La jaula.
Vemos los barrotes,
cada uno de ellos una amenaza, un miedo.
Nos rodean.
Construimos la jaula con las poderosas proyecciones de nuestra mente,
sin puerta de salida.
Las creencias, la certeza,
es una energía creadora que fortifica la cárcel
que nos encierra.
El miedo manifestándose en formas diversas,
cada una un barrote.
La jaula parece tan real!
Como el mundo que nos acoge,
que duele como si existiera.
Y se desencadena una trayectoria kármica
de causa y efecto.
Otro barrote.
Y a veces, como un sueño,
la imagen tridimensional se desvanece hasta desaparecer
y solo queda una pantalla blanca
y vacía.
Una pantalla luminosa
donde se generan las historias como nubes
en disolución.
Lo llaman impermanencia.
El sueño.
Las aventuras
y desventuras
de la vida
dormida.
http://reflexionesdeunaestudiantebudista.blogspot.com/2022/01/la-impermanencia.html