Somos lo que comemos y parece que las élites han decidido cambiar nuestra forma de alimentarnos, al menos para la gran masa.
Las categorías de las clases sociales, pasan también por la forma de alimentarse: desde la comida basura y llena de químicos, la comida ecológica sin contaminantes, o las delicatesen especiales.
maestroviejo
Si estás leyendo esto y no eres un camaleón, un sapo terrero, un chotacabras o un cernícalo primilla probablemente la idea de comer gusanos o grillos te provoque arcadas. No obstante, la élite ya ha abierto de par en par la ventana de Oberton para convencernos de las supuestas bondades de convertirnos en insectívoros. Y, por supuesto, en este laboratorio del N.O.M. que es España tendremos el dudoso honor de ser los primeros en «disfrutar» de un menú que haría feliz a la rana Gustavo, aunque no tanto al sincalista mariscófago, al político de restaurante caro o a los consabidos «intelectuales» sibaritas.
Atento a los ingredientes: «Organic cricket flour»: Harina de grillos. |
Personalmente, hasta que vea al papamoscas de la catedral de Burgos no pienso ni en considerar la idea. Y cuando mis ojos vean ese esperpento mi impulso no será imitarlo, sino desternillarme de la estupidez demostrada.
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