TP.- El 24 de junio se congregaron miles de personas en Madrid para decir basta a la Agenda 2030. Esta agenda, promocionada por gran parte de gobiernos en el mundo, de la mano de la ONU y bajo la sombra del Foro Económico Mundial, despierta cada vez más detractores, que ven en ésta un símbolo de totalitarismo disfrazado de buenas intenciones y cuyos efectos reales, como la destrucción de las economías, de la familia tradicional, de la libertad de creencia, junto con la erosión de las libertades individuales durante la supuesta pandemia, unieron a gente de todo el mundo y dieron impulso a un movimiento de resistencia que toma fuerza, a pesar de la censura en las redes y del continuo ataque de los medios para desacreditarlos.
Según testimonios, la marcha de protesta agrupó a entre 20 mil y 30 mil personas. Sin embargo los medios se esforzaron por ocultar su alcance, mientras trataban de desviar la atención afirmando que no era más que un grupo de neonazis, homófobos, negacionistas y terraplanistas, adjetivos bien conocidos por una audiencia cada vez más inmune al bombardeo mediático.
Marcha contra la Agenda 2030 en Madrid: la gente despierta mientras los medios callan