Los compañeros de El ecomensajero digital, que edita la Asociación Vida Sana y al que recomiendo suscribiros, publican un reportaje titulado Crisis global de opioides promovida por la farmacéutica Purdue Pharma.
En la primera frase explican qué es la iatrogenia. Son los problemas sanitarios creados por la propia industria sanitaria, en su más amplio sentido: Por los medicamentos y productos sanitarios y las tecnologías usadas en medicina.
Uno de los más llamativos de los últimos años, comentan, es la crisis de los opioides, que ya es global. Fármacos que crean adicción y sobredosis por su potencia.
Un ejemplo: OxiContin. Detrás, Purdue Pharma. Tras años de miles y miles de muertes en USA, con el beneplácito de miles de doctores fraudulentos que lo recetaban a cascoporro y de farmacias que los vendían y con el ‘mirar hacia otro lado’ de las instituciones competentes, la familia Sackler [propietaria de la compañía] llegó a atesorar una fortuna de 13.000 mil millones de dólares.
Cuando la lluvia de sentencias les cayó encima, la empresa se declaró en bancarrota».
Hoy, gracias en parte a este caso, se tiene más cuidado con los fármacos elaborados a base de opio. Lo contamos anteayer, que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) está alertando de que los medicamentos con codeína -opiáceo- pueden provocar la muerte por fallo renal y/o gastrointestinal:
Esto sucede cuando se usan durante más tiempo del adecuado y en dosis superiores a lo indicado. Como bien cuenta el reportaje reseñado, es lo que ocurre en Estados Unidos:
La epidemia de opioides en Estados Unidos empezó en la segunda mitad de la década del 90 -continúa el reportaje- y las víctimas se siguen contando en decenas de miles cada año.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., ‘entre 1999 y 2019, casi 500.000 personas murieron a causa de una sobredosis relacionada con algún opioide, ya sea ilegal o recetado por un médico«.
Sin contar las sobredosis por otras drogas que no son opioides. Solo en 2019, alrededor de 136 personas murieron cada día a causa de una sobredosis de opioides y representaron más del 70% de las muertes por sobredosis de drogas.
El fentanilo se lleva la palma. Se trata de un fármaco muy usado como analgésico que tiene una potencia 40 veces superior a la heroína y 100 veces mayor que la morfina que se ha convertido en una de las peores drogas, por legal que sea. El cantante Prince murió por sobredosis del mismo.
¿Puede haber también en España un extraodinario aumento del número de muertes por ello? Nos lo preguntamos y documentamos en este post:
El OxiContin, por ejemplo, lleva recetándose más de dos décadas en USA para afrontar el dolor. Pero crea adicción sí o sí, cuentan desde El ecomensajero.
Y se ha recetado en cientos de miles de ocasiones para dolores livianos. El resultado es: cientos de miles de muertes. Y una familia, los Sacker, megamultimillonarios», argumentan.
El desastre aconteció porque en EE.UU. la sanidad es privada. Cualquier doctor con pocos escrúpulos puede recetar OxiContin. Nadie preguntaba si el paciente tenía dolores o no. Se enganchaba gente que padecía dolores grandes o pequeños y otras personas que, simplemente, querían colocarse sin tener que bajar a los bajos fondos a buscar otros estupefacientes.
Algunas consultas médicas estaban abiertas día y noche para recetar OxiContin. Muchos hijos/as de pacientes de dolores crónicos se engancharon y acabaron tirados en una cuneta por robarles a sus padres las pastillas que guardaban en la botica», añaden.
Se han dado y se dan casos de familias enteras enganchadas. Se enganchaba gente que necesitaba seguir trabajando, o terminar una gira, o lo que sea. Y acababan muertos por sobredosis sin quererlo ni beberlo, pues el fármaco es tan fuerte que, si te pasas un poco, ya te viene a visitar la de la guadaña.
Mientras, los propietarios de Purdue Pharma señalaban en los juicios y ante la prensa que no tenían constancia de que sus fármacos causaran adicción ni tampoco sobredosis.
Desde luego en España debemos de padecer mucho dolor a tenor de lo expuesto. Somos una sociedad dolida. Lo adelantábamos en este post (con la misma foto, ya), hay soterrado un problema con estos fármacos:
La dosis per cápita española de oxicodona (OxiContin) creció, entre 2004 y 2014, de los 0,46 miligramos a 13 miligramos por persona… Era algo que se veía venir.
La epidemia de muertes por fármacos opiáceos estaba «anunciada»