Ya estamos en la segunda Luna Llena de este mes, fenómeno que llamamos Luna Azul. Por supuesto que la Luna no se va a volver de color azul ni la vas a ver de este color. El único cambio de color que podrás observar en ella será como en la primera luna llena de este mes, ese tono anaranjado que habitualmente toma cuando se eleva desde el Submundo, por el horizonte y que se debe a la dispersión de la luz solar en la atmósfera en esos momentos. Este «fenómeno» como dije en el último artículo sobre la primera Luna Llena de Agosto, pasa cuando hay dos lunas llenas en el mismo mes y luego la segunda es la que llamamos Luna Azul. Esto es algo que ocurre, aproximadamente, cada dos años y medio. La última vez fue en octubre del 2020. Ésta en particular, es un Super Luna Llena, por tanto su tamaño y brillo nos parecerán más impresionante que nunca.
Todo esto no quiere decir que la imaginación y la poesía astrológica no puedan encontrar un significado en este magnífico símbolo cósmico. Para empezar si sólo miramos la astronomía de ello, nos encontramos con la dualidad del ciclo lunar. La Luna realiza una órbita completa alrededor de la Tierra cada 28 días y siete horas (un mes sideral) pero el ciclo de fases lunares se completa en 29,53 días (mes sinódico) ya que en éste tomamos en cuenta el movimiento solar también, es decir tomamos en cuenta el periodo entre dos lunas nuevas, por ejemplo. EL mismo ciclo lunar, aún así, dependiendo como lo miremos, en dos tiempos diferentes. Algo que en nuestra vida de cada día experimentamos a menudo, es precisamente esa diferencia temporal entre lo que ven dos personas diferentes, o la misma persona en dos estados emocionales diferentes. Dos interpretaciones de un mismo evento, dos formas de verlo, de sentirlo. Dependiendo como nos sentimos en un momento en particular podemos dejarnos llevar por una u otra versión de lo mismo. Es lo que llamamos dualidad.
Dualidad es una característica de signos como Géminis (particularmente), Libra y por supuesto el signo en que se forma esta Luna Llena, Piscis.
Esta Luna Llena que se forma en el signo de los peces que van en direcciones opuestas va de la mano de Saturno, Dios del Tiempo y aquel que nos recuerda constantemente nuestra realidad humana, nuestras limitaciones, aquel que nos indica lo que podemos y lo que no podemos hacer. Dos arquetipos practicamente opuestos. Piscis, regido por Neptuno nos conecta con el viaje de la gota por las profundas aguas de mar, donde ella no tiene que hacer ningún esfuerzo para moverse, ya que el vaivén es constante y se puede dejar llevar y donde no hay límites para la imaginación, la creatividad, los sueños. En Piscis, la forma de diluye, se convierte en otras y donde la música toma una relevancia extraordinaria. Saturno, por su parte, es el enemigo de todo ello, ya que nos despierta de los sueños, nos recuerda las limitaciones de movimiento dentro de nuestras capacidades físicas y las órdenes sociales. En Piscis podemos volar conduciendo nuestro coche, desplazarnos a parages mágicos con cielos de los colores más espectaculares, con Saturno pagamos multas si nos pasamos de la velocidad permitida y el coche que vuela aún no se ha inventado. Claro está que siempre hay una forma holística de ver esta dualidad, y es que Saturno puede ayudar a esta Luna en Piscis a realizar sus sueños, siempre que uno tenga claro cual es el sueño y esté dispuesto a trabajar por ello. Saturno nos recuerda que sin trabajo no hay excelencia. Si quiero ser bueno en algo me lo debo trabajar, aunque haya nacido con mucho talento para ello. Sólo el talento no me asegura la excelencia.
Así que esta Luna Llena acompañada de estos peces entrelazados nos invita a navegar por aguas contenidas. Júpiter, el regente tradicional de Piscis se encuentra en Tauro y en trígono al Sol, lo que nos llena de optimismo, y entusiasmo, respecto de nuestras posibilidades, pero con la contrariedad impertinente que se pondrá retrógrado el 5 de Septiembre y nos obligará a «frenar» en nuestro entusiasmo y asegurarnos que tenemos lo que se necesita para hacer eso lo que queremos hacer. Aunque Júpiter dice que sí, en su retrógrado nos sugerirá dar un paso atrás y cerciorarnos que es así.
Neptuno, el regente contemporáneo de Piscis, y en su propio signo desde el 2011, se encuentra en oposición a Marte en Virgo, y esta es una conversación entre estos dos arquetipos también muy diferentes. Uno quiere acción (Marte) y el otro (Neptuno) nunca tiene prisa, le gusta tomarse las cosas con calma y confía mucho más en el Destino que Marte. La lucha es aquí en contra de la procrastinación neptuniana que se distrae en busca de la Belleza y la Unidad. Pero como hablamos de una Luna Llena, también es cierto que podría ser una buena idea, tomarnos 2 o 3 días libres para poder pensar en un plan de acción más adecuado.
Buscar inspiración o evasión a través de la música sería una buena medicina sugerida por Neptuno, si ésta (la música) es tu herramienta de trabajo, entonces déjala fluir sin expectativas. Si no lo es, déjate acompañar por ella, en lo que sea que estés haciendo.
El Sol, recién entrado en Virgo, activa esta dualidad Virgo-Piscis que nos habla de la importancia de la satisfacción en el trabajo para poder tener una buena salud física y mental, de lo indispensable de encontrar un sentido de servicio en lo que sea que hacemos y por encima de todo, la comprensión que aquello que me hace único, que expresa mi necesidad de excelencia es en definitiva, para devolverlo al mar de la consciencia colectiva.
Los Nodos Lunares continuan en cuadratura a Plutón, ya menos exactamente que en la anterior Luna Llena de Agosto, pero esta vez los Nodos se encuentran alineados con Eris, prima hermana de Plutón, en temperamento y puede traernos más desavenencias con la inmigración, territorio muy delineado por Eris, que simboliza, «la no invitada», aquella que su presencia nos amenaza y disturba, la Maléfica de la Bella Durmiente, la que nos provoca discordia, de hecho Eris, es la Diosa de la Discordia. Este es un tema que tenemos sobre la mesa desde hace mucho y que todos los políticos parecen seguir evitando como si de un virus peligroso se tratase. Este es un tema que concierne al mundo entero, ya que todos tenemos derecho a vivir donde podamos sobrevivir sin que importe donde hemos nacido. La nacionalidad no nos define, ni debería limitarnos a la hora de buscar una vida digna y en paz. Con 6 planetas en retrógrado, esta es una buena oportunidad para llevar nuestra mirada hacia este dilema mundial y tratar de encontrar soluciones. Seremos capaces?
Kirón acompaña esta conjunción de Eris con el Nodo Norte, por tanto un atisbo de toma de consciencia y una intensa compasión característicos de Piscis, nos puede llevar a buscar estrategias para curar estas divisiones entre nosotros, esta falta de paciencia con las opiniones y creencias diferentes a las nuestras. Después de todo, «Todos» nos encontramos en este pequeño gran planeta, practicamente insignificante en el contexto cósmico y tan Grande e importante para todos nosotros.