Aunar Cuerpo y Espíritu. Abrir las Alas de Libertad Infinita. Conectar con el Alma. Liberar la conciencia.
El articulo de hoy es una invitación a entrar en el mundo de la danza trance, una técnica meditativa para el desarrollo personal practicada desde hace miles de años por chamanes y pueblos indígenas.
La danza y el trance son los medios utilizados desde el origen del chamanismo para llegar al mundo de los espíritus, el chamán considera que el mundo es una unidad, un todo, dividido en varias realidades.
LA DANZA TRANCE, LIBERA LA CONCIENCIA.
La Danza Trance es una expresión natural, espontánea y holística.
La Danza Libre, junto con el canto y la música, probablemente también tiene la capacidad de poner a los participantes en un estado de trance. La Danza Trance, bailar libre hasta alcance el trance chamánico, es un método ancestral utilizado por culturas indígenas como los aborígenes australianos o los bosquimanos del Kalahari desde hace decenas de miles de años.
Etimológicamente la palabra «trance» viene del verbo latín transire que se traduciría como atravesar. La raíz trans significa «al otro lado», mientras que el sufijo ire se traduce por la acción de «desplazarse, ir».
Es posible alcanzar el trance a través de varias técnicas: oración, ritos religiosos, meditación, ejercicios de respiración, yoga, sustancias inductoras, ciertos ejercicios físicos, tantras, música, danza, ayuno, e incluso el dolor físico. Estas diferentes técnicas están relacionadas con las culturas que las desarrollaron y con distintas áreas de cada tradición. En muchas tradiciones místicas, el trance está bien visto e incluso se provoca adrede para llegar a estados modificados de conciencia.
Sólo a partir del siglo XIV el concepto cambió su significado a un estado psicológico-fisiológico, tal y como nosotros lo conocemos hoy en día. Cada vez más, la palabra trance ha pasado a utilizarse como ese tránsito entre los diferentes estados de consciencia.
La danza trance apareció en muchos sitios del planeta hace más de treinta y cinco mil años, y aunque algunas de estas danzas pervivan en ciertas latitudes, en la cultura occidental dejaron de estar presentes hace seiscientos años.
Es ante todo un acto ceremonial y ritual, dirigido a una entidad superior para:
- Para protegerse del destino (danza de la lluvia);
- Dar coraje (danza de guerra o caza);
- Complacer a los dioses (Antigüedad egipcia, griega y romana).
Trance cinético sin posesión.
La danza primitiva, junto con el canto y la música, también tenía la capacidad de poner a los participantes en un estado de trance. Se trata de un trance cinético sin posesión que tiene relación con el movimiento, en este caso, con la danza.
El trance cinético aparece en las etnias más primitivas y diversas, representando para ellas la posibilidad de liberar todo tipo de tensiones emocionales, las cuales a través del trance cinético son canalizadas de una forma socialmente aceptable, de acuerdo con el modelo cultural de la colectividad.
El trance cinético es un instrumento místico y mágico, influye sobre los planos astrales, dota al ser humano que lo practica, de una belleza infinita, adquirida mediante la desinhibición total del ser, logrando con la danza fundirse en la grandeza del Cosmos, que no es ni más ni menos que la réplica de sí mismo.
Como ejemplos de ello, encontramos tradiciones como la danza del fuego de los navajos, la danza de máscaras en Bali, la de la deidad Shiva en la India, el arte marcial del tai chi o las danzas sufíes de los derviches, por nombrar algunas entre las más conocidas.
- Entre los romanos, la danza trance formó parte de procesiones, festivales y celebraciones
- En el hinduismo, Shiva es el dios creador que hace bailar al mundo a través de los ciclos del nacimiento, la muerte y la reencarnación.
- En los primeros tiempos de la iglesia en Europa, el culto incluía la danza.
- Los derviches sufíes, con su danza giratoria, representan su viaje místico hacia dios y su cosmogonía en el acto de bailar.
- A principios del siglo IX, Carlomagno llegó a prohibir la danza, que sobrevivió como parte de los ritos religiosos de los pueblos europeos, aunque camuflada con nuevos nombres.
En Occidente, la pérdida de muchos rituales que practicaban nuestros ancestros se explica por la persecución de la Santa Inquisición. En la Edad Media, a los que celebraban este tipo de danzas se les tachaba de poseídos por el demonio. Por eso, aquél que osara practicarlas se exponía a la represión, hasta el punto de poder morir quemado vivo en una hoguera.
El mundo moderno, con la Revolución industrial, y el consecuente cambio de lo rural hacia lo urbano, influye en la manera en que la persona mira hacia sí misma; se produce una enajenación, un desarraigo. Se pierden esos rituales colectivos, a través de los cuales el individuo expresa y comparte su mundo interior.
La única manera de lidiar con este mundo sin libertad, es volverte tan absolutamente libre, que tu mera existencia sea un acto de rebelión. – Albert Camus
En los últimos 30 años, Occidente ha mostrado un creciente interés por la Danza Trance. Maestros de baile, psicólogos y terapeutas están desarrollando formas de integrar esta práctica en la vida moderna.
En tiempos recientes vinculamos este tipo de danza con Los 5 Ritmos de Gabrielle Roth, las Meditaciones Dinámicas de Osho, Shaking de Ratus Bagus, Life Stream de Tony Crisp, Movimiento Contemplativo Espontáneo de Paula Reeves, Danza Trance de Frank Natale, Autocinética de Bradford Keeney. En todas ellas, después del baile, uno se acuerda de lo que ha vivido, en oposición a otro tipo de danzas con una posible amnesia posterior. En este caso hablamos de los trances cinéticos con posesión, de los ritos afrocaribeños como el Vudú, en Haití, o la Santería, en Cuba, además de ritos afrobrasileños como la Umbanda, el Candomblé, el Cantimbó o el Batuqué, entre otros.
DANZA LIBRE, DANZA EXPRESIVA, DANZA COMUNITARIA.
La Danza Libre busca el movimiento personal de los participantes, que puedan experimentar una nueva manera de expresarse y de compartir con el grupo.
La danza como rito, es en esencia una acción simbólico-ritual que ,cual metáfora, posee la extraordinaria capacidad de evocar y afirmar una realidad inaccesible a la descripción directa; una realidad que sólo puede enunciarse en la conjunción de los ritos y de los símbolos, transgrediendo las significaciones corrientes de nuestro lenguaje y comportamiento.
La acción ritual desde la danza, ve al mundo como una reflexión, irrumpe en la unidad y el estatismo del sistema social, desde una dimensión subjetiva, involucrando la pluralidad de los puntos de vista, atendiendo al caos, desde una postura dionisíaca de la cultura que se contrapone a la versión domesticada.
Además la danza trance, en tanto que ritual comunitario, los practicantes encuentran una forma de ponerse en contacto con deidades, arquetipos o espíritus de la naturaleza para que intercedan en beneficio del grupo. A través de la danza y la música, los miembros de la comunidad invocan su protección antes de salir a cazar o ir al campo de batalla, pero también cuando nace un nuevo ser, hace falta lluvia o una buena cosecha. De alguna forma, la danza permite a sus miembros dar salida a sus frustraciones y a sus temores.
La Danza Libre constituye una herramienta de expresión y de comunicación, a través de la que manifestar nuestra rabia, locura, nuestro amor, nuestra libertad, los miedos, los bloqueos y también los deseos. Mediante una danza espontánea, libre y no filtrada por la mente, podemos proceder a liberar del inconsciente toda esa información en forma de movimiento. Es una manera muy útil de resetear y actualizarnos de manera sana y amena.
A través del movimiento del cuerpo la danza abre puertas hacia estados de conciencia donde el hombre se encuentra con su espíritu, en un estado de unión consigo mismo y de sanación, un momento donde los límites de la realidad se desvanecen y se expande la conciencia para entrar a otras dimensiones. El movimiento, los sonidos y ritmos crean un espacio donde la danza se manifiesta en cada persona de manera única, y a la vez se genera un espacio de unión entre quienes participan de ella.
Esta energía vibrante es como una corriente de electricidad espiritual, que alimentada por canciones, ritmos, cantos y movimientos vibratorios espontáneos del cuerpo, te tocan de una manera nunca antes experimentada. La música sagrada y repetitiva es un vehículo que conduce a un estado alterado de consciencia.
Todas las etnias, aunque estén muy alejadas entre sí, coinciden en la percusión para llevar el ritmo de sus danzas. La percusión, más o menos elaborada, tiene una analogía directa con el latido del corazón. Por eso, estas comunidades aplican de forma intuitiva lo que los científicos han demostrado más recientemente: los ritmos de ciento veinte o más latidos por minuto afectan al cerebro, facilitando los estados modificados de conciencia. A través del ritmo sostenido vivimos una liberación emocional intensa que nos permite dejar de lado la mente, lo intelectual.
LA MÚSICA Y LA DANZA.
Desde el principio, la música y la danza fueron unidas. ¿Cuál engendró a cuál? ¿Fue la música la que provocó el movimiento?, ¿o por el contrario fue la danza la que con sus cadencias sugirió el ritmo? Probablemente nunca lo sepamos, y tampoco interesa especialmente, pero estas dos artes se han complementado desde siempre.
El uso del tambor en el chamanismo no tiene objetivos musicales, sino rituales. Por ejemplo, la danza del tambor, para crear la atmósfera trascendente; la danza del chamán para inducir el estado de trance; un beso del tambor para acompañar las vivencias de los cuatro elementos de la naturaleza, o el uso del tambor para dialogar y comunicar nuestros estados interiores al otro, así como el uso del tambor para acompañar el ritmo del corazón, realizar las danzas rituales de los animales de poder o pasar del caos al orden.
En el canto chamánico acompañado con el tambor y sonidos onomatopéyicos, el chamán, acompañado por el ritmo del instrumento, emite sonidos, cantos rituales o encantos, que auto inducen el trance.
MAGIA DE LA NATURALEZA, MAGIA EXPRESIVA.
Libera tu sabiduría en trance con la Naturaleza.
Los primeros indicios sobre la realización de danzas datan de la Prehistoria, en el Paleolítico , donde las pinturas rupestres dan fe de la existencia de danzas primitivas.
La danza, sobre todo si es repetitiva, podría conectarnos con nuestra parte más animal y calmar la cháchara mental que controlan otras partes del cerebro. Esto explicaría que la danza haya tenido desde sus orígenes un sentido trascendente para el ser humano.
Las danzas del reino animal –como los círculos que dibujan las abejas para avisarse cuando han encontrado néctar o el cortejo de las grullas– indican que el deseo humano de moverse rítmicamente está arraigado en el sistema límbico o «cerebro reptiliano», la parte del cerebro más primitiva e instintiva.
Primero y sobre todo, la danza es una capacidad que tienen todos los organismos vivos para auto-regularse. Las emociones más básicas se exteriorizan a través del movimiento, es el reflejo de la esencia misma del ser, que utiliza su propio cuerpo para comunicarse, para entrar en contacto con el mundo que le rodea.
La danza junto con el canto y la música, es una de las maneras más rápidas de entrar en un estado alterado sin ayuda de sustancias psicoactivas. Un ritual que por miles de años ha ayudado a mantener la relación del hombre con la tierra permitiéndole entrar en estados similares de vibración y unión.
«En comunión con el ritmo cósmico, el alma canta, llena de luz, y el hombre libre llega a bailar su vida», escribió el coreógrafo y bailarín checo François Malkovsky, quien inspirándose en las leyes de movimiento de la naturaleza sistematizó las coreografías de la llamada danza libre. Otras danzas meditativas muy diferentes son las propuestas por Osho en sus meditaciones dinámicas, la danza trance o el baile de los cinco ritmos, en las que se llega a la quietud después de una catarsis.
La Danza Libre es un movimiento energético y liberador, una técnica simple y eficaz para aportar relajación y restaurar la vitalidad en los órganos internos, el sistema nervioso involuntario y la columna vertebral. La danza se entiende como oración. El Danza libre es una forma en la que se vacían múltiples contenidos, el pensamiento, la moral, lo sagrado, la reproducción, el cambio, el poder o la rebelión. Cuando se realiza, disuelve las dicotomías, integra el decir y el hacer, la creencia y la acción.
Al permitir fluir el movimiento espontáneo del cuerpo, el sonido y la expresión creativa dirigidos desde el interior vamos a soltar los bloqueos liberando tensiones y traumas, tanto físicos como emocionales. Es una forma suave y sencilla donde el cuerpo encuentra naturalmente el camino para relajarse, sin esfuerzo, simplemente dejándose mover, como un bebé en la cuna.
A través de la danza libre podemos sanar a través del movimiento espontáneo, la respiración consciente y la expresión. Una forma peculiar de acceder a la liberación y la expansión de la conciencia, accediendo a un estado de relajación y profunda espiritualidad.
LA DANZA TRANCE, MEDITACIÓN DINÁMICA.
Es habitual imaginar que, para meditar, hay que sentarse y permanecer inmóvil observando la respiración, el pensamiento, algún objeto o la propia conciencia. Pero no tiene por qué ser necesariamente así. Se puede meditar en movimiento, es la meditación dinámica.
Meditar no es una técnica, es un estado en el que simplemente se es, sin juzgar, y en el que uno no se identifica con lo que hace, con lo que siente o con lo que piensa. Es un estado de mayor conciencia que propicia la sensación de estar en contacto con lo esencial.
El objetivo deseado de una danza trance es alcanzar el “Estado de Conciencia Chamánico”, un estado que abre a los participantes a todo un mundo interior de visiones y otro tipo de información sensorial que son totalmente diferentes a nuestras experiencias cotidianas.
Wilbert Alix, fundador del movimiento contemporáneo del Trance Dance, lo describe en pocas palabras:
«Imagina una oscuridad tan intensa y tan completa que llegues a ver con el corazón en lugar de con los ojos.»
En las danzas trance, la meta común del facilitador y el participante es que los danzantes alcancen un estado modificado de conciencia. De alguna manera, la danza trance capacita para revivir y comprender los acontecimientos traumáticos y, de esta manera, poder liberar los recuerdos dolorosos para que ya no interfieran en nuestras vidas.
A través de la expresión corporal, con gestos, gritos, bailes o contorsiones, la danza trance tiene la capacidad de reestructurar nuestra personalidad, ya que actúa sobre diferentes planos de la conciencia en un estado que no es el habitual. Esto permite que el individuo potencie su memoria, clarifique los problemas y modifique sus actitudes, además de favorecer la creatividad, la intuición, el desarrollo de la inteligencia y la sensibilidad. La danza trance es un medio para restablecer el equilibrio biológico, psicológico y social.
Como iniciarse…
El baile libre comienza con una venda sobre los ojos de los participantes (aconsejable al principio) y un ritmo de tambores muy particular, que estimula un cambio en nuestras ondas cerebrales y así ayuda a los participantes a entrar en el estado de conciencia chamánico. Es la fase de calentamiento: movimientos concretos para estimular la espontaneidad organísmica, respiración consciente para aumentar la sensibilidad, visualizaciones.
A continuación, llega el movimiento libre, en silencio, inducido por los propios estímulos, emociones, sensaciones, sentimientos e imágenes internos o animado por la música, los ritmos, el grupo, mantras, encantos, poesías, imágenes, lemas….
Finalmente, el trance. El cuerpo se abandona al movimiento, manteniendo la mente sujeta al presente con el ritmo, mientras podemos enfocarnos en percepciones más sutiles. Apoyados en la música, nuestra atención va incrementándose y, a través de la respiración o la visualización, se va afinando cada vez más.
El espíritu se manifiesta físicamente como aliento. Cuando el aliento penetra, se traslada hasta los pulmones y alimenta a la sangre con la energía que necesita para mover el cuerpo. Experimentamos la curación física y emocional. La respiración rompe los bloqueos que se producen en el cuerpo emocional, y crea las condiciones para que podamos sentir esas emociones y liberarlas. Liberamos gemidos de gozo, de dolor, de tristeza, de ira y de pasión. Luego el cuerpo espontáneamente libera la fatiga, el dolor, hasta que toda emoción queda limpia.
A menudo se completa con expresión plástica (modelado, pintura, collage, voz….) para articular en formas artísticas nuestras imágenes internas y tener acceso a las claves simbólicas de nuestro subconsciente. La energia de la danza se transforma en creación, por ejemplo: Creación de un Talisman.
Disponer de espacios de conciencia donde la danza se use como herramienta sin necesidad de acudir a clases de baile es una excelente forma de trabajo personal para vivir en sinfonía con uno mismo. Y es que la vida es armonía, música, danza y también ritos y rituales. Justo ahora, más que nunca, en estos tiempos de pandemia y confinamiento, puede ser cuando más los necesitamos.
Lo mejor es no preguntarse nada y practicar.
Que el Espíritu nos Guíe.
FUENTES:
- Wikipedia
- Dj Albert Pala. «Ecstatic dance, bailando hacia la libertad». Liebre de Marzo 2020. Barcelona
- Frank Natale «Danza trance, el éxtasis de los chamanes» Oasis, 1997 Barcelona
- Markessinis, Artemis. Historia de la Danza desde sus orígenes. Madrid, Librerías Deportivas Esteban Sanz, 1995,
- Jordan, Stephanie. Stravinsky Dances. Re-Visions across a Century. Hampshire (Great Britain), Dancebooks, 2007,
- Imagenes de Pixabay
https://www.elsantuariodelalba.com/2021/04/14/la-danza-trance/