Algunos países de la Unión Europea expresan su temor a que la guerra entre Rusia y Ucrania adquiera mayores proporciones tras la nueva decisión de la Unión Europea y Estados Unidos de armar masivamente al gobierno de Kiev.
No sólo es Croacia. Hungría y Bulgaria son algunos de los Estados que también han expuesto su preocupación. Bulgaria se opone abiertamente a la estrategia estadounidense y europea de entregar cantidades masivas de armas a Ucrania. Al margen de una rueda de prensa celebrada el jueves en Sofía, el Presidente búlgaro, Rumen Radev, y su homóloga húngara, Katalin Novak, abogaron por una solución pacífica mediante el diálogo y la diplomacia.
Radev no se anduvo con rodeos: “Compartimos la misma preocupación por la evolución de la situación en Ucrania. Este conflicto se está convirtiendo en una choque económico mundial que ahora amenaza a toda Europa”.
“Se está convirtiendo en una guerra de desgaste no sólo para las partes implicadas, sino también para toda Europa, para nuestra economía y nuestro sistema social”, dijo. Refiriéndose a la entrega de armas a Kiev, el presidente búlgaro denunció una decisión que podría echar más leña al fuego.
“Estamos convencidos de que la solución a este conflicto no puede lograrse aumentando las entregas de armas, sino que sólo se conseguirá mediante el diálogo y la diplomacia. Hay que reducir las tensiones y poner fin a las hostilidades”, afirmó.
Katalin Novak, Presidenta de Hungría, se hizo eco de esta opinión. Se queja de que el conflicto dura ya casi un año y lamenta que no se haga nada para ponerle fin. Así, ante la prensa, hizo un llamamiento a relajar la tensión.
Las opiniones de ambos se suman a las que expuso recientemente el Presidente de Croacia, Zoran Milanovic.
Hungría y Bulgaria también se oponen a la entrega de armas a Ucrania