Un grupo de investigación estudió a las hembras embarazadas en murciélagos y descubrió que tienen síntomas similares a lo que se suele denominar como cerebro de embarazada.
Es habitual que los científicos descubran que algo que creían que era único de una especie sucede también en otras. Esto fue lo que le sucedió a Mor Taub y su equipo de investigación en la Universidad de Tel Aviv. Al analizar el comportamiento de los murciélagos, revelaron que las hembras embarazadas utilizaban menos su capacidad de ecolocalización.
Una gran parte de las mujeres embarazadas describen una serie de síntomas a los que se les da el nombre coloquial de “cerebro de embarazada”. Consisten en confusión mental, disminución de la memoria a corto y largo plazo y falta de atención. Pero estos síntomas no se habían registrado en otros mamíferos.
Los murciélagos tienen la capacidad de obtener información del entorno a través de los ecos ultrasónicos que produce el espacio y los otros animales. Se trata de sonidos que no son audibles para el oído humano, pero que a los murciélagos les sirven para localizar y clasificar a sus presas.
Sin embargo, los científicos en la Universidad de Tel Aviv descubrieron que las hembras embarazadas disminuían en un 20% sus “llamadas” de localización. A partir de eso, supieron que sus capacidades sensoriales se veían reducidas con el embarazo.
Esta disminución de su capacidad de ecolocalización aumenta sus chances de accidentes o golpes y disminuye sus probabilidades de conseguir alimento por sus propios medios. Esto explicaría también un descubrimiento que ya se había tenido previamente, en un estudio anterior. Durante el embarazo, las hembras modifican su alimentación.
Taub explica la importancia científica de estos descubrimientos: “Esta es la única evidencia que encontramos en la literatura especializada que muestra que el embarazo afecta las capacidades sensoriales de los mamíferos”.
Esta noticia me parece muy interesante, desde el punto de vista Budista.
Según el budismo a los 49 días, la mente ocupa un cuerpo para reencarnarse. Al hacerlo aparecen dos sistemas perceptivos dentro de un mismo cuerpo. Esto produce cierta confusión en la madre: cosas que no le gustaban pasan a gustarle, cosas que le gustaban pasan a ser rechazadas. Aparecen los caprichos, y la psicología de la madre se altera. La explicación a esto se dice que es hormonal, pero ¿Qué causa la alteración hormonal?.
Si sólo ocurriese esto en la especie humana iría en contra, de la sabiduría budista que amplia esta característica, a todos los seres sintientes que tienen crías desde el interior de sus cuerpos. Vivíparos.
Por otra parte ¿Cómo es posible que los nuevos seres dentro de sus madres, tengan ya opiniones, gustos… De nuevo el budismo nos da la respuesta. son seres reencarnados y su karma se manifiesta desde sus vidas pasadas.
maestroviejo