El inicio de la Vuelta a España está siendo de todo menos tranquilo. El primer día falló la iluminación y los ciclistas se quedaron completamente a oscuras, el segundo día sufrieron modificaciones de última hora debido a las condiciones meteorológicas y varios pinchazos como consecuencia de las chinchetas tiradas sobre el asfalto. El pasado lunes fueron detenidas cuatro personas en Lleida cuando trataban de llevar a cabo su sabotaje: derramar 400 litros de líquido, parecido al aceite de motor, sobre la carretera. Y el pasado sábado fue detenida otra persona al intentar provocar un accidente.
La séptima etapa encaraba sus kilómetros finales cuando los guardias civiles encargados de la seguridad del evento advirtieron en repetidas ocasiones a un hombre que no tratara de obstaculizar el desarrollo de la carrera. El ciudadano irrumpió en la vía, pese a las repetidas advertencias anteriores, tratando de provocar la caída de los corredores. Según ha explicado el comunicado oficial de la Guardia Civil, el incidente tuvo lugar en un punto especialmente sensible, pues los ciclistas se encontraban realizando el esprint final a apenas unos metros de distancia.
Finalmente, un componente de la Agrupación de Tráfico, junto a otro de la Unidad Territorial y otro del Grupo de Reserva y Seguridad, detuvieron a dicha persona para evitar el accidente durante la Vuelta Ciclista a España. El detenido es un hombre de 28 años de edad y nacionalidad española, al que se le imputa un delito de desobediencia grave y que pasará en las próximas horas a disposición judicial.
Cuatro detenidos en Lérida
El del pasado sábado no es el primero y seguramente no sea el último detenido que deja esta edición de La Vuelta. A su paso por la comarca del Solsonès (Lérida), cuatro varones fueron sorprendidos por la Policía Nacional cuando pretendían derramar en la calzada 400 litros de un líquido similar al aceite de motor.
Según informó el pasado martes la Policía Nacional, los cuatro arrestados fueron sorprendidos cuando trataban de activar un mecanismo para poder verter este líquido en la carretera al paso del pelotón durante la etapa de La Vuelta del pasado lunes, que transcurrió entre las localidades de Súria (Barcelona) y Arinsal (Andorra). En concreto, los agentes sorprendieron a los detenidos en una zona boscosa del Solsonès cuando se disponían a activar este mecanismo, consistente en un dispositivo de activación con una electroválvula y un temporizador, que estaba escondido entre la vegetación.
Los agentes de la Policía Nacional constataron que los cuatro detenidos adoptaban numerosas medidas de seguridad para evitar su detección y vigilancia. Así, en el momento de su arresto, ninguno portaba teléfono móvil y habían utilizado senderos secundarios, de complejo tránsito, para llegar hasta el punto donde habían instalado el mecanismo.
El pasado lunes, la juez ordenó libertad provisional para todos ellos con la medida cautelar de prohibición de acercarse a un mínimo de 500 metros de las etapas de La Vuelta. La causa, que se halla bajo secreto, está abierta por los delitos de pertenencia a grupo criminal, desórdenes públicos, contra la seguridad vial y contra el medio ambiente.