El peligroso monasterio colgante del monte Heng

Portada-El Monasterio Colgante de China. (Wikimedia Commons)

Hengshan, también llamado Monte Heng está situado en la provincia de Shanxi y es una de las cinco grandes montañas de China. Encaramado sobre sus rocosos acantilados surge Xuan Kong Si, también conocido como el Monasterio Colgante. A pesar de su peligrosa ubicación, dicho monasterio lleva ‘colgando’ en el lugar más de 1.500 años, convertido en un homenaje al ingenio de sus constructores.

El Monasterio Colgante fue construido en el año 491 a. C., en la última época de la Dinastía Wei del Norte. Según se cree, su construcción fue iniciada por sólo un hombre, un monje llamado Liao Ran. Al poco, sin embargo, Liao recibió ayuda de constructores Taoístas, que fueron atraídos al lugar por su atmósfera pacífica y serena. El lugar era perfecto para aquellos hombres comprometidos con la meditación, un espacio al que no llegaba el mundanal ruido gracias a sus elevadas alturas. Alturas que, además, garantizaban que el monasterio estaría a salvo de posibles inundaciones. Protegido por la cima de la montaña, el Monasterio Colgante también está resguardado de la lluvia, la nieve y el sol. Estos son algunos de los motivos por los que su existencia se ha prolongado durante siglos.

Xuan Kong Si, El Monasterio Colgante. (Wikimedia Commons)

Xuan Kong Si, El Monasterio Colgante. (Wikimedia Commons)

Para construir los sólidos cimientos del monasterio taladraron la pared de roca, y en las perforaciones resultantes insertaron pilares de madera hasta la mitad de su longitud. El monasterio, por tanto, fue construido sobre estos pilares, con el apoyo adicional de la propia pared de roca a la que está adosada el edificio. Algunos afirman que estos pilares de madera no se utilizaron cuando el monasterio fue construido y que el edificio seguiría en pie aunque fuesen retirados. Los pilares, por tanto, habrían sido añadidos a posteriori, ya que los visitantes no se atrevían a subir hasta el monasterio por miedo a que éste se derrumbara. Posteriormente, fue ampliado a lo largo de los siglos y también fue restaurado en 1900, durante la Dinastía Qing.

Los pilares de madera sobre los que se apoya el monasterio (Wikimedia Commons)

Los pilares de madera sobre los que se apoya el monasterio (Wikimedia Commons)

Además de ser una maravilla arquitectónica, el Monasterio Colgante es también un edificio único desde un punto de vista religioso. Está dedicado a tres creencias religiosas diferentes: Budismo, Taoísmo y Confucionismo, coexistiendo armoniosamente en el edificio. En la Sala San Jiao, por ejemplo, se alza la imagen de Sakyamuni Buda, venerada junto a las de Lao Zi y Confucio, fundadores del Budismo, Taoísmo y Confucionismo respectivamente. Su coexistencia pacífica demuestra, una vez más, la armonía entre los tres sistemas de creencias en este espacio sagrado.

Las estatuas del monasterio colgante son reflejo de las diferentes tradiciones religiosas (Wikimedia Commons)

Las estatuas del monasterio colgante son reflejo de las diferentes tradiciones religiosas (Wikimedia Commons)

Se ha afirmado que el Monasterio Colgante pudo servir en el pasado como una especie de ‘estación de paso’ para los viajeros que recorrían la zona, debido a la naturaleza remota de la región de Hengshan. En él los viajeros podrían tener un plato de comida y tomarse un descanso antes de reanudar su viaje. Debido a la importancia de las creencias religiosas por aquel entonces, se comenta que la gente se mostraba reticente a entrar en lugares de adoración de religiones distintas a la suya propia. Precisamente para tranquilizar la conciencia de estos viajeros, se acogió en el Monasterio Colgante a las tres principales religiones de China. De este modo más gente podría alojarse en el monasterio por un tiempo antes de proseguir su viaje.

El Monasterio Colgante del Monte Heng, China (Wikimedia Commons)

El Monasterio Colgante del Monte Heng, China (Wikimedia Commons)

Repartidas por todo el monasterio hay, aproximadamente, 80 importantes esculturas de monjes budistas, taoístas y confucionistas. Estas figuras están esculpidas con materiales diversos, como el cobre, el bronce, el hierro, la terracota y la piedra y están todas vistosamente talladas. En el Pasillo San Sheng, por ejemplo, hay una estatua sedente de Buda. A ambos lados de ella se observa a cierto número de sus discípulos, retratados en actitud paciente y sumisa ante su maestro. El monasterio cuenta con seis salas principales y 34 salas menores, sumando un total de 40 salas. Todas ellas están conectadas por un laberinto de pasadizos.

En la actualidad, el Monasterio Colgante probablemente no sea el mejor lugar para meditar ya que se ha transformado en atracción turística. Sólo la forma en que está construido, aparentemente imposible, ha atraído a un gran número de personas que desean ver el Monasterio Colgante con sus propios ojos. Otros quizás acuden al lugar inspirados por la coexistencia de Budismo, Taoísmo y Confucianismo en su seno. Sin embargo, la peligrosa ubicación del edificio a buen seguro hace que algunos se lo piensen dos veces antes de visitar el Monasterio Colgante, un lugar no apto para los débiles de corazón.

Imagen de portada: El Monasterio Colgante de China. (Wikimedia Commons)

Autor:  Ḏḥwty

https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-asia/monasterio-colgante-monte-heng-002600

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