Nos construimos a partir de sucesos, sentimientos y decisiones. Por eso, el pasado es una parte fundamental de nuestras vidas; porque podemos ver hacia atrás y comprobar el camino recorrido, los errores cometidos y las batallas ganadas. El pasado es fundamental para seguir creciendo como personas y para poder enfrentarnos al futuro.
Los errores son el mecanismo por el cual conseguimos evolucionar como individuos y crecer como personas. Nadie nace sabiéndolo todo de la vida o sobre el mundo que le rodea, por eso a través del método ensayo/error es posible que las personas podamos aprender cómo debemos actuar y por qué debemos hacerlo de una determinada manera.
Nadie ha vivido su vida sin cometer un solo error, por eso incluso las personas más relevantes de la sociedad y grandes pensadores se han topado alguna vez con esta circunstancia, plasmando a su vez sus ideas sobre cómo se sentían en ese momento. A continuación compartimos con ustedes pensamientos para tenerlos presentes en la vida.
11 Pensamientos para recordar
1. Cuando el pasado te llama, no le contestes, no tiene nada nuevo que ofrecerte. Se puede aprender mucho del pasado, no lo debemos borrar, pero no regresemos para cometer los mismos errores.
2. Lo que alguien opine sobre ti, es solo su opinión y no define quien eres. Lo que otras personas piensen de ti es su realidad, no la tuya. Ellos saben tu nombre, pero no tu historia, no han andado tu camino, no han vivido en tu piel, ni han calzado tus zapatos.
3. Un barco siempre está seguro en a orilla, pero no fue construido para permanecer ahí. La razón teme la derrota, pero la intuición disfruta la vida y sus desafíos”. “Que la vida sea corta o larga, todo depende de la manera en que se viva.
4. Tu situación actual , no es tu destino final, lo mejor está por venir. Si estas pasando por momentos difíciles que te invaden de angustia, que te desestabilizan y te produce miedo, y piensas que tú no vas a poder lograr nada, recuerda que el poder lo tienes tú, y que después de la tormenta siempre sale el sol.
5. No juzgues, mejor trata de comprender al prójimo. Hay una historia detrás de cada persona, hay una razón por la cual son como son, piensa en eso antes de juzgar a alguien, además, la vida es larga y puede que en algún momento te veas en la misma situación.
6. Pensar de más, solo produce preocupación innecesaria y te agota. Preocuparse es humano. Estamos programados para ello, para anticiparnos a los peligros, sin embargo, dichas preocupaciones por lo general no se hacen realidad. Preocuparse mucho por demasiadas cosas nos hace estar en alerta todo el tiempo, y eso puede derivar en ansiedad. Por otro lado, no preocuparse por nada acaba en depresión. No todo está en nuestras manos. La clave es responder ante cada preocupación con la medida justa.
7. No te enfoques en las dificultades, sino en las posibilidades. Cuando las cosas no salen como queremos o nos llegan situaciones y problemas inesperados por lo general nos sentamos a lamentarnos, a quejarnos, nos enfocamos tanto en el problema que no pensamos que ese problema puede ser una oportunidad para crecer.
8. Usa tu sonrisa para cambiar el mundo, no dejes que el mundo cambie tu sonrisa. “Sonríele a la vida y la vida te sonreirá”. La sonrisa modula la forma en la que nos tomamos las cosas, haciéndonos más flexibles y fuertes ante las situaciones más difíciles de la vida.
9. Todos están librando una batalla que no conoces. Sé amable con los demás. A dejar lo que les pasa en ellos mismos y solo hacernos cargo de lo que nos compete. Tratar de ser compasivos y comprensivos con el dolor, la frustración, la impotencia, o el amor, la pasión, la alegría con que los demás llegan a nuestro encuentro.
10. Si el plan falló, entonces cambia el plan, pero no abandones tu sueños. Nunca debe uno resignarse, pues la propia resignación implica malestar y pesadumbre. Pero la forma correcta de que a uno le vaya bien en la vida no es empeñándose, sino ir aprendiendo de lo que va aconteciendo y comprender los errores, para así tomar las mejores decisiones. Unas veces será perseverar, otras será cambiar de rumbo.
11. Si no te nutre ni te enriquece, suelta, libera, fluye y sobre todo confía. Cuando entiendas que no se trata de luchar sino de aceptar y fluir, habrás entendido la vida.