Mindfulness Advaita como frase es la combinación de una palabra inglesa y una sánscrita, la primera, mindfulness, se traduce al español como «atención plena» y la segunda, Advaita, se traduce al español como «no dos».
Ahora, como concepto, Mindfulness Advaita se refiere a una propuesta que ya tiene años madurándose y desarrollándose en la mente y el corazón de un servidor y otros maestros que debido a nuestra propia experiencia de transitar a lo largo de cada una de ambas vías hemos notado que cada una de ellas se complementan para permitir, mediante el proceso adecuado, la liberación del sufrimiento del practicante.
Desde que inicie mi formación como instructor de mindfulness me he dado cuenta, después de enseñar a miles de personas en los entrenamientos que he impartido en diferentes países que la atención plena es profundamente sanadora y que es un verdadero salvavidas para los procesos de tantas personas que entran al curso por depresión, estrés, ansiedad, pérdidas, adicciones, dolor y un largo etcétera, permitiéndoles una luz de claridad en sus ajetreadas vidas y mejorando diametralmente su calidad de vida, sin embargo, he sido testigo en infinidad de ocasiones que estas personas que salen de años de malestar psicológico o físico siguen quedando vulnerables o proclives a «recaer» en dichos estados al dejar la práctica de los ejercicios de mindfulness, algo, que desgraciadamente sucede frecuentemente, sin embargo, esto es algo que puede ser evitado si, simultaneo a su práctica de mindfulness descubren que su verdadera esencia no es el personaje egoico que llegó a tomar un curso para sentirse mejor sino la consciencia que es siempre presente y nunca cambiante y esta es la aportación que genera el Advaita, el darnos cuenta y reconocer que «todo es uno» y desde esa profunda conexión al presente donde todo se funde en la experiencia misma, la plenitud se manifiesta inevitablemente.
Al reflexionar de manera prolongada y estudiando las propuestas de diferentes maestros y tradiciones contemplativas, he llegado a la conclusión que para lograr una plenitud es indispensable, no solo aprender y fortalecer nuestra atención plena, sino desarrollar nuestra capacidad de fundirnos con la realidad disolviendo el concepto y la experiencia de la dualidad observador-observado, para descubrir mediante la práctica y el estudio, que dicha separación solo es un constructo desarrollado por el ego.
Y en la medida que vamos desarrollando ambas capacidades, nos vamos alineando con nuestra verdadera naturaleza, nos vamos dando cuenta que no somos un ser humano con consciencia, sino que somos la consciencia que se da cuenta de sí misma a través de un sistema psicosomático creado por ella misma que es meramente un vehículo transitorio y desde dicho reconocimiento directo, logramos un estado de gozo y equilibrio que nos permite vivir plenamente.
De tal manera que, si deseas alcanzar dicho estado, al que tienes derecho porque es tu naturaleza última, continúa practicando mindfulness, de una forma paciente y correctamente desarrollada y Xempieza a abrirte a esta milenaria sabiduría del Advaita o «no dualidad» donde se encuentran las claves para ir debilitando el concepto ilusorio de un «yo separado» para abrirte a todo tu potencial y tu belleza y tu punto de partida, bien puede ser, el comenzar a reflexionar en la frase del maestro Sri Nisargadatta Maharaj:
«Todas las enseñanzas tienen un único objetivo: salvarnos de la creencia en una existencia separada»