Varias investigaciones del New York Times han revelado que la industria de los think tanks ha crecido enormemente en las últimas décadas y ha corrompido la política con un modelo de negocio que vende acceso e influencia. El complejo militar-industrial de EE. UU. ha utilizado grupos de expertos para secuestrar la formulación de políticas de la UE.
La ministra de Justicia húngara, Judit Varga, ha advertido que la Unión Europea se ha convertido en un espectador tambaleante de la historia y es cada vez más incapaz de resolver los desafíos de sus ciudadanos. Varga atribuye el malestar en parte a la ausencia de liderazgo político. Ella cree que el bloque está dirigido por grupos de expertos y organizaciones no gubernamentales (ONG) que dictan cómo debe ser dirigido. Mientras tanto, Clare Daly, una eurodiputada irlandesa, declaró recientemente en el Parlamento de la UE que «las imaginaciones paranoicas de los grupos de expertos del sector de la seguridad que desfilan aquí día tras día» son capaces de dictar políticas basadas en «la evidencia más débil».
Las ONG se han utilizado durante mucho tiempo como un instrumento para ganar influencia en la sociedad civil de varios estados nacionales. Estados Unidos ha sido un innovador en el desarrollo de recortes que financia y garantiza que a menudo también estén integrados por personas vinculadas al Washington oficial. Eventualmente, la UE adoptó la misma práctica, aunque de una manera diferente, principalmente enfocada en la propia Europa. Como resultado, las ONG financiadas por el estado ahora están manipulando cada vez más las políticas occidentales.
A medida que los think tanks y las ONG aumentan su influencia sobre la formulación de políticas de la UE, surge la pregunta: ¿Cuáles son las consecuencias de subcontratar el liderazgo político a estas entidades?
Adoptar el modelo angloamericano de privatización de la formulación de políticas
Los think tanks, cuando funcionan en el sentido clásico, pueden desempeñar un papel importante en los procesos de formulación de políticas al brindar experiencia, representar diversos intereses y defender causas específicas. A medida que el mundo se vuelve cada vez más complejo, los políticos deben tomar decisiones sobre una amplia variedad de temas complicados sobre los que a menudo tienen un conocimiento limitado. Es simplemente poco realista esperar que los líderes electos tengan suficiente experiencia y un conocimiento profundo en todas las áreas de formulación de políticas.
Sin embargo, al confiar cada vez más en la experiencia de los think tanks y las ONG, el poder pasa de los funcionarios electos a lo que se puede considerar cabilderos y grupos de defensa. Dado que la UE emula el modelo angloamericano de gobernanza de los think tanks, también es necesario explorar sus debilidades y consecuencias.
En los Estados Unidos, los think tanks han adquirido una inmensa influencia sobre los políticos y el público. Proporcionan informes de investigación y análisis para los políticos en los que basan sus decisiones. Los think tanks también funcionan como una sala de espera para los políticos que están fuera del gobierno en un sistema de puertas giratorias, lo que les permite a los grupos colocar a sus propios “compañeros” en los puestos más altos de Washington. Los think tanks también brindan análisis para las audiencias del Congreso y dominan los medios de comunicación como fuente de opiniones de expertos. Como resultado, se han convertido en un importante centro de poder político.