La gente solía creer que los gigantes de la antigüedad fueron los autores de semejantes posicionamientos, pero los geólogos tienen una explicación alternativa.
Desde el extraño crujido de la misteriosa Al Naslaa que parece cortada por un láser en Arabia Saudita, pasando por la Piedra Movediza de Tandil en Argentina, y hasta las célebres chimeneas de hadas en Utah o Capadocia, las enormes rocas que parecen hacer algo más que solo estar inertes han fascinado a quienes las contempla, generando leyendas, teorías estrambóticas y —cómo no— mucho turismo.
Pero aunque el público en general mayormente lo ignore, detrás casi siempre hay una explicación geológica simple. Tomemos por ejemplo otra de estas peculiaridades: la llamada Kummakivi de Ruokolahti, en el sureste de Finlandia. Al igual que sus otras hermanas alrededor del mundo, a pesar de su enorme tamaño y su gigantesco peso, tiene un muy pequeño punto de apoyo sobre otra roca que yace en tierra.
Fue a a los gigantes nórdicos que alguna vez se les atribuyó el mérito de dejar esta extraña roca donde se encuentra hoy, y es justo decir que la fuerza de uno sería necesaria para su emplazamiento… si no fuera por los glaciares.
Una explicación de cómo la Kummakivi llegó a estar tan perfectamente equilibrada se apoya en la geología y en la forma en que los glaciares pueden arrastrar objetos gigantes a través de vastos paisajes, y finalmente depositarlos en el suelo. A veces, ese suelo es un lugar peculiar para aterrizar pero la posición perdura porque, por casualidad, está perfectamente equilibrada. En este caso, la región finlandesa de Ruokolahti estuvo cubierta una vez por un glaciar que retrocedió hace unos 8.000 años, dejando a su paso un impresionante acto de equilibrio.
Los combos rocosos como Kummakivi se conocen como «rocas precariamente equilibradas», o PBR por sus siglas en inglés. Son un área de estudio para los geólogos. Según Atlas Obscura, las PBR también se conocen como «sismómetros inversos» porque su mera existencia muestra que el área no es vulnerable a los terremotos; si lo fuera, esas PBR se habrían derrumbado hace mucho tiempo.
Las PBR se sientan junto a las chimeneas de hadas (o hoodoos) como variedades de «características geológicas frágiles» que se habrían perdido hace mucho tiempo en la Tierra si no existieran en lugares tan estables. Las chimeneas de hadas se diferencian de las PBR en que, aunque aparentemente están desequilibradas, con sus cabezas gigantes sobre cuerpos delgados —tal como si fueran hongos pétreos—, son una unidad singular en lugar de una cosa equilibrada encima de otra.
Por el contrario, se cree que las mitades levitantes de Al Naslaa indican que el gigantesco dúo rocoso puede asentarse en una línea de falla que partió en dos las piezas perfectamente combinadas a medida que la Tierra se movió. Alternativamente, puede haber sido causado por el efecto de la erosión por congelación-descongelación, que ocurre cuando el agua sujeta a cambios de temperatura notables entra en una pequeña grieta en la roca, hasta romperla; mismo fenómeno que valdría para la creación de las cientos de chimeneas de hadas en, por ejemplo, el Parque nacional del Cañón Bryce en Utah, EE.UU.
Todas estas magníficas creaciones nacidas de los elementos solo demuestran que la geología no se trata solo de rocas, se trata de interpretar indicadores naturales y desconcertantes de la historia geológica de nuestro planeta.