Estamos viviendo una explosión del interés y crecimiento del campo de la micología (el estudio de los hongos). Particularmente fascinante es el creciente conocimiento de los micelios, esa compleja y casi mágica red que tejen los hongos en el subsuelo, como si se tratara de un internet orgánico. Y por supuesto, la revolución de la medicina psicodélica, que tiene a la psilocibina como su actor principal.
El documental de Netflix Fantastic Fungi es una muestra de este entusiasmo que se abre a nuevas posibilidades: entender nuestra relación con la naturaleza y crear una vida más sustentable. El documental se centra en el científico Paul Stamets, posiblemente la persona que más ha hecho en las últimas décadas para generar conciencia sobre los hongos y su profusa pero apenas explorada variedad de usos y beneficios.
Stamets cree que «la naturaleza es inteligente» y esto puede apreciarse en la complejidad que exhibe el tejido del micelio, la parte vegetativa, rizomática del hongo. Los hongos, dice, «te pueden curar, te pueden dar de comer y te pueden matar». Siguiendo a Terence McKenna, otro gran entusiasta de los hongos, podríamos añadir: y te pueden hablar. Son quizá un lenguaje que apenas estamos empezando a entender.
Fantastic Fungi se pregunta por esta rara característica del reino fungi de no ser animal ni vegetal, sino algo en medio o los dos al mismo tiempo. Explora también el poder que tienen los hongos para facilitar procesos de descomposición y las innumerables aplicaciones que pueden tener como coadyuvantes en la respuesta al cambio climático. Según los investigadores que aparecen en el documental, hay una verdadera mina de oro de recursos «inteligentes» en la tierra. Además existen hongos que son poderosas medicinas para el sistema inmune o deliciosos alimentos que se cotizan altamente entre gourmets.
En cuanto al tema de los psicodélicos, el documental se centra en el poder que tienen los hongos para reencantar al individuo y reconectarlo con la naturaleza. Es como si la misma naturaleza del micelio se propagara psicológicamente en los estados psicodélicos, generando en los pacientes la sensación de interconexión holística. Los hongos parecen curar la depresión no sólo a través de una intervención farmacológica que puede entenderse en términos de una activación de ciertas zonas del cerebro, sino al nivel de un campo de sentido o significado. Es por esta experiencia de ver orden, significado e incluso una especie de energía de sabiduría en la naturaleza que muchos de los pacientes logran la sanación. Como dice uno de ellos, los hongos «me ayudaron a sentirme cómodo con la vida, porque me enseñaron a no temer a la muerte». La aceptación de la muerte y el desapego son lecciones que cruzan el tiempo y hacen de la experiencia psicodélica una terapéutica y de una honda raíz filosófica.
El documental Fantastic Fungi peca un poco de exceso de entusiasmo, pues básicamente sugiere que los hongos pueden salvar al mundo y refleja esto en su tono y forma. Más allá de la hipérbole, es indudable que el reino fungi es realmente fascinante y relativamente desconocido. El documental contribuye a difundir información sumamente valiosa que puede además inspirar cierta acción, o al menos cierta relación (aquella entre el hombre y el hongo).
https://pijamasurf.com/2021/08/fantastic_fungi_el_documental_sobre_el_potencial_que_tienen_los_hongos_para_cambiar_nuestra_relacion_con_la_naturaleza/