Poseer un medio de trasporte independiente supone independencia. Las élites desean eliminar nuestra capacidad para desplazarnos de forma independiente.
Etiquetas contaminantes, impuestos, limitaciones por antigüedad del vehículo, por el combustible, pagos en las carreteras, cámaras, normas de circulación cada vez más limitantes, precios en alza de seguros, de combustibles, parquímetros… dinero y más dinero hace que muchos opten por no tener un coche particular y renuncien a otro de sus derechos.
maestroviejo
DD.- El Foro Económico Mundial (WEF) que dirige Klaus Schwab y se reúne todos los años en Davos, ha agregado a su declaración de principios que las personas no tienen derecho a poseer su propio automóvil y, en cambio, pueden “caminar o compartir“.
Según el WEF, hay demasiadas personas que son propietarias de sus propios vehículos y esta situación presenta un “problema para el calentamiento global“, que “debe ser corregido“. El Foro agregó en su página web que una solución propuesta es la fijación de precios en el mercado de autos para mantenerlos artificialmente altos y desincentivar la compra.
Previamente, la WEF había publicado un artículo afirmando que el uso compartido comunitario de automóviles debe convertirse en parte de un “enfoque circular” para reducir la cantidades de vehículos en circulación. Los pocos autos que habría, según argumenta el Foro, deberían ser estatales y la gente debería alquilárselos al Estado.
Estas afirmaciones son extremadamente hipócritas obviamente, ya que todos los altos miembros del WEF poseen jets privados, que utilizan para volar a Davos todos los años. Cabe aclarar que un viaje en avión genera emisiones equivalentes a la de 336 autos combinados.
Este argumento del Foro de Davos no se reduce solamente al cuidado del medio ambiente, si no que tiene que ver también con la destrucción del concepto de propiedad privada. En todas las soluciones que propone la WEF, el fin de la propiedad privada es central; desde automóviles hasta casas.
“Un proceso de diseño que se centre en satisfacer la necesidad subyacente en lugar de diseñar el producto para la compra y posesión es fundamental para esta transición a una economía circular”, establece el WEF en otro de sus artículos. “Esta es la mentalidad necesaria para rediseñar las ciudades y la vida cotidiana para reducir el impacto de carbono”, rematan.
En el artículo, el WEF asegura que es algo bueno que los precios de los combustibles estén subiendo, y que todavía no son lo suficientemente altos. “En primer lugar, las principales democracias deberían acordar poner fin a la subvaloración de los combustibles fósiles, que es el factor principal que impide una transición hacia la energía limpia“, aseguran.
Y, como de costumbre, la organización que cuenta entre sus filas a los principales ministros de Economía del mundo, asegura que deben eliminarse las exenciones impositivas que se han dado para intentar reducir los precios al consumidor de la nafta y la gasolina. “Las principales democracias del G20 deberían comprometerse colectivamente a eliminar gradualmente las exenciones fiscales para la producción y el consumo de combustibles fósiles”.