Vajra o Dorje El relámpago sagrado y el centro diamantino de los lamas

El vajra sus representaciones y simbolismos.
El vajra (o dorje en tibetano) se asocia al budismo tántrico, es el implemento que el lama o el maestro budista generalmente sostiene en su mano derecha. Representa autoridad espiritual y es denominado «cetro diamantino». El vajra simboliza el punto central y sugiere centralidad, constituye el eje, la estabilidad y la imperturbabilidad, también esta asociado a el Buda Akshobya el Buda azul cuyo nombre significa «inquebrantable» o «imperturbable».


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Antecedentes del Vajra
Aunque el Vajra se vincula particularmente al budismo tántrico, algunos antecedentes y referencias pre-budistas nos proporcionan una idea de las tempranas asociaciones que llegó a asimilar el símbolo del vajra tántrico.

Relámpago de Indra
En primer lugar significa relámpago o rayo, en particular el relámpago de Indra; de acuerdo con la mitología hindú, él es el rey de los dioses. Indra o Shakra, como a veces se le llama, es una antigua divinidad hindú. El es descrito y elogiado como el dios de la tormenta. En particular es el dios de las nubes oscuras de tormenta que traen consigo las lluvias de temporada, de las que depende la agricultura india. En el arte se representa a Indra como una figura robusta y poderosa, montado en un enorme elefante y sosteniendo con su mano derecha el relámpago o rayo, el vajra. La mitología hindú dice que el relámpago es lo más poderoso que pueda existir: no hay nada que pueda vencerlo o resistirlo -ni un arma ni una armadura ni nada-. El vajra es absolutamente irresistible. Indra utiliza esta irresistible arma para aniquilar a sus enemigos, los demonios de la sed y la sequía. Por lo tanto el término vajra significa, en primer lugar, relámpago, en particular el relámpago de Indra.

Asiento diamantino
Luego tenemos el termino vajrasana que significa «asiento diamantino» que en ocasiones se traduce como «trono diamantino». Para poder entender lo que es el vajrasana tenemos que recordar que el Buda alcanzó la Iluminación a los treinta y cinco años en un lugar llamado Bodh-Gaya, en el estado de Bihar en India. De acuerdo con la tradición, el Buda despertó a la Realidad mientras se encontraba sentado al lado de un árbol. El punto donde se sentó al lado de este árbol ha sido conocido, desde este entonces como el «trono diamantino» o vajrasana. La tradición nos cuenta que se llama así debido a que se considera que todos los Budas anteriores, en los previos ciclos mundanos, han alcanzado la Iluminación sentados en ese punto axial.

¿Qué es el Vajra?
La palabra vajra posee un doble significado en sánscrito. En primer lugar significa relámpago o rayo, y en segundo lugar significa diamante. La mitología hindú dice que el relámpago es lo más poderoso que pueda existir y el diamante es la piedra preciosa más dura: corta todo pero nada puede cortarla, también es absolutamente puro e incorruptible y no se oxida como el hierro; además nada puede mancharlo y permanece puro aún debajo de millones de capas de polvo.


Descripción del vajra
En la iconografía budista, ya sea en dos o tres dimensiones, el vajra, a pesar de referirse a un relámpago o a un diamante, siempre aparece como una especie de rayo estilizado y nunca como un diamante.

En medio está formado por una esfera, saliendo de cada lado de ésta una flor de loto, algunas veces de cuatro pétalos y otras de ocho. De cada uno de los lotos se desprenden cinco rayos, de algunos vajras se desprenden nueve. Uno de los rayos forma el eje central, de tal manera que hay una biela que atraviesa todo el vajra. Los otros cuatro rayos se despliegan en las cuatro direcciones cardinales, después se curvan para unirse al rayo central nuevamente, en el que todos convergen. La parte de cada rayo más cercana al loto tiene forma de hoja, aunque, de hecho, no lo sea. Realmente se trata de la cabeza de una extraña bestia. En algunos vajras podemos distinguir esto de una manera clara, mientras que en otros se ha estilizado tanto a la bestia que no es posible reconocerla.

De esta forma observamos que el vajra consiste en cuatro elementos específicos: una esfera central, dos flores de loto -de cuatro u ocho pétalos-, dos conjuntos de cinco radios y la cabeza de una extraña bestia en los ocho rayos

Simbolismo de los elementos del Vajra
El centro

La esfera central representa la plenitud, la totalidad y la perfección. Por lo tanto, simboliza la Realidad. En el budismo mahayana la palabra que más se usa para denotar la Realidad es Shunyata que, de manera literal, quiere decir »Vacuidad» o «Vacío». Sin embargo Shunyata, no significa vacío en el sentido de la «vacuidad» o de la «nada»: se refiere al vacío en el sentido de que no hay nada que pueda identificarse con «esto» o «eso» por medio de la mente racional, no hay nada que pueda describirse como «ser» o «no ser», «existencia» o «inexistencia»: la Realidad se encuentra más allá del pensamiento y del discurso.

Los lotos
Enseguida pasamos a analizar las flores de loto de cuatro u ocho pétalos. En un vajra encontramos una de éstas desprendiéndose de cada lado de la esfera central. Para entender lo que significan los lotos necesitamos observar la esfera central, la cual no sólo cuenta con un significado geométrico, sino que además representa algo tambien organico un huevo o una semilla. Esta porción central del vajra simboliza la Realidad como fuente (huevo, semilla) última de toda la existencia. El loto en general denota el nacimiento, el desarrollo, el crecimiento -especialmente crecimiento armonioso-. Por lo tanto, los dos lotos, que crecen en los dos lados opuestos de la esfera central, representan el surgimiento de la dualidad básica de la existencia, que surge de la Realidad indiferenciada; representan la división inicial y primordial de la Realidad en dos grandes polos, en dos grandes mitades, en dos grandes mundos.

Simbolismo del primer juego de rayos
El primer conjunto de cinco rayos, además de representar a los» cinco Budas», representa las cinco Sabidurías. Las cinco Sabidurías están asociadas con los «cinco Budas» y algunas veces se dice que son las Sabidurías de esos Budas -los Budas son el equivalente en imágenes de las Sabidurías en forma conceptual-.

1ra sabiduría
La primera de las cinco Sabidurías es el dharmadhatu, Dhatu significa «esfera», «plano» o «campo», y dentro de este contexto representa el cosmos en su totalidad. Dharma, es un sinónimo de la Realidad y de la Verdad. Simbolizada por Vairochana, el Buda blanco. Dharmadhatu.

Se refiere al universo como esfera de la manifestación de la Realidad o al universo concebido como algo totalmente impregnado de la Realidad. Por lo tanto, la Sabiduría del dharmadhatu conlleva el conocimiento directo del cosmos en su totalidad como algo idéntico a la Realidad misma.

2da sabiduría
En segundo lugar se encuentra la «Sabiduría similar a un espejo», simbolizada por Akshobhya. Esta Sabiduría es como un espejo porque éste refleja todos los objetos; de igual manera la mente iluminada lo refleja todo: entiende la verdadera naturaleza de todo. . La mente iluminada refleja todo pero nada se le adhiere. Nuestra mente, sin embargo, es muy diferente. Podemos afirmar que nuestra mente es una especie de espejo al que se adhieren todos los reflejos. De hecho, éstos se coagulan en nuestra mente quedando todos revueltos. Por otra parte, en la mente iluminada no se da una reacción subjetiva o un apego subjetiva, sino solamente una objetividad pura y perfecta, similar a la de un espejo que refleja todo aquello que existe.

3ra sabiduría
La tercera es la «Sabiduría de la igualdad», simbolizada por Ratnasambhava. La mente iluminada capta todo con una objetividad total y tiene la misma actitud hacia cualquier cosa. Se percata de todo y al mismo tiempo ve la realidad común en ese todo, sosteniendo siempre una actitud común. La mente iluminada manifiesta igualdad ante todo; expresa el mismo Amor y la misma Compasión sin distinción ni discriminación alguna.

4ta sabiduría
La cuarta es la «Sabiduría que todo lo distingue», simbolizada por Amitabha. La mente iluminada, especialmente bajo su aspecto de la «Sabiduría que todo lo distingue», no sólo discrimina la unidad de las cosas sino que además ve las diferencias entre éstas, observando estos dos aspectos conjuntamente. No reduce la pluralidad a la unidad; tampoco reduce la unidad a la pluralidad: distingue tanto la una como la otra.

5ta sabiduría
En quinto lugar se encuentra la «Sabiduría que logra todo», simbolizada por Amoghasiddhi, el Buda verde. La mente iluminada se dedica a trabajar por el bienestar de todos los seres vivos, y para lograrlo echa mano de muchos «medios perspicaces». La mente iluminada ayuda a los seres vivos de forma natural y espontánea; la «Sabiduría que logra todo».

Simbolismo del segundo juego de rayos
El segundo conjunto de rayos, representa, a su vez, tres conjuntos de cinco cosas. En primer lugar representa los cinco elementos: la tierra, el agua, el fuego, el aire y el espacio. En segundo lugar los cinco agregados de la existencia condicionada: la forma, los sentimientos, las percepciones, los impulsos o voliciones y la conciencia. Finalmente representa los cinco venenos mentales: la avidez, la aversión, el engreimiento, la distraccion y la ignorancia.

Samasara Y Nirvana
En el simbolismo de los dos conjuntos de radios, el primero representa, el mundo de la Iluminación y el segundo el mundo no iluminado. Aunque ambos sean aspectos de una misma Realidad última, ambos polos, el polo yang y el polo yin, emergieron de la misma Realidad; ambos, por ende, a pesar de su divergencia, se corresponden tanto general como particularmente.



Por último el ser anfibio Makara

El cuarto y último elemento en el símbolo del vajra es la cabeza de la extraña bestia que se repite ocho veces. Esta pertenece a la mitología hindú y con frecuencia es usada como motivo decorativo en el arte y en la arquitectura. Se conoce como makara, que se traduce como «lagarto». ¿Pero qué está haciendo un lagarto en el vajra? Una característica de este reptil es que es una bestia anfibia; se encuentra a gusto tanto en el agua como en la tierra. Así pues, makara, es un símbolo de la unión de los opuestos -une el agua con la tierra.

El vajra y la perfección de la Sabiduría
La «Perfección de la Sabiduría» o la «Sabiduría Trascendental», con la que se alude a la Sabiduría que intuye la Realidad Absoluta de una forma directa es la que penetra como un relámpago o que corta como un diamante. Asociada al vajra, la sabiduría trascendental atraviesa nuestras ilusiones y autoengaños, nuestras nociones equivocadas y nuestras proyecciones.

¡Sabiduría que destruye!
Podemos incluso generalizar y llegar a afirmar que la Sabiduría Trascendental es destructiva. Ésta destruye nuestras suposiciones intelectuales, que a menudo adoptamos con demasiada facilidad; destruye nuestros condicionamientos psicológicos, entre los que generalmente estamos enredados; destruye nuestras trabas emocionales, a las cuales con frecuencia nos apegamos. Es decir, nos destruye a nosotros mismos como somos en el presente.

Epítetos de la palabra vajra
El significado de la multiplicación del epíteto del vajra es que siempre debemos experimentar todo a través de su esencia vajra, saturándonos de la experiencia de la realidad.

Algunos ejemplos son los siguientes:
La Iluminación, Bodhi empezó a denominarse vajra-Bodhi,
El corazón que manifestaba la firme resolución de alcanzar la Iluminación empezó a ser llamado vajrachitta,

El aspecto del ser en el que uno es idéntico al vajra empezó a denominarse el vajrakaya del ser, y que generalmente se traduce como «cuerpo diamantino».

La comunidad de iniciación que recibe el nombre de vajrakula. De modo literal, kula quiere decir «familia», tanto en el sentido ordinario como en el sentido espiritual del término. Una kula es una comunidad de gente que sigue el mismo sendero espiritual, generalmente bajo la guía del mismo maestro.

Al maestro tántrico se le denomino el vajraguru -o vajra-charya, que significa «el gurú real», «el gurú verdadero», «el gurú auténtico», «el gurú de la experiencia directa» «el gurú que hace las cosas en serio».

Juglares tántricos
Además tenemos la vajragita; gita significa «canción». Vajragita o canción diamantina es la que entona el maestro tántrico expresando su experiencia directa de la Realidad. Muchos de los maestros tántricos, especialmente los pertenecientes al medioevo Indio, eran figuras muy poco convencionales; no tenían la apariencia de gurus ni hablaban o se comportaban como tales. Con frecuencia la gente no sabía qué eran y parece que rondaban por los alrededores cantando como juglares. No impartían enseñanzas de una manera formal, sino que simplemente cantaban, algunas veces sin que nadie se lo pidiera. Existen varias colecciones de vajragiti en la literatura tántrica las más conocidas son las «Doha Kosha» o «Colección de canciones de Sarahapada” así como el gran número de canciones de Milarepa.

En el ritual tántrico todo es vajra

Todos los objetos y ofrendas que se ocupan en el ritual tántrico llevan el epíteto vajra: la flor que se ofrece se llama vajrapushpa o «flor diamantina», porque al ser ofrecida durante el ritual tántrico la persona tenía que experimentar la realidad última de la flor, es decir, lo que era la flor realmente. Por medio de este acto no solamente se ofrecía la flor fenoménica sino además la flor trascendental -la flor en su esencia trascendental-. La persona lograba experimentar la naturaleza de la flor en la profundidad de su ser, ofrendando esta experiencia. De una manera similar, en el ritual tántrico no solamente se toca la campana, sino que se toca la vajra-campana; no solamente se enciende incienso ordinario sino vajra incienso; se usa vajra agua, etcétera. Tan sólo había una cosa que se usaba en el ritual tántrico que no contaba con el epíteto vajra: el vajra mismo. Era lo único que no era real porque era la Realidad.



Dos figuras asociadas con el vajra
El Bodhisattva Vajrapani.

Vajrapani significa «el que empuña el relámpago», pertenece tanto al budismo mahayana como al tántrico y cuenta con muchas vertientes en sus representaciones iracundas y pacíficas. La expresión de su cara es de ira aterradora y su cuerpo se encuentra rodeado de un halo de llamas. Se encuentra pisoteando a dos figuras, las cuales representan la ignorancia y la avaricia; las pisotea de una manera triunfante debido a que las ha destruido. Está levantando su brazo derecho, empuñando el vajra -el relámpago diamantino- como si fuera a lanzarlo.



La figura del Vajrasattava

La figura de Vajrasattva era originalmente la de un Bodhisattva, por lo que sigue siendo representado de este modo, aunque en esencia es un Buda o un Adi-Buda. Generalmente se le presenta como un hombre joven de dieciséis años -los hindúes consideran que ésa es la edad más atractiva-.

Práctica de visualización de Vajrasatva
En la práctica de visualización, Vajrasattva es de un color blanco brillante y se encuentra sobre nuestra cabeza, en medio del cielo azul. En su corazón encontramos la sílaba Hum, de color azul oscuro. Alrededor de esta sílaba giran, siguiendo la dirección de las manecillas del reloj, las letras azules o blancas del mantra de cien sílabas de Vajrasattva. De la sílaba Hum y de las letras del mantra caen gotas de néctar, convergiendo en una especie de chorro, un flujo tibio, refrescante, purificador, que cae en nuestra cabeza y fluye a través de nuestro cuerpo -por el nervio mediano, a través de los centros psíquicos. En tanto que realiza su recorrido, limpia toda impureza y cualquier corrupción en nuestro ser. Mientras nos sentimos limpios, brillantes, resplandecientes y cristalinos, empezamos a recuperar nuestra pureza original, dándonos cuenta de que no sólo nos hemos vuelto puros, sino también de que en las profundidades de nuestro ser siempre lo hemos sido, absolutamente puros, sin mancha alguna. Al percatamos de esto empezamos a sentir que nos baña un sentido de Realidad, impregnándonos con su poder; nos convertimos en Vajrasattva, con el apoyo del vajra, del relámpago sagrado, del cetro diamantino de los lamas.

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