Las historias de brujería también son un atractivo para conocer rincones del planeta, como así asegura Civitatis, empresa líder en la venta de visitas guiadas, excursiones y free tour en español por todo el mundo. En España hay pueblos muy vinculados a leyendas oscuras, brujerías y actividad paranormal. De hecho, dentro de nuestras fronteras hay un pueblo excomulgado, Trasmoz, localizado a las faldas del Moncayo, que, además, también sufrió una ancestral maldición. Diversos enfrentamientos entre la Iglesia y el pueblo, primero por la falta de leña y, tres siglos más tarde, por una reprimenda con el agua, acabó con una maldición de Dios. Cuenta la leyenda que al cubrir un crucifijo del altar con un velo negro y recitar el salmo 108 de la Biblia cae una condena eterna en el lugar, como así sucedió en Trasmoz.

Sin embargo, no es la única localidad que está repleta de misterios. Desvelamos algunos alquelarres famosos de la península.

1. Soportújar (Granada)

En la Alpujarra granadina también se sospecha que brujas, hechiceros y hasta mantequeros, individuos que supuestamente extraían la grasa a los niños para sus pociones y conjuros, procedentes de Galicia se establecieron aquí para huir de la Inquisición. Tanto son los indicios de que esto fue así que hasta el gentilicio de Soportújar es brujo/a y tienen un par de fiestas anuales en honor a estos oscuros habitantes.

El pueblo sabe que el esoterismo es algo muy atractivo para el turismo y por ello han preparado escenarios increíbles que sirven para ilustrar algunos de los oscuros acontecimeintos que supuestamente sucedieron allí. Entre sus laberínticas blancas calles con vistas a la sierra se hallan escobas, calderos apilados, representaciones de brujas en fuentes, dragones, tarántulas, serpientes atravesando casas… en definitiva, todos los elementos necesarios para imaginar cómo era una vida sobrenatural por estas tierras siglos atrás.

Otro de sus puntos atractivos son la gran escultura de la bruja nórdica Baba Yaga, que da la bienvenida al pueblo, la Cueva Ojo de Bruja y la Era De Los Aquelarres, un increíble mirador con vistas, indiscutiblemente, mágicas.

2. La Lastra (Madrid)

Bajo la Sierra Guadarrama se encuentra esta aldea madrileña abandonada por los bombardeos de la Guerra Civil Española, en las inmediaciones todavía se puede divisar restos de bunkers y trincheras, aunque, según dicen, realmente los habitantes abandonaron el pueblo porque estaba “endemoniado”.

Antes de las leyendas de los fantasmas de la Guerra, las brujas se escondían en esta aldea para practicar artes oscuras. Se dice que en los rincones del campo donde hacían sus hechizos brotaban setas formando un círculo. Los vecinos de localidades aledañas, Robledo de Chavela o Valdemaqueda, muy cansados de estos inexplicables hechos decían salir por la noche a cazarlas.

3. Cernégula (Burgos)

Este pueblo burgalés fue lugar de encuentro de brujos y hechiceros de Cantabria, Navarra y Castilla durante los siglos XV y XVI. Se dice que, en La Pila, conocida oficialmente como la Charca de Cernégula, estos personajes se reunían en las orillas para intercambiar las últimas pócimas que habían aprendido y así evitar ser cazados por la Inquisición.

En la famosa laguna está la figura de una bruja montada en su escoba, para recordar los mitos que encubren el lugar.

4.  Zugarramurdi (Pamplona)

5. San Salvador de Coiro (Pontevedra)

En Galicia, entre las rías de Vigo y Aldán, en la Península del Morrazo, se encuentra el pequeño pueblo de San Salvador de Coiro muy conocido por los brebajes humeantes que realizan las brujas cerca de la Playa de Coiro. Estos hechizos servían para convocar a las ánimas errantes de la zona. Para llamar a las demás brujas a este evento, utilizaban la campana de la Iglesia de Coiro que se hizo famosa porque «tañía sola» e hizo que el sacerdote dibujara símbolos supersticiosos y de protección contra las brujas. 

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