La psicología transcultural estudia las diferencias y similitudes del funcionamiento psicológico entre grupos de distinta etnocultura. Se trata de un área psicosocial que se enfoca en analizar de qué manera nos influye pertenecer a una u otra cultura.
Esta disciplina también estudia las relaciones entre factores psicológicos, socioculturales, biológicos y ecológicos intra e interculturalmente. Así, los objetivos principales de la psicología transcultural son los siguientes:
- Comprobar modelos y teorías psicológicas en diferentes culturas.
- Descubrir variaciones culturales y psicológicas que pueden o no estar presentes en nuestra propia experiencia cultural.
- Integrar los descubrimientos comunes para construir una psicología más universal.
Además, para entender la psicología transcultural hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales. Por un lado, que los procesos psicológicos básicos (atención, memoria, motivación, aprendizaje, etc.) son comunes para toda la humanidad. Y por otro, que la cultura es la fuente de la variedad comportamental que da forma a las características personales.
“Todas las culturas, de un modo u otro, reflejan necesidades humanas comunes”.
-Bronislaw Malinowski-
Diferencias entre la psicología transcultural y la cultural
La psicología cultural estudia cómo las tradiciones y prácticas sociales transforman y regulan el funcionamiento psicológico. En cambio, la psicología transcultural considera que, debido a las experiencias culturales, existen diferencias predecibles y significativas entre grupos etnoculturales distintos.
Por así decirlo, la primera realiza un estudio endogrupal mientras que, la segunda, lo realiza de tipo intergrupal.
¿Por qué es importante esta disciplina?
Según cifras recientes, existen en el mundo 258 millones de personas migrantes, de las cuales 150,3 migran por motivos laborales y 68,5 de forma forzada, debido a conflictos o a violaciones de los derechos humanos. España constituye el tercer receptor de inmigrantes más grande de la Unión Europea.
La psicología nació y se desarrolló adoptando como referencia la perspectiva propia de la cultura occidental. Esto llevó, en casos de estudios de culturas con patrones diferentes a los occidentales, a interpretaciones o perspectivas erróneas en las investigaciones.
Un ejemplo de esto es que, en torno a la I Guerra Mundial, se afirmara que las personas de raza afroamericana eran menos inteligentes.
Uno de los factores que hace de la psicología transcultural un componente relevante del saber humano es, visto esto, la posibilidad de relativizar y normalizar patrones psicosociales diferentes a los nuestros, cuando dichas diferencias se dan por el mero hecho de tratarse de etnoculturas distintas.
Implicaciones de los hallazgos de la psicología transcultural
Hoy en día, disponemos de un conocimiento relativamente extenso de aquello en lo que a nivel individual repercute la cultura de una persona, y sobre los procesos de adaptación de un individuo como mecanismo natural.
Por ello, ante el mundo migrante en el que vivimos, y desde una perspectiva humanista e integradora, debemos tener en cuenta ciertos aspectos transculturales en la práctica clínica. Por ejemplo:
Sobre el paciente
Entre las características del paciente, de cara a una evaluación o intervención psicológica, hay que considerar:
Etnicidad
La etnicidad hace referencia a un grupo de común nacionalidad, religión o historia. Las diferencias entre distintas etnias nos ayudan a comprender cómo viven las personas determinadas experiencias diferencialmente. Por ejemplo: personas de etnia gitana no experimentan la muerte de la misma forma que una persona de etnia germana.
Lenguaje
El lenguaje afecta desde a la posibilidad de entendimiento interpersonal, pasando por la interpretación de distintos significados, hasta a la adaptación de pruebas de evaluación. Por ello, para trabajar con personas con distinta lengua, es importante dominar ese otro idioma, o acudir a un intérprete.
Aculturación
La aculturación es el proceso por el que la persona se adapta, integra o se conforma con una nueva cultura. En este proceso es fundamental tener en cuenta por qué el sujeto abandonó su cultura, los sentimientos hacia la nueva cultura, y también si el cambio es voluntario o forzado.
Experiencia cultural
Tener en cuenta qué etnicidad se encuentra en cada cultura, nos aporta información valiosa sobre cómo la persona puede estar experimentando esa cultura. Por ejemplo, un hispano en Miami no tendrá la misma experiencia que un hispano en Inglaterra.
Dominio de tests
Este punto es especialmente importante en el caso de la evaluación neuropsicológica. No en todas las culturas se ha entrenado a las personas a ser eficientes el mismo tipo de tareas cognitivas. De esta forma, no podemos tratar igual, por ejemplo, la rapidez en ejecutar una tarea independientemente de la cultura.
Socialización racial o trato estereotípico
Algunas etnias o razas sufren de estereotipos acerca de sus capacidades, creencias y sentimientos. Estas ideas hay que considerarlas en toda evaluación o intervención, pues pueden determinar en parte el comportamiento, la actitud y el rendimiento de los pacientes.
Sobre los instrumentos de evaluación
Validez de constructo
Muchos instrumentos han sido elaborados bajo la suposición de estar libres de influencia cultural. Sin embargo, la realidad es que no solo las habilidades están influenciadas por la cultura sino que, mediante la educación, la propia cultura “enseña” qué habilidades son relevantes y cuándo y cómo deben ser adquiridas.
Además, los constructos psicológicos no se manifiestan de la misma forma en diferentes culturas -por ejemplo, como ocurre con el sentimiento de culpa en personas de una cultura cristiana frente a una cultura budista-.
Puntuaciones estandarizadas
En relación al apartado anterior, es de suma importancia elaborar y utilizar pruebas validadas y baremadas en la población cultural a la que se esté atendiendo; los resultados medios obtenidos sobre una muestra de una cultura no son aplicables a muestras de culturas diferentes.
Sobre el profesional
Igual o más importantes son los aspectos que un profesional debe tener en cuenta sobre uno mismo. Entre ellos, destacamos los siguientes:
- Ser consciente de las propias creencias y asunciones sobre estereotipos, valores y comportamiento humano, y cómo estos pueden afectar negativamente en la praxis psicológica.
- Hacer un esfuerzo para comprender el punto de vista de pacientes culturalmente diferentes.
Además, es importante que el profesional sepa comprometerse y esforzarse por llevar a cabo una práctica clínica sensible, y con los instrumentos y habilidades de comunicación adecuados, para trabajar con poblaciones culturalmente diversas.
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