Casi simultáneamente, Venus comienza a retrogradar en Leo, y el Sol entra y activa a esta franja del zodiaco, impregnando el ambiente con sus cualidades.
Esto va a ocurrir este 22 de julio. Primero, Venus inicia su movimiento retrógrado a las 9:30 de la noche, hora venezolana (23 julio, 01:52 de la madrugada, hora universal), y al poco tiempo, a las 9:52, hora venezolana (ya es 23 julio de acuerdo a la hora universal, 1:52), el Sol ingresa a Leo.
Cuando Venus retrocede (estará así hasta el 4 de septiembre) es un ciclo propicio para la reestructuración de nuestro mundo afectivo, de nuestros sentimientos y relaciones.
Eso puede implicar nuevos amores, rupturas con personas que ya cumplieron su ciclo en nuestras vidas, una nueva forma de expresar nuestros sentimientos, tal vez descubrir aquello que venía naciendo en nuestro corazón y que aflora y nos hace entrar en un nuevo estado de conciencia, un tiempo para descubrir que ya dejamos de querer a alguien, entre otras cosas.
El tránsito en retroceso de Venus por el signo Leo, puede significar todo un reto para nuestros egos; bajo las energías de este signo, es importante trabajar termas como el orgullo, la vanidad, la necesidad de ser centro de atención, y la tolerancia hacia los demás.
Cuando todo esto se mezcla con la parte sentimental y las relaciones, es importante aprender a ceder parte de nuestra personalidad en aras de armonizar con la otra persona, actuar con humildad, comprensión, empatía, pues de lo contrario, los efectos de Venus retrógrado actuarán como demoledor de afectos.
Ahora que Venus jugará un importante papel de reestructuración afectiva, bajo el influjo de las cualidades leoninas, es bueno conocer estas cualidades para saber manejarlas en forma adecuada, para avivar el amor, en lugar de destruirlo.
El Sol en Leo nos da un ciclo propicio para desarrollar el amor propio y la autoestima, y asumir posiciones de liderazgo; hay en el ambiente una plenitud que nos permite desarrollar nuestros talentos creativos. Es el mes en el que gobierna el Sol, y podemos conectarnos con su energía.
El Sol es el centro de nuestro sistema solar y su efecto en nosotros hace que destaquemos nuestra capacidad para ser organizadores; este astro representa nuestra consciencia, el saber que existimos, y por tanto, cuando Leo domina en el ambiente, es un momento ideal para reafirmarnos como seres con conciencia, con capacidad de transformar el mundo que nos circunda.
Cuando hablamos del influjo de Leo, no nos referimos sólo a los que nacieron bajo este signo, pues todos tenemos una parte de las 12 franjas zodiacales en nuestros respectivos mapas astrológicos, de manera que en cada uno de nosotros hay un punto donde somos de Leo; además, todos albergamos al Sol en algún lugar de nuestra carta astral, y desde ese punto emana sus energías a nuestra personalidad.
Esta es la franja del zodíaco que está regida por el Sol, el astro rey, rector de nuestro sistema solar, de allí que la analogía se encamine a considerar a los Leo como líderes, como seres a los que les gusta ser centro de atención, y con cualidades para destacar y brillar en las actividades que realicen.
Leo es muy orgulloso, su orgullo es fácilmente herido y se resiente de cualquier afrenta a su dignidad; sin embargo, la compasión puede hacerle olvidarse a veces de su orgullo, y es capaz de sorprendentes actos de amabilidad y consideración.
Un Leo sólo se siente bien realmente, si está rodeado de un entorno bello y lujoso y en compañía de personas refinadas y de buena posición social, sin embargo, siempre aprecia a alguien que tenga algo interesante que decir.
Leo posee un fuerte sentido dramático, y esta cualidad está tan dentro de él que con frecuencia no se da cuenta de ella; en este caso, interpretará inconscientemente un papel, pues siempre puede cubrir sus deficiencias actuando ante el público. Leo tiene un gran magnetismo personal y es raro que no esté rodeado de amigos y admiradores.
Estas cualidades, debe aprender a manejarlas, pues en lo negativo, puede caer en el egocentrismo, la intolerancia, el ser impositivo, y en este ciclo con Venus retrógrado, pueden ser factores que le alejen simpatías y afectos.
En lo positivo, su brillo y magnetismo, su manera de ser espléndida y generosa, le puede generar simpatías y nuevos amores en este ciclo, no sólo a los nacidos en tiempos de Leo, sino a todos aquellos que cultiven las cualidades favorables de este signo.
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