El incidente de tiempo perdido en la base de la Fuerza Aérea Ellsworth

Un ex sargento de la Fuerza Aérea de EE.UU. asegura haber sido secuestrado por seres extraterrestres que estaban interesados en la tecnología nuclear de la base que vigilaba. Recientemente ha testificado ante AARO, la nueva oficina OVNI del Pentágono. Aquí te traemos un resumen de su historia y las últimas novedades sobre el caso.

El policía militar Mario Woods avistó una enorme esfera luminosa sobre un silo de misiles nucleares.

La experiencia que cambiaría para siempre su vida comenzó en una fría tarde de noviembre de 1977, cuando el entonces guardia de seguridad Mario Woods se dio cuenta que un punto brillante en el cielo se cernía en el horizonte cerca de la Base de la Fuerza Aérea Ellsworth en Dakota del Sur. Aunque la luz era inusualmente brillante y grande, especuló con la posibilidad que fuera un avión o helicóptero del ejército, por lo que tuvo la idea de volver adentro de la instalación que vigilaba y encender y apagar las luces exteriores. Su padre había sido pescador y este «parpadeo» le recordaba las comunicaciones en el mar.

Al regresar al exterior, el objeto había desaparecido. Sin embargo, la luz volvió a aparecer luego en una posición un poco más cercana. El policía militar alertó a sus superiores sobre la nueva ubicación para este objeto, que poco después perdió de vista.

Pero lo extraño se reanudaría horas después, de madrugada.

Eran aproximadamente las 1:30 a.m. cuando se dispararon las alarmas en la instalación de control de lanzamiento de vuelo (LCF). Algo había penetrado en el exterior del sector 4 perteneciente al silo de misiles nucleares. Woods y su compañero de guardia, Michael Johnson, tomaron un vehículo y salieron a investigar el incidente con tranquilidad, pues ya habían realizado este tipo de procedimiento de chequeo y reinicio de las alarmas muchas veces en otros lugares de la base.

Vista aérea de la base Ellsworth. Recuadro: silo donde tuvo lugar el encuentro cercano y abducción.

Pero al llegar al lugar se les fue la tranquilidad. Allí, flotando a unos 5 metros de altura, pudieron observar un extraño objeto. Era una esfera enorme, comparable a un edificio de Walmart en tamaño, que no emitía ningún sonido y brillaba en colores naranjas y rojizos que se arremolinaban incesantemente a su alrededor.

Detuvieron el vehículo y se quedaron paralizados mirando esa cosa por lo que pareció ser una eternidad. De repente no podían respirar, sintiendo una presión en el pecho. Al voltear, Woods pudo ver a su compañero con ambas manos en el volante, jadeando y mirando hacia adelante con una expresión en blanco en su rostro. Lo único que atinó a hacer entonces fue salir del vehículo con su rifle M16 y apuntar con su linterna magnética hacia la misteriosa esfera.

Sin embargo, un resplandor cegador comenzó a envolver el vehículo, solo interrumpido por unas sombras humanoides que parecían moverse hacia los soldados. En ese momento, Woods escuchó unas voces en su cabeza diciéndole «No tengas miedo» una y otra vez.

Dibujos de los seres secuestradores hecho por Woods tras sesiones de hipnosis regresiva para recordar el tiempo perdido.

«Creo haber visto unas cinco o seis figuritas caminando hacia el vehículo. Detrás de ellos había una figura más grande que parecía estar a cargo. Luego, creo, me desmayé», relataría luego el militar.

Lo siguiente que recuerda es oír la radio crepitando, con una voz preguntando por su estado y ubicación. Inexplicablemente, no había escarcha alrededor producto de la fría noche de noviembre. En su lugar, parecían estar en medio de un lodo blando y cerca una represa a pocos kilómetros del silo nuclear. Pero lo más extraño no estaba en el espacio, sino en el tiempo. Sin que se dieran cuenta, el sol se estaba asomando ya…

Tiempo perdido

Durante el interrogatorio posterior efectuado sobre Woods y su compañero, les dijeron que habían pasado casi cuatro horas y que seis equipos de alerta de respaldo de la policía de seguridad los habían estado buscando.

Al día siguiente, Woods regresó a Ellsworth y fue entrevistado por el comandante de la 44.ª Ala de Misiles.

«Había un tipo vestido de civil con él que creo que era de la Oficina de Investigaciones Especiales. Luego también me ordenaron hacer un análisis de orina en el hospital base y me tomaron dos muestras de piel, una del dorso de la mano derecha y otra arriba de la ceja derecha, ya que estaba quemado por el sol por alguna extraña razón», contó.

También notó dos pequeñas marcas, o hundimientos en su piel que no pudo explicar. Eran marcas idénticas, una bajo la axila izquierda y otra en su pie izquierdo, sobre el tobillo.

Pasadas dos semanas, Johnson fue a visitar a Woods a su apartamento y le confesó algo: había estado aterrorizado durante el incidente pero no sabía por qué, ya que había escuchado voces, muchas voces, que decían que no tuviera miedo. Pero él ya no estaba en el vehículo cuando las escuchó, estaba «acostado en algún lugar».

Johnson recordó haber visto los guantes de su compañero en el piso, al lado de donde estaba acostado, mientras escuchaba las voces. Esto significaba que probablemente ambos estaban en el mismo sitio; es decir, dentro de la nave. Ante esto, Woods corrió a revisar si tenía estos pesados guantes militares con los dedos abiertos (para poder disparar un arma) y pudo comprobar que no estaban donde usualmente los guardaba. Habían desaparecido —tal vez literalmente— de la faz de la Tierra.

Marca post-abducción en el tobillo de Mario Woods.

Poco después, ambos testigos de lo insólito fueron reasignados a otras bases.

Declaración ante AARO

En una nueva entrevista para The Good Trouble Show con Matt Ford, Woods —ahora sargento retirado y de 67 años— reveló haber declarado recientemente ante AARO por cuatro horas. Se sabe que esta nueva oficina del Pentágono dedicada a investigar los ovnis ha estado recolectando algunos testimonios de personal militar que definitivamente apuntan a que no estamos solos.

Woods también recordó la última audiencia ovni en el Congreso y dedicó un mensaje al director de AARO, el Dr. Sean Kirkpatrick, quien durante la misma dijo que no había correlación entre los fenómenos aéreos no identificados y las armas nucleares.

«Si estás mirando esto Kirkpatrick, estoy dispuesto a sentarme y hablar contigo sobre el maldito asunto cuando quieras», comentó. «Y si con todos los recursos y formación científica que tienes y lo que sabes, crees que esto no está pasando (las incursiones ovni en instalaciones nucleares), estás equivocado y debes enfrentarlo tú mismo… Porque le ha pasado a muchos y por Dios juro que me pasó a mí».

Woods aclaró que no fue entrevistado por el propio jefe de AARO sino por otra persona, pero que no estaba autorizado a revelar su nombre ni las preguntas específicas que le hizo.

Referencias:

Former USAF Missile Security Policeman Tells of Apparent UFO Abduction at ICBM Site – Robert Hastings.
Ufos und Atomwaffen: Die Entführung von Mario Woods – Abduction.de
The Missing Time Incident at Ellsworth Air Force Base – Ryan Sprague.
UFOs and Nukes: Whistleblower Mario Woods (USAF Retired) testifies to Pentagon’s UFO Program AARO – Matt Ford.

El incidente de tiempo perdido en la base de la Fuerza Aérea Ellsworth

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.