Por André Damon
Viernes. El New York Times publicó un artículo que demuestra de manera concluyente que Israel estaba plenamente informado, al detalle, de los planes del Hamas dirigidos a atacar su frontera; planes ejecutados el 7 de octubre. Esas revelaciones muestran claramente que los responsables israelíes sabían perfectamente dónde y cómo Hamas lanzaría su ataque, y tomaron la decisión deliberada de no hacer nada para facilitar el ataque.
Los descubrimientos llevan a que el gobierno israelí permitió la muerte de sus propios ciudadanos y que es responsable de las muertes provocadas ese día. Esta conspiración criminal tendía a fabricar un pretexto para un genocidio planeado a largo plazo contra la población de Gaza.
Hay más, es imposible creer que Estados Unidos no estuviera informado de los planes de Hamas, en las condiciones en las que no sólo los servicios de inteligencia israelíes, sino incluso los de Egipto estaban prevenidos del ataque. Todo indica que se trató de un complot para implicar a Israel, el gobierno Biden y probablemente también a las agencias de inteligencia británicas y europeas.
El Times publicó ese artículo el lunes, cuando Israel lanzaba una nueva ola de ataques sobre Gaza en el curso de una visita de Antony Blinken. La presencia del secretario de Estado estadounidense tenía por objeto no sólo expresar el apoyo de EEUU a este nuevo ataque, sino también de diseñar la respuesta a la divulgación del complot.
El New York Times escribió que:
“El documento de unas 40 páginas, al que las autoridades israelíes dieron el nombre codificado de ‘Muro de Jerico’, describe punto por punto, el tipo exacto de invasión devastadora que provocó la muerte de unas 1200 personas.
El documento obtenido por los servicios de inteligencia israelíes “describe meticulosamente el método de ataque, reflejando exactamente los hechos reales», informa el Times. «Describe un asalto intenso tendente a debilitar las fortificaciones de la franja de Gaza, a apoderarse de pueblos israelíes y a disparar sobre bases militares clave. Ese plan fue puesto en marcha con una precisión alarmante, porque implicaba el empleo coordinado de cohetes, drones y fuerzas terrestres”.
El Times también informa:
“Hamas ha seguido el plan con una precisión chocante. El documento preveía un barrera de cohetes al inicio del ataque, de drones para neutralizar las cámaras de seguridad y las ametralladoras automáticas a lo largo de la frontera, y de hombres armados que debían desplazarse en masa en Israel en vehículos, en moto y a pie. Todo eso se produjo el 7 de octubre”.
Además, según el Times, los responsables del ejército y los servicios de inteligencia israelíes sabían que Hamas había efectuado una misión de entrenamiento exhaustivo de una jornada para poner en marcha el plan en todos sus detalles, tres meses solamente antes del ataque. afirma el Times:
“El entrenamiento incluía una simulación de abatimiento de aviones israelíes y la toma de control de un kibutz y de una base de entrenamiento militar, con la muerte de todos los cadetes. En el curso del ejercicio, los combatientes de Hamas emplearon la misma frase del Corán que la que figuraba titulando el plan de ataque ‘muro de Jéricó’”.
La información reconoce que Israel estaba plenamente informado de los planes de Hamas, el Times quiere presentar esas revelaciones como una excusa, afirmando sin justificación que los responsables israelíes simplemente incurrieron en un error. El diario expresa: en la base de los fracasos, había una creencia única, fatalmente inexacta, en que Hamas no tenía capacidad de atacar y que no se atrevería a hacerlo. Esta creencia era, según los responsables, de tal manera anclada en el gobierno israelí que pasaron por alto las pruebas numerosas de lo contrario…
No, la decisión israelí de no hacer nada el 7 de octubre no fue un error que mereciera ser incluido en los índices porque no había índices a registrar en grabadora. Las agencias de inteligencia israelíes tenían en la mano el plan operativo completo del ataque, pues habían asistido a un ejercicio de entrenamiento de alto nivel de Hamas y para efectuar el plan. Sabían exactamente lo que estaba previsto y decidieron dejar hacer.
El Times escribió: “Los responsables del ejército y los servicios de inteligencia israelíes rechazaron el plan por ser demasiado ambicioso, y estimaron que era demasiado difícil para Hamas ponerlo en marcha”. Agrega: “No se sabe si el Primer ministro Benjamín Netanyahu u otros altos responsables políticos vieron el documento”.
Esta presentación es absurda. Es imposible creer que las informaciones de esta naturaleza puedan entrar en posesión de las agencias de inteligencia sin provocar su intenso análisis. La idea de que después del 11 de septiembre, los planes de un nivel tan alto hayan sido escondidos al primer ministro es impensable.
Un documento así habría probablemente llegado de una fuente del más alto nivel de Hamas. Una vez que esas preciosas informaciones son obtenidas, habría sido vital tomar medidas para proteger esta fuente, incluidas las contramedidas para hacer creer a Hamas que Israel no estaba en posesión de esas informaciones. La suspensión de la vigilancia habría sido el medio de enviar una señal indicando que le plan de Hamas no había sido descubierto.
Para terminar, se optó por permitir a la operación de Hamas de continuar a fin de que diera a Israel un pretexto para un ataque militar masivo, planeado de tiempo atrás contra Gaza. Sólo Netanyahu podía tomar esa decisión. En cuanto a Estados Unidos, envió una fuerza militar masiva a la región, con el despliegue de su mayor portaviones y un navío de escolta en la región en las 24 horas que siguieron al ataque.
Cuando el Times afirma que la falta de acción de Israel en seguida del ataque es una “falla de los servicios de inteligencia» eso no tiene ningún sentido, porque se trata de una mentira de principio a fin. No, los acontecimientos del 7 de octubre no fueron un error de inteligencia: Israel logró predecir exactamente la operación de Hamas. En lugar de actuar sobre la base de esa inteligencia, Israel orquestó la retirada de sus tropas y detuvo la recolección de inteligencia en el momento preciso en que el ataque se efectuó.
Cuatro días después del ataque del 7 de octubre, el periodista Seymour Hersh informó que en los días que precedieron al ataque, “las autoridades militares israelíes locales, con la aprobación de Netanyahu, ordenaron a dos de los tres batallones del ejército, cada uno con 800 soldados, que protegían la frontera con Gaza, de concentrarse en el festival de Sucot”, que tenía lugar en la proximidad de Cisjordania.
Hersh cita una fuente que le ha dicho: “No quedaban más que ochocientos soldados… para guardar la frontera de 51 kilómetros entre la franja de Gaza y el sudeste de Israel. Eso significa que los ciudadanos israelíes del sur fueron dejados sin presencia militar israelí entre 10 y 12 horas. Los ciudadanos fueron entregados a sí mismos”.
Esta suspensión de actividad hizo de la frontera un enclave vulnerable a los ataques, así se crearon las condiciones en que las fuerzas militares debieron ser transferidas para interceptar a los atacantes de Hamas en las zonas civiles, creando así una situación en la que los carros blindados y helicópteros israelíes dispararon a granel sobre las zonas civiles, aumentando la cantidad de las víctimas israelíes.
Además de la suspensión de actividad militar, Israel decidió poner en acción su unidad de inteligencia 8200 horas de servicio los week-ends, lo que significa que la unidad de inteligencia en cuanto detectó el ejercicio de entrenamiento tres meses antes no estaba en servicio en el momento del ataque, el sábado 7 de octubre.
La revelación de que Israel tenía conocimiento oportuno del ataque desenmascara asimismo a los medios informativos y al establishment político estadounidense y confirma la identidad criminal de los demócratas. Los medios se adhirieron a las afirmaciones de Israel de que el ataque fue efectuado por sorpresa y han pretendido que los acontecimientos del 7 de octubre justificaban el genocidio a punto de desarrollarse en la franja de Gaza.
Las revelaciones muestran que el genocidio de Gaza es una conspiración criminal del régimen de Netanyahu y de sus aliados imperialistas, cuyas víctimas no fueron sólo los 20 mil palestinos asesinados, sino la población misma de Israel.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 1 de diciembre de 2023)
* Traducción Gastón Pardo para WSWS, 4 de diciembre de 2023