Un grupo de hombres que se encontraba cazando jabalíes en la región de Guía Lopes da Laguna, en las afueras de Sao Paulo se toparon con un chupacabras y lo abatieron.

Bautizado así por sus hábitos alimenticios, el chupacabras suele alimentarse de la sangre de los animales en zonas rurales, su leyenda se extendió rápidamente desde mediados de los años 90 por Puerto Rico, donde nació, a México, el sudoeste de Estados Unidos e incluso China.

Sus descripciones físicas varían de un incidente a otro, pero generalmente se dice que es una criatura del tamaño de un oso pequeño provista de una hilera de espinas que va del cuello a la base de la cola, así como colmillos gigantes y manos con largas garras.

Ahora -de ser cierto el vídeo que insertamos a continuación- podremos salir de dudas porque unos cazadores brasileños mataron, a principios de octubre, un presunto ejemplar de chupacabras después de que esta «criatura vampírica» peleara con sus perros. Las imágenes no son aptas para personas sensibles.

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“Sí es el chupacabras. Está muerto ahora, está muerto”, se oye decir a uno de los hombres mientras se muestra partes del extraño animal, con manos humanoides y cuerpo similar a un simio.

El vídeo muestra a un ser con manos humanoides y cuerpo similar al de un mono.

Las imágenes han generado todo tipo de reacciones en las redes, entre ellos los escépticos, que han señalado que el animal asesinado podría ser un mono aullador, quizás ya muerto. Por consiguiente, no puede descartarse la posibilidad de que los cazadores crearan una situación falsa al utilizar el cuerpo de un animal ya muerto y atribuirlo al chupacabras. Refuerza la idea la calidad del cuerpo del animal que parece estar en descomposición, algo que no cuadra si fue abatido aquella misma noche. Las imágenes, en cualquier caso, no son lo suficientemente reveladoras como para comprobar la teoría.

Los monos aulladores, monos carayá o saraguatos viven en los bosques de la zona tropical americana desde el sur de México hasta el noreste de Argentina. Tienen el rostro corto, nariz achatada y su tamaño oscila entre 56 y 92 cm, excluyendo la cola, que tiene una longitud similar por lo que no sería descabellado pensar que este “chupacabras” capturado al oeste de Sao Paulo fuera, en realidad, uno de estos ejemplares aunque no explica la ausencia de pelo.

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