China vuelve a hacerlo: “El reconocimiento del nuevo Dalai Lama debe realizarse en China”, afirmó un artículo en The Global Times el 22 de febrero.
El vocero del Partido Comunista explicó que la Televisión Central de China ya dio un detallado relato histórico “de la búsqueda de las reencarnaciones del Dalai Lama y Panchen Lama, quienes ocupan posiciones iguales en el budismo tibetano. Hizo hincapié en que este ritual religioso ha sido supervisado por el gobierno central chino y se lleva a cabo dentro del territorio chino desde finales del siglo XIII”.
No sólo el Dalai Lama y el Panchen Lama nunca han ocupado ‘la misma posición’ en el techo del mundo, sino que el Tíbet no era parte del territorio chino antes de 1951, cuando Mao lo invadió; además, en el pasado en el Tíbet los ‘rituales religiosos’ para el reconocimiento de los Dalai Lamas eran realizados por tibetanos, no por chinos (o el emperador).
Pero las verdades a medias y las mentiras descaradas continúan en la narrativa de Beijing: “la convención de reencarnación de los Budas vivientes en Xizang se estableció durante la dinastía Yuan (1271-1368), se desarrolló en la dinastía Ming (1368-1644) y se mejoró durante la dinastía Qing (1644). -1911) bajo la administración del gobierno central.”
‘Xizang’ es el nuevo nombre dado al Tíbet. Al igual que con la frontera entre el Tíbet y la India, Beijing cree que al cambiar los nombres, puede cambiar los hechos históricos.
The Global Times continúa: “Desde la liberación pacífica de Xizang en 1951, el gobierno central de la República Popular China mostró su respeto al preservar esta convención y ritual religioso. En 1995, el gobierno central otorgó su título al 11º Panchen Lama a través de este estricto ritual religioso”.
El Global Times omite deshonestamente que el niño reconocido como el Panchen Lama por el Dalai Lama fue arrestado y más de 25 años después, todavía está bajo la custodia del gobierno chino en algún lugar de China. ¿Beijing cree que el mundo se ha olvidado?
Luego, el artículo cita las ‘Medidas sobre la gestión de la reencarnación de los budas vivientes del budismo tibetano’ anunciadas en 2007 por Beijing: «Estipulaba que la reencarnación de los budas vivientes no debería ser interferida ni manipulada por ninguna fuerza externa».
Según Beijing, el Dalai Lama no tiene voz en su propia sucesión.
Biswajit Dhar, profesor de economía de la Universidad Jawaharlal Nehru, dijo que China nos ha cogido por el cuello y no tenemos forma de escapar .
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