Desarrollar la motivación pura
En este libro, y en mi papel de profesor, he intentado desarrollar una motivación tan pura como fuese posible pensando en ti, lector. Por tu parte, es importante que te adentres en estas enseñanzas con buen ánimo y buena motivación.
Para aquellos lectores que practicáis el budismo, y que asumís que la completa iluminación es vuestra definitiva aspiración espiritual, también es importante que mantengáis firme la voluntad de ser buenos seres humanos de corazón cálido. Teniendo presente ese objetivo podréis estar seguros de que vuestros esfuerzos en ese sentido resultarán beneficiosos, y que os ayudarán a acumular cualidades y a crear energía positiva a vuestro alrededor. Al tiempo que os preparáis para leer estas enseñanzas, deberíais en primer lugar refugiaros en las Tres Joyas y reafirmar vuestra generación de la mente altruista, para aspirar a lograr la plena iluminación para el bien de todos los seres. Si no os refugiáis en las Tres Joyas, vuestra práctica no llegará a ser práctica budista. Y sin la generación de la aspiración altruista para conseguir la iluminación por el bien de los seres sensibles, vuestras actividades no se convertirán en budismo Mahayana.
Algunos lectores, qué duda cabe, no practican el budismo, pero igualmente muestran un serio interés por las enseñanzas budistas. Algunos lectores provienen de otras tradiciones religiosas, como el cristianismo, y tienen interés en ciertos aspectos de las técnicas budistas y los métodos para la transformación espiritual. Aquellos lectores que no practicáis el budismo, también podéis generar un buen ánimo y una buena motivación mientras os preparáis para leer estas enseñanzas; y si descubrís que sois capaces de adoptar e incorporar ciertas técnicas y métodos a vuestra vida espiritual, hacedlo, por favor. Si, por otra parte, no os resultan de ayuda dichos métodos, obviamente podéis limitaros a cerrar el libro.
Por lo que a mí respecta, no soy más que un simple monje budista que siente una honda admiración y devoción por las enseñanzas de Buda, y en especial por sus enseñanzas sobre la compasión y la comprensión de la más profunda naturaleza de la realidad. No me siento orgulloso de mis propias habilidades a la hora de representar la riqueza de las enseñanzas espirituales de Buda, sin embargo hago todo lo que está en mi mano por acarrear con la responsabilidad que la historia ha colocado sobre mis hombros compartiendo mi comprensión de las enseñanzas budistas con el mayor número de gente posible.
Muchos de los que lean estas enseñanzas buscarán en ellas, como objetivo principal, métodos para la transformación de sus mentes. Por parte del profesor lo deseable es que él o ella, de ser posible, disponga de un completo conocimiento de los temas que pretende enseñar. Por lo que a mí respecta, no puedo afirmar disponer de un completo y absoluto conocimiento de los temas que trato en este libro. Sin embargo, el texto que estudiaremos aborda por encima de todo la doctrina del vacío, y dado que siento una profunda admiración por la filosofía del vacío, siempre que tengo oportunidad, reflexiono sobre ella todo cuanto puedo. Según mi limitada experiencia ―puedo afirmar que dispongo al menos de una limitada experiencia―, siempre he sentido que se trata de una filosofía viva y que la comprensión del vacío produce un efecto. También me siento emocionalmente conectado a la idea del vacío. Eso es todo lo que puedo esgrimir a mi favor respecto a mi capacidad para enseñar este texto.
Intelecto y fe
Para todos los lectores, bien se trate de aquellos que han desarrollado un profundo interés por el budismo y están embarcados en un camino espiritual para explorar las ricas enseñanzas de Buda o bien de aquellos que están empezando, es importante no verse cegado únicamente por la fe, o sea aceptarlo todo simplemente basándose en la fe. Si lo haces, corres el peligro de perder el sentido crítico. El objeto de tu fe y tu devoción debe ser descubierto mediante la comprensión personal derivada de la reflexión crítica. Si, como resultado de tu reflexión crítica, desarrollas un sentido de profunda convicción…, entonces tu fe podrá desarrollarse. La confianza y la fe que se desarrollan sobre la base de la razón serán ciertamente más firmes y fiables. Si no usas tu intelecto, tu fe en las enseñanzas de Buda será simplemente fe no razonada sin base alguna para tu propia comprensión.
Es importante estudiar para expandir tu propia comprensión personal de las enseñanzas de Buda. Nagarjuna, el maestro hindú del siglo II, afirma que tanto la fe como la inteligencia son factores cruciales para el desarrollo personal, y que de los dos la fe es el pilar. También dice bien claro, no obstante, que aun teniendo la fe necesaria para mantener nuestro progreso espiritual, necesitamos inteligencia, una facultad que nos permite reconocer el camino adecuado y cultivar un entendimiento profundo. Tu comprensión, sin embargo, no debe quedarse meramente en el nivel del conocimiento y el intelecto. Tiene que estar integrada en tu corazón y en tu mente para que conlleve un impacto directo en tu conducta. De otro modo, tu estudio del budismo sería puramente intelectual y no tendría efecto alguno en tu actitud, tu conducta o tu modo de vida.
El texto original
En el budismo tibetano los textos originales, como los sutras y los tantras, son las palabras originales del propio Buda. Además está el Tengyur, la extensa colección de tratados compuestos por autorizados estudiosos hindúes. También existen miles de comentarios escritos por algunos de los grandes maestros de las cuatro tradiciones del budismo. El texto original que usamos para las presentes enseñanzas es «Sabiduría», el noveno capítulo de El camino del Bodhisattva (Bodhicharyavatara), escrito en el siglo VIII por el gran maestro hindú Shantideva.
Recibí la transmisión de este texto del último Khunu Rinpoche, Tenzin Gyaltsen, que era un gran meditador y maestro espiritual. Se especializó en la práctica de la generación de la mente despierta altruista, basándose en el texto de Shantideva. Khunu Rinpoche recibió a su vez la transmisión del conocido Dza Paltrül Rinpoche.
Usaré dos importantes referencias como base de mi comentario al texto de Shantideva. La primera es de Khenpo Künpal, que refleja la terminología de Nyingma, la vieja escuela de traducción. La otra es de Minyak Künsö, que a pesar de ser también discípulo de Paltrül Rinpoche, fue seguidor de la escuela Geluk; de ahí que su terminología responda a la tradición Geluk. Al tiempo que expongo el texto original, también destacaré las interpretaciones divergentes de ambos expertos sobre el capítulo nueve de Shantideva. ¡Veamos qué tal funciona!