Acorralados por la crisis, los padres en Grecia abandonan a sus hijos

Crece el número de chicos atendidos en hogares. También hay más casos de desnutrición infantil


ATENAS. LA VANGUARDIA –

“En el último año cientos de padres han acudido a nosotros para darnos a sus hijos”, cuenta el padre Antonio, un joven sacerdote griego que dirige un centro juvenil para los pobres en Atenas.

¿Qué puede ser más desgarrador para unos padres tener que abandonar a sus hijos? Este tipo de casos, cada vez más frecuentes, sacuden a un país como Grecia, cuyos lazos familiares son muy estrechos. La crisis financiera ha provocado que algunas familias, en el límite de la desesperación deban renunciar a su bien más preciado: sus hijos .

El padre Antonios, entrevistado por la cadena pública británica BBC , explica que en los últimos meses ya se ha encontrado a cuatro niños en la puerta, uno de ellos un bebé de pocos meses.

Uno de los niños atendidos por el padre Antonios es Natsha, de dos años de edad, a quien su madre dejó a su cuidado porque estaba desempleada y no podía hacerse cargo de ella. No es que no existieran casos como estos previos a la crisis, pero en palabras del sacerdote “nunca antes había encontrado niños abandonados a su suerte en la puerta”.

También hay casos de desnutrición de bebés en los hospitales atenienses, como el de una madre cuyos gemelos tuvieron que ser atendidos porque ella no podía alimentarse debidamente para amamantarlos.

Situaciones como éstas están conmoviendo a un país sumergido en una profunda crisis económica y cuyas relaciones familiares son tradicionalmente muy cercanas.

Una mañana, pocas semanas antes de Navidad, un profesor de un jardín de infantes en Atenas, encontró una nota sobre una de sus alumnas de 4 años. “No voy a volver a buscar a Anna hoy porque no puedo darme el lujo de seguir cuidándola”, decía, “Por favor cuide bien de ella. Perdón. Su madre”.

Otra mujer castigada por la pobreza que debió renunciar a una hija, es María. Es una madre soltera que perdió su trabajo y no consigue otro desde hace más de un año. “Todas las noches lloro sola en casa, pero ¿qué puedo hacer? Me duele en el corazón, pero no tenía otra opción”, confiesa.

Dedicó sus días a buscar trabajo, a veces entrada la noche, lo cual requería dejar a su hija Anastasia, de ocho años, sola durante horas en un momento dado. Las dos vivían del reparto de alimentos que hacía la Iglesia. María adelgazó 25 kilos.

Al final decidió dejar a Anastasia bajo el cuidado de un hogar de caridad. “Yo puedo sufrir en el intento pero ¿por qué debería hacerlo ella?”, se pregunta.

María ahora tiene un trabajo en un café, pero solo gana 20 euros por día. Visita a Anastasia una vez al mes y espera recuperarla cuando su situación económica mejore.

En el pasado, los hogares recibían niños por problemas de adicciones o maltrato. Ahora la razón principal es la pobreza.

Fuente: Clarín

3 comentarios en “Acorralados por la crisis, los padres en Grecia abandonan a sus hijos

    1. No eres el único hermano yo también estoy haciendo por que desaparezca esta asquerosidad de sociedad que han montado a nivel mundial tienen los dias contaos y se lo estan oliendo.

  1. Antes Grecia era turística, ahora parece que la han convertido en el vertedero de Europa, además, muchos aprovecharon esta coyuntura socioeconómica para beneficiarse y rentabilizar el turismo autóctono de algunas zonas cercanas en el Mediterráneo, por ejemplo algunas poblaciones de Cataluña, donde vía news-paper se congratulaban de que «gracias» a ese caos iban a ser depositarios de más turistas (esta es la muestra de la depravación psico-espiritual de muchas personas, alias vía empresas, alias vía ayuntamientos y ministerios, alias vía gobierno, por lo tanto el «estado» representativo de algunas «gentes» en algunas partes de este Planeta).

    A aquellos que tienen disposición, medios, tiempo y ganas por visitar países de más allá de su «frontera», sería bueno que hiciesen de reporteros, no sólo gráficos (estampitas, fotos…, souvenires), sino que fuesen auténticos testigos de la situación de los sitios que visitasen. Sería, asimismo de más que notable importancia CONTRIBUTIVA que estas personas llevasen ayuda desineresada, aprovechando el viaje (lo que permitiesen los controladores de fronteras), y que consiguiesen, sobre todo, direcciones, teléfonos y contactos para después intentar montar una serie de cadenas de ayuda auténtica, real y desinteresada, donde se pudiese proyectar esa colaboración directa, salvando todo lo que son esas fronteras impuestas por los interesados (naciones).
    Ayudar, colaborar, pero No en el sentido de la compasión y la autocompasión (auténtica vergüenza del ser humano ya que lo que intenta es lavar la culpa propia y otras sandeces), debe ser la razón que nos impulse desde YA mismo para que no exista ni un hueco vacío en nuestra vida por no querer, por no saber (voluntariamente), y sobre todo, por dejar en manos de esos otros llamados instituciones (que en nada y para nada ayudan de forma real a todos los afectados de este Planeta –humanos, animales, vegetales, minerales y etéreos–).
    Quien deja en manos de los demás (parientes, amigos, coaliciones, instituciones, gobiernos y naciones) están anulando y postergando su auténtica razón de ser: la de la INTER-COMUNICACIÓN e INTER-APRENDIZAJE Y CONOCIMIENTO, que sólo se puede manifestar cuando RECONOCEMOS A LOS «OTROS», ya que nosotros existimos y somos porque LOS DEMÁS EXISTEN y en la medida en que exista ni un sólo sufrimiento o carencia en este Planeta, nosotros somos su fiel reflejo y los responsables de ello. Por lo tanto esta desequilibrada balanza, que es la que permitimos, será la que nos llevaremos allá donde realmente procedemos: LA EXISTENCIA, nuestra EXISTENCIA, nuestra existencia que es SÓLO REFLEJO DE NUESTRO CREADOR.
    Dejemos, pues, a ese dios dador, castigador e inexistente, porque es así, ese «dios» no existe en la medida en que todo son fuerzas equilibrantes o desequilibradoras. Nosotros somos ese Creador porque somos parte de él, pero si no actuamos CON ÉL MISMO y somos su manifestación ESPIRITUAL, entonces, probablemente, nuestra EXISTENCIA como tal no tenga razón de ser, ya que habremos relegado la materia primordial ESPÍRITU a un conglomerado meramente existencial y material, y como tal la materia se recicla no tiene unidad espiritual que le permita proseguir. Un salu2

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