Apasos agigantados la ONU se está convirtiendo en un organismo vergonzoso, como su predecesor, la Sociedad de Naciones. Pero más vergonzo aún es su secretario general, Antonio Guterres, verdadero pelele de las potencias imperialistas.
El viernes Guterres afirmó en París que el Sáhara Occidental fue descolonizado pacíficamente en 1975, cuando el criminal Franco aún vivía en El Pardo y nadie conocía al Frente Polisario.
Guterres sostuvo que no es la ONU la que bloquea la solución a la interminable descolonización del Sáhara. Lo expresó a la manera estúpida de Rajoy: “Este problema lo bloquean los que lo bloquean”, aludiendo indirectamente a Argelia y al Frente Polisario.
Luego añadió que el Sáhara fue descolonizado en 1975 tras un acuerdo tripartito entre España, Marruecos y Mauritania, es decir, que pasando por encima de la voluntad del principal interesado, el pueblo saharahoui, al que nadie le ha preguntado nunca nada.
Después de eso que Guterres llama “descolonización”, Huari Boumedian (Argelia) y Muammar Gaddafi (Libia) se sacaron de la manga al Frente Polisario. Esta es la pintoresca teoría del secretario general de la ONU.
Si eso fuera cierto, Guterres debería explicar lo inexplicable: por qué la ONU ha estado intentando durante décadas convocar un referéndum de autodeterminación en el Sáhara, que es un principio capital del derecho internacional.
Pero hay algo mucho peor: Guterres descarta cualquier posibilidad de que la ONU vuelva a respetar el derecho internacional en el Sáhara. El referéndum de autodeterminación es inviable, dice, y da la clave del problema: para la ONU la guerra actual es de “baja intensidad”. Traducido al lenguaje tabernario, eso significa que el Frente Polisario mata muy poco. Lleva a cabo una guerra de “baja intensidad”. Si tuviera misiles, tanques y cazabombarderos, es decir, si pasara a una guerra de mayor intensidad, entonces tendría más eco en los foros internacionales porque el “ius in bello” no se rige por normas jurídicas sino por el número de muertos que alguien es capaz de poner encima de la mesa.
De ahí deriva todo lo demás: el papel de la Minurso no es asegurar el derecho de autodeterminación sino el cumplimiento del alto el fuego de 1991, o sea, que la guerra siga siendo de baja intensidad, manejable y fuera del eco mediático. No hay nada de qué preocuparse. Como si el pueblo saharahoui no existiera.
Resulta absolutamente vomitivo.
También la ONU traiciona al pueblo saharahui de manera vergonzosa