A pesar que recientemente han sido declarados por la ciencia como seres sintientes e inteligentes, una empresa española está invirtiendo decenas de millones de dólares para convertirse en la primera granja comercial de pulpos del mundo, práctica que podría tener un impacto ambiental igual o mayor que pescarlos.
Un informe de Reuters sobre Nueva Pescanova, la empresa que comenzará a criar pulpos en espera de la aprobación de la Unión Europea, destaca las importantes preocupaciones éticas y ambientales que se ciernen sobre la pesquería emergente que ya invirtió 65 millones de euros (el equivalente a $ 74 millones de dólares) en sus esfuerzos.
Los pulpos han recibido una atención sin precedentes en los últimos años. Desde el video de 2014 de un pulpo caminando sobre la tierra hasta el flujo interminable de imágenes que muestran a los pulpos peleando de forma adorable (y a veces ferozmente) con otros animales acuáticos y humanos por igual, estas vivaces criaturas son amadas en línea y fuera de línea, como lo demuestra el asombroso documental Mi maestro el pulpo.
Sin embargo, a pesar del abrumador reconocimiento público y científico de su inteligencia, que en 2021 llevó al Reino Unido a declararlos legalmente sintientes, la pesca de pulpos se ha disparado, y algunos analistas lo declaran el sector de producción de alimentos de más rápido crecimiento a nivel mundial. Naturalmente, la sobrepesca de pulpos se ha convertido en una gran preocupación, de ahí el deseo de tener granjas de pulpos.
La pesca de pulpo y la cría potencial, dicen los críticos, está riesgosa por varias razones. Reuters señala que los esfuerzos previos de cría de pulpos en cautiverio han estallado porque —atención a esto— los cefalópodos exhiben canibalismo, automutilación y agresión entre ellos.
Si bien el director de Nueva Pescanova, David Chavarrias, subrayó a la agencia de noticias que la empresa aún no ha observado un comportamiento «caníbal» en sus pulpos, la compañía no ha brindado muchos detalles sobre las condiciones de las criaturas en sus instalaciones.
Fomentar una calidad de vida lo suficientemente alta como para mantener cómodos a animales tan inteligentes costaría mucho más de lo que sería rentable, según Raúl García de la World Wildlife Foundation, quien dirige los esfuerzos de conservación de la pesca de la organización en España.
«Los pulpos son extremadamente inteligentes y extremadamente curiosos», dijo García. «Y es bien sabido que no son felices en condiciones de cautiverio».
Eduardo Almansa, un científico cuyo empleador, el Instituto de Oceanografía de España, desarrolló la tecnología de cultivo de Nueva Pescanova, declaró que «si queremos seguir consumiendo pulpo tenemos que buscar una alternativa… porque la pesca ya ha llegado a su límite».
Sin embargo, los investigadores ambientales han advertido que criar pulpos daña el medio ambiente tanto como lo haría pescarlos.
Crédito: Reuters.
«La cría de pulpos aumentará, no aliviará, la presión sobre los animales acuáticos salvajes», escribió Jennifer Jacquet, profesora de estudios ambientales en la Universidad de Nueva York, en un análisis de 2019 en el que ella y sus colegas investigadores se pronunciaron en contra de la práctica propuesta. «Dado el estado de agotamiento de las pesquerías mundiales y los desafíos de proporcionar una nutrición adecuada a una población humana en crecimiento, el aumento de la cría de especies carnívoras como el pulpo actuará en contra del objetivo de mejorar la seguridad alimentaria mundial».
Este escenario que coloca a los pulpos entre la espada y la pared, como señalan muchos activistas, es una buena razón para simplemente dejar de comprar y comer pulpo. Pero a falta de un cambio en el ambiente global para dejar de consumir estos cefalópodos inteligentes o hasta que la UE decida prohibir la cría de pulpos encontrando alguna alternativa para las economías regionales, es difícil imaginar que esto no será un punto álgido ético en los años venideros.
La primera granja de pulpos del mundo desata críticas y un debate ético