Uno de los aspectos más asombrosos de la ingeniería de materiales es la búsqueda constante de mejoras e innovaciones que, entre otros efectos, logre una mayor eficiencia en el aprovechamiento de los recursos pero también una mayor comodidad ahí donde el material se utiliza. De hecho, con cierta lasitud argumentativa, podríamos pensar en la hipótesis de que toda ingeniería no es otra cosa más que la búsqueda de la comodidad para el ser humano.

Bajo esta perspectiva podemos considerar una invención desarrollada recientemente por científicos de la Universidad de Purdue, situada en Lafayette, Indiana, Estados Unidos, quienes por medio de una investigación mayormente en el campo de la química, consiguieron una pintura tan blanca, que refleja el 98% de la luz del sol.

Más allá de las particularidades técnicas del material, muy probablemente la primera pregunta que acude a la mente sea en relación con la utilidad de dicha pintura o la razón por la cual un grupo de investigadores se abocó a buscar semejante cualidad.

Dicho motivo no es en lo absoluto ocioso, sino, por el contrario, muy interesante, pues una pintura blanca con dicha característica podría contribuir notablemente a descender la temperatura ambiente, especialmente si la superficie de una o varias construcciones en una misma zona está recubierta con ella.

El incremento de la temperatura debido a la concentración de edificios es un problema sobre todo urbano. De hecho, los gobiernos de ciudades como Nueva York y Chicago incentivan programas con acciones que contribuyan a mitigar dicho calor, entre otras, pintar azoteas de color blanco. 

Sin embargo, se sabe que la mayoría de las pinturas blancas que se encuentran en el mercado tienen, paradójicamente, el efecto opuesto, esto debido a su composición química.

En el caso de la pintura desarrollada por los científicos de la Universidad de Purdue, se trata de un material con una concentración elevada de sulfato de bario, el cual está presente en otros productos de uso humano como los cosméticos (de color blanco también) y el papel fotográfico. 

La singularidad del sulfato de bario con respecto a la luz es que la dispersión de ésta varía dependiendo del tamaño de las partículas de la sustancia, de modo tal que una gama más amplia de tamaños de partículas permite que la pintura disperse más espectro de luz del sol, de acuerdo con el comunicado de la Universidad de Purdue emitido al respecto.

Con esta variación, esta nueva pintura refleja casi 3% más de la luz del sol en comparación con pinturas basadas en carbonato de calcio (las cuales pueden llegar a reflejar hasta 95.5% de la luz solar). Y aunque parezca poco, ese porcentaje puede volverse sumamente significativo en grandes metrópolis, con una elevada densidad de construcciones.

Al respecto, Xiulin Ruan, profesor en ingeniería mecánica responsable del equipo que desarrolló el material, dimensionó el efecto de la pintura de esta manera:

Si se utilizara esta pintura para cubrir una superficie de techo de unos 1,000 pies cuadrados [92.903 metros cuadrados], calculamos que se podría obtener una potencia de refrigeración de 10 kilovatios. Eso es más potente que los aires acondicionados centrales que se utilizan en la mayoría de las casas… Si se observa el [ahorro] de energía y la potencia de refrigeración que puede proporcionar esta pintura, es realmente emocionante.

Como vemos por este cálculo, el beneficio de este nuevo material puede ser, en efecto, mayúsculo. Particularmente en una época como la nuestra, en la que cualquier ahorro de energía que pueda emprenderse a gran escala –relacionado con actividades humanas–, representa un impacto notable en favor del medio ambiente, la naturaleza y en general la vida en la Tierra.

https://pijamasurf.com/2021/05/adios_al_aire_acondicionado_cientificos_desarrollan_una_pintura_que_refleja_el_98_de_la_luz_del_sol/