Hallado sin vida un testigo clave que iba a declarar en contra de Joe Biden

El Comité de Supervisión del Congreso, controlado desde este año por los republicanos, anunció a principios de junio que había conseguido testigos para que declaren en una investigación contra el presidente Joe Biden y su hijo, Hunter Biden, por una serie de sobornos que habría recibido durante su mandato como vicepresidente de altos funcionaros de la empresa de energía Burisma, de Ucrania.

Según los correos electrónicos filtrados de la laptop de Hunter Biden, el hijo del entonces vicepresidente fue colocado en la Junta de Directores de Burisma y le entregó pagos de hasta US$ 10 millones de dólares a una empresa ficticia que creó junto a otros socios para que le diera acceso preferencial a los ucranianos a la Casa Blanca, en un esquema de tráfico de influencias que el FBI está investigando desde el 2020.

Sin embargo, parece que uno de estos testigos citados a declarar no atenderá la invitación, ya que según el abogado de Trump, el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, la ex contadora en jefe de Burisma, una de las personas que se ofreció a proporcionar al Congreso pruebas condenatorias contra los Biden, fue encontrada muerta en su hogar antes de que pudiera testificar.

Se trata de la ex esposa Mykola Lisin, el entonces propietario de Burisma cuando este esquema de tráfico de influencias y lavado de dinero fue puesto en pie. Lisin también murió en circunstancias sospechosas el 18 de abril del 2011, en pleno apogeo del gobierno de Obama y de los negocios de los Biden en Ucrania.

Además de ser el dueño de Burisma, Lisin era diputado y uno de los líderes del pro-ruso Partido de las Regiones de Ucrania, que en aquél momento gobernaba el país de la mano de Víktor Yanukóvich, quien terminó siendo destituido por la revolución del Euromaidán en 2012, impulsadas por organizaciones que respondían al gobierno de Obama, como quedó demostrado en una llamada telefónica que se filtró entre Victoria Nuland, la ex secretaria de Estado para Europa, y el embajador estadounidense Geoffey Pyatt.

Su muerte en 2011 fue un golpe durísimo para Burisma, pero así como el Euromaidán desembocó en la asunción presidencial del pro-estadounidense Petro Poroshenko, Burisma pasó a las manos del pro-Biden Íhor Kolomoiski, un aliado de los demócratas de larga data que fue imputado por la administración de Trump en 2020 por fraude financiero.

Según discutió Giuliani en una durante una entrevista en el canal Newsmax, Lisin se arrepintió del esquema de corrupción que querían establecer los Biden y fue “rápidamente eliminado”, para que una figura “más amigable con los Biden” tome su lugar.

Aunque los nombres de los testigos que convocó el Comité permanecen en secreto y están citados para fin de año, el abogado de Trump aseguró que la ex mujer de Lisin, quien enviudó tras su muerte, se ofreció a brindarle a los congresistas información financiera comprometedora sobre los Biden.

Estas pruebas serían estados contables de Burisma donde se ven los “agujeros de dinero” que constatan los sobornos millonarios que se transfirieron a las empresas ficticias que creó Hunter Biden, su tío James Biden y el propio Joe Biden.

Cabe recordar que el fiscal general de Ucrania en 2016, Viktor Shokin, estaba investigando el fraude financiero de Burisma y su conexión con los Biden, hasta que el entonces vicepresidente presionó al entonces presidente Poroshenko para que lo despidiera.

Esta no es una teoría conspirativa o especulación, el propio Joe Biden lo admitió algunos años después, en 2019, muy orgulloso, en una entrevista que dio en un panel del Council for Foreign Relations.

“Recuerdo haber convencido a mi equipo de que debíamos darle préstamos a Ucrania. Supongo que la vez número doce o trece que fuimos a Kiev teníamos que anunciar un préstamo de 1.000 millones de dólares“, empieza contando.

“Teníamos el compromiso del [presidente] Poroshenko y del [primer ministro] Yatzenyuk de que iban a echar al Fiscal General [Viktor Shokin], pero no lo hicieron“, continúa su relato. “Así que cuando me reuní con ellos les dije, ‘no les vamos a dar el billón de dólares’“.

“Y me dijeron, ‘vos no tenés esa autoridad, no sos el presidente’, y les dije ‘llamenlo’ [a Obama]. Y agregué: ‘No van a obtener este préstamo si no lo despiden’“, cuenta Biden entre las risas nerviosas del público, que se dieron cuenta que estaba diciendo algo que no debía.

“Me tenía que ir en 6 horas entonces les digo, ‘me voy en 6 horas, si el fiscal no es despedido en 6 horas se quedan sin la plata’“, asegura que les dijo. “Y bueno, hijos de puta, lo echaron“, completó entre risas.

Pero mientras el público se ríe nerviosamente, Biden se termina de hundir: “En su lugar pusieron a alguien que era sólido“, en referencia a Yuriy Lutsenko, el fiscal que pusieron en su lugar, quien era amigable a los Estados Unidos e inmediatamente cerró la investigación a Burisma.

Hallado sin vida un testigo clave que iba a declarar en contra de Joe Biden

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