París vive uno de los momentos más críticos en cuanto a plagas a sólo 10 meses de la celebración de los Juegos Olímpicos en la ciudad. Las chinches asolan la capital francesa, presentes tanto en las tapicerías de los asientos del metro como en las butacas de los cines y demás espacios públicos. Estos insectos desaparecieron casi por completo del día a día en la década de 1950; sin embargo, ahora sus números parecen haber alcanzado niveles que no existían desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
La epidemia de chinches no es una novedad en Francia, que ya vivió una similar entre 2017 y 2022. En esos años infectó al 11% de las familias francesas y supuso un coste anual de 230 millones de euros para la sanidad pública. Además, enfrentó a las alcaldías de grandes ciudades e incluso al Ejecutivo nacional, como la de París y el Gobierno de Emmanuel Macron.
En este contexto, hace tres años el Gobierno francés lanzó un sitio web con medidas para combatir a estos insectos. Sin embargo, la alta densidad de población y el aumento del transporte público parecen haber propiciado el resurgimiento de esta plaga y cada vez son más los vídeos denunciándolo en redes sociales. Por ello, el Ejecutivo anunció el pasado viernes que lanzará una contraofensiva para combatir la proliferación de las chinches.
El ministro de Transportes francés, Clément Beaune, señaló este viernes en ‘X’ (antiguo Twitter) que tendrá una reunión con los operadores del transporte público «para informarles sobre las medidas adoptadas para tranquilizar y proteger» a la población. En total, se cree que una décima parte de los hogares franceses han tenido problemas con las chinches en los últimos años. Esto suele necesitar de una operación de control de plagas, que además a menudo hay que repetir y cuesta cientos de euros.
Según varios estudios, las ciudades más afectadas por la epidemia actual son Marsella, Saint-Denis, París, Niza, Lyon, Estrasburgo, Toulouse, Burdeos, Montpelier y Nantes. El Ayuntamiento de París ha pedido al presidente la creación de un cuerpo especial para lidiar con la plaga.
La presidenta del grupo parlamentario del partido Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), reclamó este viernes un plan de urgencia y reconocer a las chinches «como un problema de salud pública». Por su parte, la agencia sanitaria nacional francesa ha recomendado a la población que comprobara sus camas de hotel cuando viaje. Además, ha pedido precaución a la hora de meter en casa muebles de segunda mano o colchones usados.
Las picaduras de chinches provocan irritación, ampollas o incluso grandes erupciones en la piel. Esto puede causar picores intensos o reacciones alérgicas, así como angustia psicológica, problemas de sueño, ansiedad y depresión. Las autoridades francesas aseguran que la aparición de estos insectos, que pueden llegar hasta los siete milímetros de largo, no tiene nada que ver con los niveles de higiene.
El turismo global y las altas temperaturas parecen ser dos de las razones detrás de su proliferación, aparte de las ya mencionadas. Además, algunos de estos insectos han desarrollado inmunidad a ciertos químicos, lo que hace más difícil su erradicación. En España, las chinches son ya la tercera plaga más común, detrás de las cucarachas y las termitas.
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