Vivimos en esa era en la que a todo comportamiento y reacción -en especial si se produce en redes sociales- se le añade al instante una etiqueta. El epíteto que navega en nuestra actualidad desde hace unas semanas no puede ser más llamativo. Nos referimos a “whisdar”, anglicismo que define el deseo de decidir sobre la sexualidad de otra persona.
La popularidad de este vocablo parte de la reciente ruptura de una conocida pareja del mundo musical. Shawn Mendes y Camila Cabello son dos de las celebridades más admiradas por la generación Z. El fin de su relación ha reactivado de nuevo los comentarios sobre el deseo de que Mendes revele por fin que, en realidad, es gay.
La obsesión por la sexualidad de un personaje público no es algo nuevo, pero en los últimos años se está volviendo problemático. También controvertido porque Shawn Mendes ya ha reiterado en numerosas ocasiones que, aunque no tendría problema alguno en ser o explicar que es gay, en realidad no lo es.
Sin embargo, el universo LGBTQ+ en Twitter y otras redes sociales insisten en ese deseo, publicando memes, videos, hashtags, etc. Un deseo que también puede trasladarse a la inversa en aquellos fans heteros que, por ejemplo, anhelarían que Matt Bomer cambiara de orientación sexual.
En el pasado había una silenciada desesperación por tener referentes homosexuales. Se esperaba que algún actor o actriz revelara que era gay. Ahora, hay necesidad de que los famosos se ajusten a la identidad sexual de cada uno.
Wishdar: quiero que tu sexualidad se ajuste a la mía
Muchos han puesto en duda la orientación sexual de Tom Cruise, al igual que a Cristiano Ronaldo, John Travolta, Hugh Jackman, Oprah Winfrey, o Hilary Clinton. Así y pesar de que alguien sea haya dicho ser heterosexual, en algunos casos es común que otras personas la cuestionen.
Este es un fenómeno mediado a menudo por un colectivo hambriento de referentes. Además, se le añade otro hecho: en el pasado hubo varias celebridades a quienes siempre les acompañaron rumores sobre su sexualidad y que, más tarde, resultaron ser ciertas.
Sucedió con Rodolfo Valentino y Rock Hudson. A pesar de que ambos contrajeron “matrimonios lavanda” (casamientos para tapar especulaciones), finalmente se descubrió su auténtica orientación sexual. En la actualidad, son muchos los que creen que determinados famosos aún no se atreven a salir del armario y que sus relaciones también son “vínculos lavanda”.
Hacer salir del armario a quien nunca ha entrado, una forma silenciosa de bullying
Wishdar es un deseo, una necesidad: la de que alguien que nos gusta tenga nuestra identidad sexual. Sentirlo no es un problema. Imponer esa idea de manera constante y hacerla pública sí lo es. Esto es lo que está sucediendo en la actualidad. Hay bombardeo constante de mensajes orientados a poner en duda la orientación sexual de personajes famosos.
Esa forma de acoso vulnera la identidad de una persona, y esa constante retahíla de chistes, memes e insinuaciones termina convirtiéndose en una forma de bullying. Hacer salir del armario a quien nunca ha entrado o a la inversa es una forma evidente de agresión. Asimismo, hay otro hecho indudable y es que con este tipo de campañas se hace un daño evidente a la propia comunidad LGTBQ+.
Wishdar, o un modo de invalidar también la identidad de género en el colectivo LGTBQ+
Miles de personas ponen en duda cada día la identidad de género de Shawn Mendes. Lo hacen sin saber que aquella persona que desee verdaderamente “salir del armario” temerá sufrir ese mismo tipo de acoso. Ese en el que puede aparecer alguien de pronto para poner en duda su orientación.
En este contexto, no podemos dejar de lado el hecho de las tasas desproporcionadas de intimidación que sufren los jóvenes LGBTQ +. Así, estudios, como los realizados en el departamento de Psicología del College of Saint Benedict y Saint John’s University, recuerdan algo significativo.
Las microagresiones al colectivo son una constante en nuestra sociedad. A veces, hasta en las expresiones humorísticas terminamos discriminando o generando un daño indirecto. La práctica del wishdar supone poner en duda a través de burlas y memes la identidad de género de cada uno. Y esto puede alzarse también como una forma evidente de microagresión.
Shawn Mendes, como otras figuras públicas, son tachadas a menudo de anti-gays solo porque no se ajustan a la identidad sexual deseada de un colectivo.
El derecho a no revelar la propia identidad sexual y a salir del armario al ritmo que uno desee
Si hay algo evidente y necesario es que, cualquier persona LGTBIQ+ tiene derecho a salir de su armario al ritmo que considere necesario. Sin embargo, cuando hablamos de celebridades parece que existe cierta presión a que quien sea gay lo haga público cuanto más pronto mejor. Se nos olvida que tal proceso lleva tiempo y que además existe otra realidad: la no obligación de no decirlo si no se desea.
Es cierto que las personas públicas pueden ser valiosos referentes para muchos, pero también habrá quien no desee serlo y que se le conozca solo por su trabajo. Vivimos en una sociedad en la que hay un sinfín de etiquetas para describir modos de sentir, amar y de identificarse a uno mismo. Dejemos que cada cual encuentre las suyas (si lo desea) y dejemos sobre todo de imponer las nuestras.
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