En la cultura dominante existe una fuerte asociación entre el libre albedrío y el significado de la vida en general, y entre el libre albedrío y la responsabilidad moral en particular. Es esta supuesta conexión la que hace, por ejemplo, que Daniel Dennett argumente que es inmoral decirle a la gente que no tienen libre albedrío, ya que esto puede hacer que actúen de manera poco ética.
Hace un par de semanas Bernardo Kastrup, director ejecutivo de la Fundación Essentia, escribió un ensayoargumentando que, bajo el idealismo objetivo, toda la convulsión en torno al libre albedrío es una pista falsa sin sentido. En su opinión, el debate entre el libre albedrío y el determinismo no tiene sentido, porque fundamentalmente no hay distinción entre la voluntad de la naturaleza y lo que la naturaleza debe hacer.
En otras palabras: lo que asumimos como libre albedrío es, a nivel universal, exactamente lo mismo que el determinismo. En este vídeo, Hans Busstra se sienta con Bernardo Kastrup para discutir esta línea de razonamiento, al mismo tiempo que intenta hacerlo personal: ¿por qué queremos tanto el libre albedrío a nivel psicológico? ¿Por qué, como cultura, solemos asociar el determinismo con el nihilismo y la falta de sentido?
La conversación cubre el demonio de Laplace, la irreductibilidad computacional y trabaja hacia el punto principal de Kastrup: si puedes aceptar eso, a nivel personal, Si no tienes libre albedrío, te das cuenta de que estás siendo «jugado» por un universo que, debido a la irreductibilidad computacional, no puede «ver» hacia dónde va antes de ir. En lugar de sufrir como efecto de las «malas» decisiones de libre albedrío de los agentes humanos, el sufrimiento se convierte en parte de la inevitable evolución del universo.