La teoría de la relatividad psicológica nos recuerda que las verdades absolutas no existen. También, lo difícil que resulta en ocasiones evaluar el comportamiento y la personalidad. Hay casos en los que el evaluador deja entrever sus sesgos a la hora de realizar un informe y, a su vez, también los evaluados pueden mentir con o sin intención durante las pruebas y las entrevistas.
En este mundo, como bien suele decirse, todo es relativo dependiendo del cristal con el que se miren las cosas. De hecho, es interesante saber que el campo de la psicología es una disciplina mediada por diversas escuelas y enfoques. También aquí se observa el comportamiento humano desde diferentes lentes.
Muchas de estas corrientes (estructuralismo, funcionalismo, psicoanálisis, conductismo, cognitivismo, humanismo, etc.) pueden mantener ideas opuestas sobre ciertos conceptos. Esto hace que muchos psicólogos trabajen desde una ciencia fáctica con la que creer que su percepción siempre es la acertada. Cuando en realidad, en ciencia debemos trabajar desde las probabilidades, no desde las certezas.
Este fue un problema que ya se planteó en su día Willem Hofstee, un psicólogo de la Universidad de Groninga, a lo largo de los años 70 y 80. Puede que nunca hallemos la verdad sobre las cosas. Sin embargo, podemos hacer buena ciencia, una que sea de utilidad para las personas y esto requiere que todos los expertos se pongan de acuerdo, según Hofstee.
¿En qué consiste la teoría de la relatividad psicológica?
La teoría de la relatividad psicológica es un concepto muy estudiado por esta ciencia del comportamiento. Si bien Willem Hofstee fue el primero que nos habló de esta cuestión como psicólogo experto en personalidad, en el 2003 ya se realizó un estudio sobre este tema. La Universidad de Cambridge define este fenómeno de manera muy clara.
Todos aplicamos la relatividad desde el momento en que nos dejamos llevar por una perspectiva interna, en lugar de seguir un enfoque externo más estandarizado y riguroso a la hora de evaluar algo. Para entenderlo mejor, pondremos un ejemplo muy sencillo que vivió en su propia piel el doctor Willem Hofstee.
Él fue presidente del comité creado en 1990 por la Oficina Nacional contra el Racismo para analizar las pruebas psicológicas que se aplicaban en el departamento de inmigración. Algo que pudo observar fue la cantidad de sesgos cognitivos que utilizaban (de manera inconsciente) los profesionales en sus evaluaciones. Y esto evidentemente era un problema.
El problema de las observaciones y evaluaciones en psicología
A veces, el simple hecho de actuar como observador en un contexto determinado hace que la conducta de los observados cambie. Asimismo otro fenómeno común es evaluar a una persona y que esta nos mienta. La teoría de la relatividad psicológica nos recuerda que es muy complicado obtener la verdad absoluta sobre el comportamiento humano.
Ahora bien, este efecto es algo que todo psicólogo sabe. Es una variable que siempre se tiene en cuenta. La cuestión está en que el profesional sea consciente de que la relatividad está presente en toda área del ser humano; incluida en él mismo.
No podemos dejar de lado que la psicología, como ciencia, debe interpretar muchas realidades humanas y es inevitable que nos dejemos llevar por la subjetividad en algunos casos.
La teoría de la relatividad psicológica y los diversos enfoques y escuelas
La teoría de la relatividad psicológica también nos recuerda algo evidente. Esta es una ciencia que no tiene la rigurosidad que evidencia, por ejemplo, la medicina. Por ejemplo, una depresión no es un hueso roto que se ve una radiografía. Los trastornos mentales no aparecen en un análisis de sangre. Ni los tratamientos están tan consensuados como lo pueden estar los antibióticos para las infecciones.
En psicología cada escuela tiene sus prácticas, enfoques y estrategias. Un psicoanalista que sigue el enfoque psicodinámico no evalúa ni hace el mismo tipo de terapia que el humanista o cognitivo-conductual. Las prácticas en psicología también son relativas, pero eso sí, las hay que cuentan con un respaldo científico más sólido.
Como reducir la subjetividad en psicología
Para reducir los sesgos y subjetividades en psicología hay que aplicar la humildad intelectual. ¿Qué significa esto? Implica que debemos recordar algo tan simple como que no disponemos de una verdad absoluta, que no lo sabemos todo. También, que no somos infalibles.
Hay que usar el sentido común y combinarlo con la profesionalidad y el rigor científico. Willem Hofstee insistía en la necesidad de trabajar junto a otros colegas, porque la ciencia no la hace uno, la erige una comunidad. El rigor llega cuando hay varias miradas que evalúan, que son rigurosas y que aplacan subjetividades para hacer uso de la objetividad científica.
Esa es la clave y la estrategia con la que todos ganamos.
https://lamenteesmaravillosa.com/teoria-relatividad-psicologica-wim-hofstee/
Sí existen verdades absolutas.
Lo de que no existen es algo que dijo alguien y a otro le pareció interesante y lo repitió a otros y se ha quedado como algo universal, pero no es verdad.