La página web publicintelligence.net, sitio que cuenta con un significativo historial de documentos publicados del Gobierno estadounidense dedicados a asuntos de seguridad nacional, ha vuelto a sorprender a sus seguidores. Filtró el último manual de armas no letales del Pentágono.
El texto es un detallado informe sobre todas las armas no destructivas que están a disposición de los militares estadounidenses. Presenta también las novedades que todavía están en etapa de pruebas y las que existen solo en forma de concepto.
El material publicado muestra que el Ejército de EE. UU. cuenta con un amplio arsenal de métodos de convicción, aunque la mayoría de ellos parece más la utilería de Hollywood para las películas de ciencia ficción.
Láseres verdes
Tienen dos modificaciones. La variante estándar es de un rendimiento de 250 mW y es capaz de acertar blancos a una distancia de entre 65 metros y 1 kilómetro. 65 metros es la línea de seguridad: un objeto que esté a una distancia menor que esta corre el riesgo de dañar los ojos. Con el objetivo de prevenir este peligro, los láseres de este tipo, según declara su descripción, llevan incorporado un módulo de control que corta el rayo automáticamente si el blanco se acerca a la ‘línea’ de los 65 metros.
Los láseres verdes están destinados a desorientar y dispersar a la gente, produciéndoles una discapacidad visual temporal. Según los diseñadores, el método es especialmente eficaz cuando el blanco es un individuo al volante. Sin embargo, advierten que la niebla o la lluvia pueden reducir los efectos.
AHD
Son dispositivos acústicos capaces de producir una escalada de sonidos direccionales más allá de medio kilómetro. Pueden tanto causar una discapacidad auditiva como hacer escuchar una orden entre ruido ambiente.
Según los diseñadores, son aplicables en la tierra y en el mar, sin embargo, su efecto puede ser reducido por cualquier fenómeno meteorológico -viento, lluvia, niebla- o por un ruido de fondo. Su versión avanzada, que funcionaría a toda escala a pesar de los ruidos de fondo en el punto del destino y tendría un alcance de hasta un kilómetro, está en etapa de prueba.
Altavoces subacuáticos
El mismo efecto -de discapacidad auditiva- puede causarse también por debajo del agua, a una profundidad de hasta 40 metros. La única diferencia es que el alcance de los EUL es algo más corto, ‘solo’ de 457 metros. Los diseñadores advierten que el efecto es parcialmente reducido en los casos en los que hay ruido de fondo, como los motores de una nave, por ejemplo, y cuando el blanco lleva un traje de buceo ya que el neopreno protege en cierto grado los oídos.
Este tipo de dispositivos tiene un análogo que todavía está en pruebas. La versión modificada tiene un cable conectado a la unidad de control y consiste en un generador eléctrico y un fusil de aire comprimido. Emite una onda sonora rítmica capaz de abatir un blanco concreto por debajo del agua. Por el momento su alcance es hasta 150 metros de distancia y siguen sin investigación sus posibles efectos sobre la flora y la fauna marítimas.
Láseres combinados
Este tipo de dispositivos todavía no es de amplio uso. Se trata de un sistema sinérgico que incluye un láser y una luz ‘no coherente’ y acústica. Su tarea es causar una discapacidad tanto visual como acústica, acompañada por fuertes náuseas.
Los Venom son lanzadoras multidisparos de granadas no letales. Su tarea es causar discapacidad visual o auditiva. Son de 40 mm y funcionan a partir de electricidad. El sistema se monta sobre una plataforma móvil y consiste en tres complejos, cada uno de 10 tubos lanzadores, fijados cada uno en un ángulo: de 10, 20 o 30 grados sobre el horizonte, lo que les garantiza una cobertura de 360 grados a una distancia de hasta 130 metros.
Los diseñadores advierten que los vientos pueden reducir el alcance y exactitud de disparos y que los Venom pueden provocar quemaduras en caso de ser descargados demasiado cerca del blanco.
En etapa de pruebas hay una versión avanzada del dispositivo de tubos múltiples, conocida como MPM NLWS. El umbral actual de su cobertura es 150 metros, mientras que el objetivo es un alcance de 500 metros. Otra novedad es que los diseñadores buscan combinar la capacidad de lanzar granadas y causar discapacidad visual y auditiva con un efecto calentador.
Cañón calentador
Los cañones calentadores son uno de los proyectos más destacados del Pentágono en 2011. Actualmente existen en forma de prototipo, pero se espera que las pruebas finales no tarden en llevarse a cabo. Se trata de un sistema instalado en una plataforma móvil que crea un calor insoportable a través de una onda electromagnética dirigida, lo que empuja a la gente a desplazarse inconscientemente en busca de un refugio. Actualmente, los diseñadores están investigando la posibilidad de reducir los efectos negativos de la lluvia y la humedad en su dispositivo y reducir el riesgo de causar quemaduras menores.
‘Tapones’ de trenes, naves y aviones
Entre las innovaciones están también varios conceptos ‘revolucionarios’, pero todavía requieren multimillonarias inversiones para su investigación. Se trata de ‘tapones’ para todo tipo de vehículos hostiles para frenarlos o inhabilitarlos.
En primer lugar, es un ‘frená trenes’ que manda un impulso eléctrico y apaga así la pista eléctrica de un tren o los componentes eléctricos de su motor: los diseñadores comentan que sería más oportuno aplicar este método en combinación con un sistema de obstáculos para disminuir el ímpetu del tren.
Otra tecnología consiste en crear zonas inaccesibles para un presunto enemigo, aplicando microondas electromagnéticos que desbaraten los componentes eléctricos de motores de vehículos y naves y hacerlos parar en cuanto atraviesen cierta línea. Para hacer frente a los aviones, el Pentágono ofrece otro método: rayas rítmicas de láseres que se dediquen a modificar la corriente aerodinámica alrededor de sus alas haciendo que la nave se desvíe.
Fuente: http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/electronica_tecnologia/issue_34492.html