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Según un informe del Centro para la Familia y los Derechos Humanos, 22 países se han unido para evitar que la administración Biden imponga la educación sexual pro-LGBT a los niños.

Los países tradicionales se han unido para oponerse a la “educación sexual integral” para los niños en la Comisión Anual sobre Población y Desarrollo de las Naciones Unidas.

El mes pasado, 22 países de Asia, África, Medio Oriente y Europa del Este se opusieron a una resolución impulsada por la administración Biden, la Unión Europea y otras naciones occidentales para brindar educación sexual a los niños, según informó el Center for Family and Derechos humanos.

La “educación sexual integral” propuesta por la resolución se enseña en algunos países africanos y asiáticos y alienta a los niños a participar en el placer sexual, la masturbación y el transexualismo.

Los 22 países que se oponen a la educación sexual infantil son Argelia, Bielorrusia, Brunei Darussalam, Camerún, República Democrática del Congo, Egipto, Eritrea, Etiopía, Gambia, Irak, Irán, Libia, Malí, Mauritania, Nigeria, Siria, Federación Rusa, Arabia Saudita, Senegal, Yemen, Uganda y Zimbabue.

La noche antes de la conferencia, el presidente moldavo, Georghe Leucă, presentó un borrador final que aboga por la educación sexual de los niños a pesar de las objeciones de los 22 países a principios de esa semana. El borrador incluía un nuevo párrafo que abogaba por brindar acceso a los niños al aborto, la anticoncepción y otros servicios de salud reproductiva sin el consentimiento de los padres.

Sin embargo, los países tradicionales retrocedieron, con docenas de delegados que se pronunciaron en contra de la resolución propuesta y expresaron “graves preocupaciones y decepción”. Tras horas de debate, el Embajador de Moldavia ante las Naciones Unidas se vio obligado a revocar su resolución.

Según un estudio realizado recientemente, los adolescentes con confusión de género se suicidaron después de recibir hormonas trans de los investigadores.