La concentración es el acto de fijar nuestros recursos cognitivos en un objeto por un espacio determinado de tiempo. Esta orientación de nuestros procesos psicológicos puede ser consciente o inconsciente.
Dicho de otro modo, podemos tener que hacer un esfuerzo para omitir a los distractores o podemos no hacerlo -cuando el objeto nos interesa tanto que los distractores en sí no llegan a competir realmente por hacerse con nuestros recursos-.
En este artículo hablaremos sobre todo de los casos en los que queremos mantener la concentración de manera consciente, y en los que sí puede haber distractores significativos que supongan una amenaza para esta concentración.
A continuación exponemos algunas ideas que pueden ayudarte en este propósito.
Cómo mejorar tu concentración
Cuando una persona realiza ejercicios para la concentración y memoria, puede aprovechar mejor su tiempo. Estamos en un mundo en el que casi siempre estamos rodeados por potenciales distractores; si no, piensa, a cuántos sitios vas con el móvil.
Precisamente para fortalecer tu atención frente a estos distractores te presentamos los siguientes ejercicios:
1. Meditar
Cuando meditamos se reduce el estrés, mejora la memoria y aumenta la capacidad de concentración. Cabe aclarar que hay que llevarla a cabo de manera diaria para obtener los resultados que se desean, es decir, si no lo haces frecuentemente, no lograrás llevar a cabo el objetivo del ejercicio.
Cuando meditamos, lo más recomendable es acondicionar un espacio cómodo y silencioso, sentarse y relajarse respirando profundamente. Se puede poner música relajante o encender una vela. El objetivo es tratar de permanecer durante al menos unos 15 o 10 minutos completamente relajados y atentos solo en la respiración.
2. Romper con la rutina
Una buena rutina es fundamental para afrontar mejor la cotidianidad. Es decir, tener planeada tu jornada académica o laboral, por ejemplo: antes de dormir o mientras desayunas, puedes realizar una lista de las tareas de ese día.
En dicha organización, incluye los descansos y las horas libres para que la mente pueda recuperarse. Una clave significativa es saber administrar el tiempo, dado que permite tanto ganar en concentración como en ser más productivos.
3. Hacer ejercicio
Caminar es uno de los ejercicios más saludables para el organismo. Memorizar los lugares, dónde estás, a dónde vas o cómo vas a llegar ayuda a reforzar tu concentración y tu memoria.
También, a medida que caminas puedes realizar el siguiente ejercicio: mientras marchas, vas contando los pasos en diferentes secuencias: de cinco, de diez, de diez en diez, de cien en cien, entre otros números. Así lograrás estar más atento a tu caminata y harás que la concentración y la memoria trabajen al mismo tiempo.
4. La imagen mental
Fíjate detenidamente durante uno a dos minutos en un objeto, primero uno sencillo, luego uno más elaborado. Tras focalizar la atención en él, cierra los ojos y crea su imagen mental.
El objetivo del ejercicio es intentar visualizarlos con todas sus partes y detalles para así recrearlo mejor y comprobar cuál es tu capacidad de concentración y memoria y como también va mejorando.
5. Rompecabezas
Hacer rompecabezas o puzles ayuda a ejercitar la memoria y a mejorar la concentración. Nos hacen pensar, trabajar la lógica, reflexionar y potenciar el razonamiento y las habilidades manuales y mentales.
Podemos adquirir un rompecabezas físico, pero si no queremos gastarnos demasiado dinero o no tenemos mucho tiempo en casa, también podemos realizar algunos desafíos virtuales que tienen una naturaleza y unos efectos parecidos.
6. Pasatiempos (sopas de letras, crucigramas o sudokus)
Los juegos mentales son un entretenimiento con el que se potencia la memoria, la atención y se gana en concentración. De hecho, hay estudios que apuntan a su poder para amortiguar o enlentecer el deterioro cognitivo asociado a la edad.
Ideas para mejorar la concentración
Para terminar, aquí te dejamos una serie de consejos para que realices junto con los ejercicios de concentración:
- No ejecutar muchas tareas al mismo tiempo, dado que el cerebro y la capacidad mental se saturan.
- Tener una buena higiene del sueño y descanso por las noches.
- Los tiempos de ocio, relajación y descanso en medio del trabajo, la universidad o las labores del día a día ayuda tanto al cerebro como al estado de ánimo.
- Desconectarse durante un tiempo del teléfono móvil, las redes sociales, etc.
- Varios nutricionistas recomiendan llevar una dieta sana con alimentos que mejoran la memoria y la concentración (semillas de cacao, dátiles, nueces, avena, semillas, lentejas, aguacate, plátano, arándanos, etc.).
- Escribir con papel y bolígrafo es mejor que hacerlo en el ordenador, puesto que hacerlo a mano requiere mayor esfuerzo de concentración y memorización.
- Los juegos de mesa son uno de los mejores ejercicios de concentración.
- Aprender a jugar al ajedrez o dominó sería una excelente terapia. Se trata de los juegos que requiere de una mayor concentración.
Cuando entrenamos nuestra mente, por norma nos sentimos más relajados y además ganamos productividad; la concentración es algo necesario para la vida diaria, especialmente si tenemos que hacerlo en casa, con todas las distracciones que esto puede implicar. Por eso, es fundamental que pongas en práctica algunas de las ideas que te hemos dado si sientes que no puedes evitar los entretenimientos.
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