Hay distintas costumbres y cábalas que se celebran en Latinoamérica para culminar un año que se va y empezar uno nuevo con buen pie.
¿Cómo celebra Latinoamérica la llegada del Año Nuevo?
Cada país tiene distintas formas de celebrar el año viejo que se va y darle la bienvenida a uno nuevo. En el imaginario popular, es un ritual que sirve para cerrar un ciclo y empezar otro con buen pie.
Algunos de ellos son parecidos entre sí, con una que otra variante dependiendo del país.
Y otros están estandarizados por toda la región, basados en tradiciones provenientes de otros países.
Algunos rituales son muy conocidos, como las famosas 12 uvas que tienes que tragar una por cada campanada a las doce de la noche mientras pides un deseo.
También están quienes guardan un billete en el bolsillo o ponen una moneda en el zapato para que no falte el dinero en el año entrante.
Y no hay quien falte aquel que le dé una vuelta a la manzana con una maleta para asegurarse un año en el que no falten los viajes. hay quienes incluso hacen este ritual con el pasaporte en la mano.
Conocidos o no, o similares o distintos, todos estos rituales tienen un punto en común: procurarse iniciar el nuevo año con prosperidad. Hay quienes piden dinero, otros salud o el amor que tanto anhelan; y otros que lo hacen por pura diversión o solo «por si acaso».
¿Cuáles de estos son los rituales menos conocidos?
Tirar agua por la ventana…
El agua es un potente catalizador de cambio y de renovación. Pero en algunos países tienes que andar con cuidado que no te caiga un balde de agua en la cabeza si estás caminando por la calle en el último día del año.
En Uruguay se celebra «el baldazo», que es tirar un balde lleno de agua por la ventana hacia la calle. Se dice que esta tradición ahuyenta las penas del año que se termina y le da la bienvenida a uno lleno de prosperidad.
Como es verano en el cono sur, mucha gente no se lo toma en serio y lo ven más como un juego (o algo molesto dependiendo de si eres la persona que lanza o recibe el agua).
Otras versiones escatiman la cantidad y en vez de un balde arrojan un vaso o una «bombita», un globo lleno de agua.
En Cuba se hace algo similar llamado «el cubazo», que al igual que en Uruguay, consiste en lanzar un balde de agua por ventanas y balcones. Esto tiene dos objetivos: limpiar las energías y dar diversión a los vecinos.
…Y papeles
Otra variante del agua es lanzar papeles por las ventanas. En Uruguay igualmente se acostumbra a tirar los viejos calendarios (o almanaques) ya rotos o quemados.
Esto puede obedecer a la tradición de deshacerse de todo lo viejo para hacerle espacio a los nuevos objetos que te traerá el año nuevo.
No necesariamente tienen que ser calendarios. En algunos países acostumbran a limpiar la casa a fondo como acto purificador, ya sean esos zapatos que ya no usas o algo que no necesites.
En otros lugares hay quienes barren la casa, asegurándose de sacar el polvo desde adentro hacia afuera por la puerta. Pero hay que asegurarse de limpiar lo más profundo posible, cada esquina, para evitar que las energías del año viejo queden en la casa.
La quema del año y «las viudas»
Al igual que el agua, el fuego es un elemento que significa renovación o purificación.
En muchos países latinoamericanos se procede a quemar un muñeco o monigote hecho de materiales inflamables, como papel, aserrín y ropa vieja.
En Ecuador es popular la «quema del año viejo», una práctica con orígenes en los tiempos de la colonia que consiste en quemar un muñeco. Este puede representar a un personaje famoso, ya sea real o ficticio, como un político o el protagonista de una película.
Esta tradición viene acompañada de «las viudas», hombres vestidos de mujeres con exagerado maquillaje y peluca que «lloran» por «el viejo» mientras pasean entre el tráfico pidiendo una recolecta que después utilizarán para la fiesta.
Minutos antes de la medianoche, se da lectura al testamento, preparado con mucho humor y sátira, en medio de los llantos de dolor de las viudas. La gente asiste celebrado haciendo otros rituales, como las doce uvas y el paseo de las maletas.
En el norte de Chile en cambio se lleva a cabo la «Quema de Monos», que son enormes figuras de papel reciclado y objetos viejos que simbolizan las malas experiencias del año que va.
La práctica de la quema de muñecos se extiende también a Nicaragua (donde se le llama «El viejo»), Colombia, Perú, México y algunas zonas de Venezuela y Argentina.
Otra variante que se practica en muchos países, mucho más simple, es escribir un número de deseos para el Año Nuevo (generalmente tres) en un papel, o anotar lo malo del año viejo, y quemarlo a la medianoche con las precauciones respectivas.
Lentejas, pero no solo para comerlas
Si buena fortuna quieres tener, lentejas debes comer. Se cree que este alimento significa no solo buena salud sino también fortuna.
Hay quienes no se limitan solo a comerlas. También hay personas que procuran poner lentejas en aquellos lugares donde suele haber dinero, como los bolsillos de la ropa o la billetera.
También hay quienes reciben el Año Nuevo abrazando a sus queridos con un puñado de lentejas en la mano, o quienes colocan estos granos en los rincones de la casa para procurar que la buena suerte llegue al hogar.
La costumbre no se limita solo a lentejas sino también a distintos tipos de granos, como el arroz. Se colocan en un plato con una vela que se deja encendida durante la noche del 31 y después se entierran.
Muchas personas creen que las lentejas les recuerdan a las monedas de la Antigua Roma y que por eso la costumbre que proviene de Italia.
Aunque la gente no se basa solamente en tener cerca un puñado de lentejas o arroz para llamar a la suerte y el dinero.
En México hay personas que acostumbran a regalar borreguitos por considerar que es un animal que trae dicha (no en vano, los mexicanos se refieren al dinero como «la lana» de forma informal).
En Costa Rica la gente acostumbra también a llevar una rama de Santa Lucía, una planta de flores moradas de la que se cree trae buena suerte. Se coloca en billeteras y bolsos para que no falte el dinero.
¿Cómo estará el clima?
Si estás en México o en Colombia quizás sepas lo que son las cabañuelas, lo que en algunas partes de España se conoce como témporas.
Pero en el caso de que no sepas qué son, se trata de un método tradicional de predicción meteorológica. Y mucha gente, creyendo en su veracidad, se fija en ellas para saber cómo será el clima del nuevo año.
Hay quienes insisten en que este método no tiene ningún rigor científico. Pero ello no impide que muchas personas aprovechen el último día del año o el 1 de enero para fijarse cómo estará el tiempo en los próximos 12 meses y hasta hacer planes en función de ello.
El método es el siguiente: los primeros doce días de enero representan un mes de forma ascendente (1 de enero representa enero, 2 de enero es febrero, el 3 de enero es marzo y así consecutivamente). Y del 13 al 24 de enero lo mismo pero a la inversa (13 de enero es diciembre, 14 de enero es noviembre, etc.).
Luego del 25 al 30 de enero cada día representa dos meses de forma ascendente dependiendo de la hora (Desde la medianoche del 25 de enero hasta el mediodía representa enero, y desde el mediodía hasta la medianoche del mismo 25 de enero representa febrero).
Y finalmente el 31, cada tramo de dos horas representa un mes de forma descendente (de la medianoche hasta las 02:00 am es diciembre, de las 02:00 am hasta las 04:00 am es noviembre, etc.).
Ekeko
En Perú y Bolivia no puede faltar el ekeko, una figurita de unos pocos centímetros que representa a un hombre vestido a la manera típica de los altiplanos andinos.
Aunque el culto a este personaje no se limita al Año Nuevo, las personas lo toman como una oportunidad idónea para tener presente a esta deidad aimara.
Se dice que el ekeko viene cargado con una gran cantidad de bultos llenos de comida y objetos de necesidad. Y si se le cuida bien traerá abundancia y alegría.
Pero cuidado, porque si se le descuida o abandona, el ekeko puede revertir las cosas y traer infortunio.
EL cuidado de este amuleto a finales de año coincide también conque en enero se celebra la Feria de la Alasita, una fiesta tradicional del que el ekeko es una figura central.
El huevo
En algunos países de Centroamérica se acostumbra a cascar un huevo y ponerlo en un vaso con agua. Hay quienes lo dejan toda la noche del 31 de diciembre a la intemperie al lado de la ventana, o incluso lo ponen bajo la cama.
Se dice que la forma que adopte el huevo será lo que depara el nuevo año.
Lo que nos dejó la pandemia
Se sabe que la ropa que vistas es un elemento importante a tener en cuenta cuando suenen las campanadas de las 12 de la noche.
En países como Venezuela se conoce como «llevar el estreno» o «ponerse el estreno» a las últimas prendas adquiridas. La idea es que el Año Nuevo no puede agarrarte vistiendo ropa vieja.
El color también es importante. Amarillo para el dinero (muchos insisten en que tiene que ser la ropa interior), rojo para quienes están buscando pareja y blanco para la buena energía.
Pero tiempos modernos requieren soluciones modernas y hay quienes ya adaptan las viejas costumbres con las nuevas llevando mascarillas de estos colores.