Trascendiendo la lógica y los paradigmas

Ya lo descubrimos…La Verdad es un estado Interior.

Para vivirla hay que adentrarse en la conciencia de la mano del silencio, o sea, aprender a contemplar.

Es un vuelo por sobre el pensamiento, por sobre la lógica, para profundizar en la Verdad que ya somos…o sea que, no es algo en lo que trabajar, sino saltar por sobre la lógica y encontrarnos con la Verdad. 

El silencio de pensamientos nos puede llevar muy lejos…tanto que nos permite darnos cuenta de este sueño en el que creemos ser lo que no somos, y morar en la Verdad que sí somos.

Profundizar en nuestra conciencia es redimir nuestra parte humana…y a la vez ayuda a la redención de la parte humana global. También consideramos que así lo hizo el despertar de Jesús, de Buda, de Lao Tsé, y otros. No hay modo de que lo que ocurra en una consciencia que se cree individual no afecte a la Conciencia Única, y viceversa.

Todo ser humano que toca su conciencia y se redime de ilusiones, redime al Campo consciente todo…abre una ventana hacia la liberación, quedando en las otras consciencias el acercarse a esa ventana y aprovecharla o no. Pero todas son tocadas y tarde o temprano en todas se manifestará la Inteligencia única, ya que cada individualidad humana es un reflejo de lo Sagrado, lo Divino. Un pequeño holograma dentro de otro que a la vez está dentro de otro y de otro…hasta reconocerse como el Infinito sagrado en que tenemos el Ser.

Muchos humanos están despertando. En quietud y en silencio, la visión se aclara y amplía. Aunque parecemos estar entrampados en esta manifestación, todo responde a un plan divino que escapa a nuestra mente, a nuestra lógica. Por eso el vuelo, el salto, la realización en silencio…trasciende sí o sí la lógica.

En ese estado de contemplación, y a pesar de lo que vemos en el plano físico y psíquico, con sus historias de dramas y lucha, llegamos a ser conscientes de que…” Todo está bien”. Podemos salirnos de esa ilusión en la que lo separamos todo en placer y dolor, alegría y tristeza, amor y odio.

Por encima de esa separación ilusoria, en estado puro, somos Consciencia, somos Espíritu.

Nuestra persona humana no lo entiende, y tiende a creer que es un juego injusto en el que algunos ganan y otros pierden…hasta que nos damos cuenta de que NO HA PASADO NADA.

Todo sucede en la temporalidad, como parte del movimiento de la consciencia, de la Inteligencia, proyectada en una pantalla virtual, ilusoria.

Encontremos la pantalla dentro nuestro y separémonos de ella. No por esfuerzo ni con lucha, sino con la lucidez que surge del silencio, de la contemplación, que se manifiesta como Luz potente que deshace las sombras de lo irreal.

La verdad no es un pensamiento, ni un concepto o creencia.

La mayoría de nosotros vivimos en un mundo denso de autolimitación apoyado por experiencias basadas en supuestos y expectativas. Nos gusta inventar y adoptar “paquetes” muy rígidos y autolimitantes de supuestos llamados paradigmas.

Por lo tanto, nuestra experiencia de la verdadera realidad, la realidad tal como existe y opera más allá de las suposiciones limitantes dependerá de nuestra capacidad para volvernos más conscientes.

Los paradigmas son «grupos» enteros de suposiciones y creencias.

Son estas creencias fundamentales las que los paradigmas abordan y las que los ponen en marcha. Hemos sido condicionados a aceptar y adoptar inconscientemente éstas creencias, y en consecuencia, las utilizamos para crear nuestro propio paradigma, «visión del mundo» o «perspectiva».

Y para disolverlos, nos valemos no de la confrontación sino de la contemplación para contactar la Verdad.

Estos paradignas son bloques de inconsciencia, pruducidos por la mente y las historias que acumula y da por ciertas…por lo tanto con una gran dosis de no-mente, de presencia silenciosa y de observación, logramos la lucidez que nos permite intimar con la Verdad, fuera de todo paradigma .

Intimemos con ella… y disolverá la trama del pensamiento.

Es de esperar que caeremos infinidad de veces en la ilusión nuevamente, mas la lucidez que proporciona el contemplar es una lámpara que se mantiene latente y resguarda una luz muy paciente, que espera sin limitaciones de espacio-tiempo.

En lucidez, no hay muchas verdades…solo Una, pero con muchos caminos que llevan a ella.

 Solo una Verdad, solo una Realidad, solo un Dios.

Solo Uno.

http://elblogdetahita.blogspot.com/2020/11/trascendiendo-la-logica-y-los-paradigmas.html

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