El Gobierno ruso excarceló a prisioneros y criminales para utilizarlos en el frente en la guerra de Ucrania, y aquellos que sobrevivían recibían como premio ser indultados.
Recreación IA de un ritual satánico
El caso más reciente ha conmocionado a la opinión pública tanto rusa como internacional.
Se trata de Nikolái Ogolobyak, quien llevaba 13 años en prisión por unos brutales crímenes rituales y que se marchó al frente para combatir en la unidad militar penal Storm-Z. Ahora, tras seis meses en tierra ucraniana, y tras sufrir graves heridas que le han provocado una parálisis parcial, ha sido indultado por el Gobierno ruso y ha vuelto a casa junto a su madre. Pero ¿quién es este personaje?
Según publicó recientemente The Daily Mail, Ogolobyak, junto con seis cómplices, estableció en 2008 una relación de amistad con cuatro adolescentes de estética gótica: Anya Gorokhova, de 16 años; Olga Pukhova, de 15; Varya Kuzmina, de 16; y Andrei Sorokin, también de 16 años. El 28 de junio de ese año convenció a Anya y Olga para participar en un ritual satánico en un bosque de la región de Yaroslavl. Al parecer, Ogolobyak decía pertenecer a una secta satánica que realizaba sacrificios al diablo. Una vez allí, apuñalaron a las víctimas 666 veces (en loor al celebérrimo número de la bestia) para luego mutilar sus cuerpos, desmembrarlos y cocinar los restos en una hoguera, pero el brutal crimen no terminó ahí (ver más abajo).
SE LOS COMIERON
Al día siguiente, los satanistas hicieron lo mismo con los otros dos adolescentes, Varya y Andrei: primero los drogaron y luego fueron apuñalados y decapitados. Acto seguido, se comieron parte de sus cuerpos. Tras las desaparición de los menores se inició una investigación policial y en agosto se dio con los cuerpos y la escena del crimen ritual, que les llevó finalmente, gracias a las últimas llamadas en los teléfonos móviles de las víctimas, hasta Ogolobyak. En 2010 este fue condenado a 20 años de prisión, pues era el único mayor de edad del grupo (los otros cumplirían distintas penas, y uno de ellos sería ingresado en un psiquiátrico diagnosticado de esquizofrenia). Ahora, habiendo cumplido tan solo 13 años de condena, el sanguinario ruso ha sido indultado. Desde que el Ejército tomó esta polémica medida en una política del «todo vale» para derrotar al enemigo ucraniano, más de 30 personas han sido asesinadas por exconvictos liberados para luchar en el frente, algo que no parece preocupar al Kremlin.
Los siete adeptos del diablo recitaron un texto satánico que habían descargado de Internet y realizaron un ritual de canibalismo
SANGRIENTO RITUAL
Tras el brutal crimen de Anya Gorokhova y Olga Pukhova, los siete adeptos del diablo recitaron un texto satánico que habían descargado de Internet y realizaron un ritual de canibalismo: primero se comieron las lenguas y corazones de las jóvenes y después distintas partes de sus cuerpos. Para más inri, se fotografiaron con las cabezas decapitadas tras embadurnarse con su sangre. Curiosamente, Ogolobyak no es el primer asesino caníbal liberado por el Gobierno de Putin: en septiembre de 2022, el Grupo Wagner, siempre en el centro de la polémica, reclutaba a Yegor Komarov, un sádico asesino caníbal que buscaba a sus víctimas en varios parques de San Petersburgo.
https://www.espaciomisterio.com/creencias/canibal-satanico-indultado-por-putin_58493
Putin lleva el nivel del accionar de un mandatario en pleno siglo XXI al de las satrapías post medievales y no es que en occidente seamos unos santos, pero Putin parece una versión actual de Herodes el Grande, Atila o Vlad Tepez