El poeta místico y erudito religioso Rumi (1207-1273), fue autor de una de las obras poéticas más extensas y sublimes del islam: el Mathnawi, es el exponente de la corriente experiencial o afectiva. En sus poemas Rumi expresa el anhelo de la extinción del yo que permite alcanzar la plena unión con Dios.
Rumi el gran poeta persa nos dejó grandes pensamientos y reflexiones que tienen tanta vigencia como hace cientos de años. Las frases de Rumi nos permiten tener un momento de introspección y nos alienta a pensar en nuestra vida desde un punto de vista espiritual, el cual nos brindara una visión holística de lo que nos sucede en el momento actual.
Rumi habló sobre la vida, al amor y a la familia, cuentos cortos y profundas enseñanzas y sobre todo poemas que pueden estremecer nuestra alma. En esta oportunidad presentamos una bella e inspiradora reflexión del poeta Rumi para tener calma y fortaleza espiritual en tiempos difíciles.
La guía de Rumi sobre la vida y la espiritualidad
Le preguntaron a Rumi:
¿Qué es el veneno?
– Cualquier cosa más allá de lo que necesitamos es veneno. Puede ser el poder, la pereza, la comida, el ego, la ambición, el miedo, la ira, o lo que sea…
¿Qué es el miedo?
– La no aceptación de la incertidumbre. Si aceptamos la incertidumbre, se convierte en aventura.
¿Qué es la envidia?
– La no aceptación de la bienaventuranza en el otro. Si lo aceptamos, se torna en inspiración.
¿Qué es la ira?
– La no aceptación de lo que está más allá de nuestro control. Si aceptamos, se convierte en tolerancia.
¿Qué es el odio?
– La no aceptación de las personas como son. Si las aceptamos incondicionalmente, a continuación, se convierte en amor.
¿Qué es la madurez espiritual?
– Es cuando se deja de tratar de cambiar a los demás y nos concentramos en cambiarnos a nosotros mismos.
– Es cuando aceptamos a las personas como son.
– Es cuando entendemos que todos están acertados según su propia perspectiva.
– Es cuando se aprende a «dejar ir».
– Es cuando se es capaz de no tener «expectativas» en una relación, y damos de nosotros mismos por el placer de dar.
– Es cuando comprendemos que lo que hacemos, lo hacemos para nuestra propia paz.
– Es cuando uno deja de demostrar al mundo lo inteligente que se es.
– Es cuando dejamos de buscar la aprobación de los demás.
– Es cuando dejamos de compararnos con los demás.
– Es cuando se está en paz consigo mismo.
– La madurez espiritual es cuando somos capaces de distinguir entre «necesidad» y «querer» y somos capaces de dejar ir ese querer.
– Se gana madurez espiritual cuando dejamos de anexar la “felicidad” a las cosas materiales.
“Sé como el árbol que suelta aquello que ya está muerto” -Rumi
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